
Así que mañana quiero que cada uno de vosotros “agarréis” bien vuestra mochila, vuestras ilusiones y no dejéis que nada os derrumbe. “Agarrad” ese Reventón de nombre tan malévolo, esa cumbre de Peñalara, ese pueblo de La Granja que estará volcado con vosotros y disfrutadlo. Agarrad esa subida dura por el emburriadero que os conducirá a la Fuenfría y dejadla atrás, sin piedad, para disfrutar de las sombras del Smichd y comenzar a soñar con la meta. Pero no os descuidéis que los 60 son traicioneros a veces y el tropiezo o el desfallecimiento siempre acechan. Agarraros a la épica entonces si hace falta porque ya faltará poco y cada metro, cada zancada, tiene tanto de sufrimiento como de satisfacción y la recompensa es enorme. Os lo aseguro.
Entonces, en Navacerrada, cuando las lágrimas quieran brotar, es cuando yo espero agarraros a cada uno de vosotros y daros el abrazo que os merecéis. Por valientes, por rocosos, por soñadores y por Locos.
Gracias Maestro, como sabes tocar la fibra sensible.
ResponderEliminarNos vemos en Navacerrada...
Que grande sería después del Ultra encontrarnos a familia, buenos amigos y compañeros en la meta. ¡¡¡Espero llegar a meta y verte allí Prisi!!! Mil Gracias, ya tengo una motivación más para llegar a meta, ¡bien!.
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