En un típico e insustancial domingo de julio que dentro de unas horas puede dejar de serlo, un nuevo ciclo llega a su fin, tras un maravilloso entrenamiento de 26 kilómetros en poco menos de tres horas la suerte está echada. No hay más leña que cortar, habrá que comer y descansar, habrá que visualizar problemas e inventar soluciones, habrá que ir contando los días y las horas que faltan para empezar...
Va a ser duro, habrá que luchar hasta el final...
Salga bien o salga mal, en la lucha estará siempre mi camino... por lo menos mientras el cuerpo aguante...
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