15 de julio de 2010

No será un día cualquiera.

Por fin llega el día que tanto he deseado.
El que me devolverá a viejos hayedos y supondrá el reencuentro con grandes amigos.
El desafio es enorme. El más grande de cuantos en mi vida deportiva haya abordado.
Pero estoy seguro que vamos a extraer lo mejor de cada uno de nosotros para lograrlo. Y, de la suma de cada esfuerzo obstendremos la energía suficiente para alcanzar la meta.
Tendremos que exprimir cada una de las fuerzas que alberque nuestro organismo y, cuando creamos que ya no queda nada, seguir buscando hasta encontrar antes que entregarnos.
Tendremos que vencer los miedos y las dudas cuando estas nos alcancen y, navegar en la profundidad de nuestros pensamientos, de nuestro deseo hasta hayar el impulso necesario para dar una nueva zancada.
Estoy seguro que, nos sentiremos solos en algún momento, pese a los animos del compañero, pese a los aplausos del público y los aplausos de los voluntarios. Solos y desconfiados. Buscad en vuestro interior, recurrir al recuerdo de quienes amais, recordad todo lo que os llevó hasta ahí, apretad los dientes y luchar por vuestro deseo.
Estoy seguro que lo vamos a conseguir.
Gracias a los tres por compartir mi sueño. No será un día cualquiera.

1 comentario:

  1. Gracias a ti Prisi, no sólo por hacernos soñar, sino por hacer realidad los sueños. No es la primera vez que me lo oís, pero creo que es lo que mejor define lo que no está aconteciendo.

    Mañana los cuatro seremos uno y ese uno será la fuerza y la motivación que nos conduzca el sábado hasta cruzar la línea de meta.

    ¡¡¡AUPA LOS LOCOS DEL CERRO!!!

    P.D.: Os recuerdo que tenemos un motivo importante que nos obliga moralmente y por el que sentimos admiración, respeto y sentimiento. Sea por él.

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