22 de julio de 2010

Un atisbo de cordura...

 Había recorrido ya más de un maratón cuando por primera vez vino a mi cabeza la idea de abandonar… llevaba once horas bajo la lluvia, me había caído innumerables veces, la niebla que hizo maravilloso en primer tramo entre las hayas empezó a resultar incómoda y el barro hacía que fuera imposible dar dos pasos seguidos sin mirar al suelo. Muchos inconvenientes y ninguna motivación, pensé que estaba mentalmente preparado para soportarlo todo y llegar a Beasain, pero la verdad es que a las primeras de cambio, la locura no fue tal y no encontré motivos para seguir.

 El análisis posterior no ha sido muy importante, siempre he tenido claro que esto que hago lo hago porque me resulta divertido, en aquel momento no lo era, un cierto sufrimiento debido a las inclemencias climatológicas, algo de miedo ante las condiciones del terreno y caer en la cuenta de que mi familia estaba más preocupada por lo que pudiera pasarme que dándome apoyo para que cumpliera con MI sueño hicieron que en aquel momento el abandono pareciera una buena idea.

 Ahora no me voy a comer el coco con ello, hoy ya he salido a correr, 11 kilómetros que me han parecido 30, buscando algún futuro reto más sencillo, o al menos, que no requiera tantas horas de preparación y no me robe tanto tiempo para estar con la familia.

3 comentarios:

  1. Si te pareció bien abandonar en aquel momento, bien estuvo.

    Es una de las cosas que tiene la vida, no tienes la oportunidad de saber como te hubiera ido con otras decisiones porque todo es irrepetible. Lo hecho, bien hecho está, siempre que lo hagas pensando que es la mejor opción.

    En cualqueir caso, pienso que, en esto, la mejor opción es la de disfrutar con lo que se hace sin causar demasiados problemas a la familia con nuestras ausencias.

    ResponderEliminar
  2. Me parece que pepe lo ha expresado a las mil maravillas: lo que se decide en un momento dado es lo mejor para ese instante. Lo demás entra dentro de lo posible y no de lo real. Tienes mucho tiempo para intentarlo de nuevo si en un futuro lo decides. No descartes nada que te haga ilusión. Simplemente posponlo.

    ResponderEliminar
  3. Ya te dije al final de la carrera que no había porqué martillarse la cabeza pensando porqués. En ese momento fue la decisión que creías más acertada y esa es la verdadera. El resto es especular sobre "si hubiera..." y eso, por suerte o por desgracia, siempre será una incógnita. Vayamos pasito a pasito. De momento, un mañana y más tarde pensaremos en después. NO es poco lo que hiciste y con ello tienes que estar más que satisfecho

    ResponderEliminar