27 de mayo de 2017

Estás fino. ¡Estás, Fina!

“o de la importancia de los signos de puntuación (puntos suspensivos, puntos seguidos, puntos y aparte y admiraciones) en el mundo del trail”

La pareja por excelencia escuchará de pie, impertérrita, la llamada de las montañas. Tensará músculos a la par. Estarán listos para salir, estrujar la vida y sentir, sentir de verdad. Y así lo harán.

Lluvio, estás fino. Sin más. Porque no hay mucho más que decir. Mañana reventarás el crono. Revalidarás que hace dos años tú estabas ahí por razones más que justificadas y, con ello, volverás a expresar tu agradecimiento de la mejor manera que sabes, de la única forma posible. Además, mañana volveréis a compartir salida, monte bajo un cielo infinito y sentimientos que ningún otro será capaz de comprender siquiera. Y eso es más importante que cualquier otra cosa.

¡Estás, Fina! Créetelo. Pese a todo y por encima de todo, estás. Sonrisa ancha, que no deja espacio para nadie más en esa plaza. Plaza que se quedará pequeña para albergarlas a ella y a tu ilusión. Recuerdo ahora cuando allá, por aquel 17 de Junio de 2012, quedó su impronta en nuestra sierra amada. Sonrisa del virtuoso pianista que tocó las teclas de nuestros sueños. Rezaba una entrada en el blog: “¿cuándo se nos olvidó ser niños?” Ahora, más que nunca, tengo totalmente claro que eso a ti no te pasó jamás. Sólo tú miras siempre igual que ellos, sin límites ni restricciones y por eso Rafina, desde recién levantada la mañana, te vestirás esa mirada de niño y esa sonrisa que todo lo puede y no te desvestirás de ellas ni cuando bien avanzada la noche, al tumbarte en la cama rendido y exhausto, con los ojos abiertos de par en par, sonrías al techo recitando sin mediar palabra “Hoy ha sido el día”.

Lluvio, prepararás el camino al pianista. Pianista, tocarás melodías que le harán volar. Juntos seréis uno. Juntos seréis imparables. Vuestros sueños serán nuestros sueños. Vuestros sufrimientos serán los nuestros. Vuestras alegrías serán compartidas con nosotros. Pero la felicidad plena y a quienes dediquéis cada paso serán sólo vuestros. Eso os pertenece a vosotros en exclusividad. Y el día quedará imborrable en vuestro recuerdo. Inseparable de vuestro ser, desde el momento en que toméis la salida y para siempre.



P.D.: Porque la vida son ciclos, al igual que ese caluroso día de Junio escuché al pianista desde detrás, mañana tendré la gran suerte de volver a hacerlo desde la misma perspectiva. Rafa, ten por seguro que conforme las reciba, me encargaré de empujar las notas hacia delante, con la escoba firme, para devolvértelas a modo de jaleo, gritándote “Ondo, ondo, oso ondo, amigo. Lasai eta ondo pasa. Sólo tienes que disfrutar”

P.D.2: Las entradas al blog a las que hago referencia son:
La sonrisa del pianista
Con la mirada de un niño
Naia

y para los que se pongan sentimentales, también aconsejo la lectura de:
Zegama, un sueño hecho realidad

y porqué no...
Betiko zoroak