27 de febrero de 2014

Soñando Zegama

Mañana es el día del sorteo de Zegama y algunos sueños se cumplirán. Un puñado de afortunados tendrán la ocasión de disfrutar de la que para mi, es la mejor carrera de montaña que he conocido y, estoy seguro una de las mejores que se celebran en todo este planeta.
Yo, he tenido la fortuna inmensa de disfrutar de semejante evento en más de una ocasión. Desde la intensidad de  la competición luchando contra el crono, a la tranquila e imborrable de acompañante, o la responsabilidad de corredor escoba.
Bien sabéis mis amigos lo que aquellos bosques y aquellas gentes significan para mi. Lo unido que me siento a pesar de la distancia. El peso que tiene en mi vida como corredor. La paz que aportan a mi espíritu sus recuerdos.
Alguno de vosotros puede ser mañana tocado por el destino.
Alguno de vosotros sentirá el nudo en el estómago de la responsabilidad horas antes. Se verá absorto en el devenir junto a la iglesia de un puñado de los mejores corredores del planeta. Emocionados durante la presentación de la carrera. Nerviosos ante la necesidad de conciliar el sueño la noche previa. 
Todo un pueblo volcado en su carrera. Volcado en vosotros. Sentiréis sus miradas de orgullo propio y de admiración sincera hacia vosotros.
Ellos aman su tierra y su carrera. Ellos saben bien a lo que os enfrentáis.
Porque de buena mañana el Aizkorri se presentará majestuoso ante vosotros, posiblemente cubierto de niebla. La mañana fresca y húmeda. Da igual. Nada os va a impedir disfrutar de aquello que tanto habéis deseado. 
Todo comienza con esa fabulosa vuelta a la población, escaparate para recibir el aliento y los vítores del público y de paso calentar apenas las piernas. Cumplida la cual, llega la primera subida importante donde cuesta enfriar la cabeza y no dejarse llevar por la manada.
Así poco a poco, entre barro, charcos y piedras lisas vamos alejándonos de la población dejando atrás algún caserío para adentrarnos en sendas y pistas que nos conducen a Otzaurte. Acaba el calentamiento y comienza la carrera. Entre sendas y prados vamos ascendiendo. Allí donde caliza, musgo y hojas secas se funden, poco antes del último tramo de ascensión al Aratz hallaréis una hondonada mágica y mullida donde uno querría detener el tiempo. 
Tras la zona pedregosa la cima y tras ella la búsqueda de las praderas de alta montaña. Un horizonte verde y plata. Aquí ya lleváis la adrenalina disparada, barruntáis la marea humana posterior a la misticidad del paso por la ermita. 
En Santo Espíritu cargareis las pilas y tomaréis la escalera hacia el cielo que forman todas las  personas que os esperan animando a modo de balaustrada donde apoyaros hasta alcanzar la gloria del Aizkorri con su pasillo humano y las voces, con un nudo en la garganta. El Olimpo de los corredores de montaña.
Fabulosa crestería caliza, inolvidable bajada de Ostiagorri para llegar a un tramo donde jugaréis al escondite con quienes os preceden y con quienes os siguen. Un veo y no veo. Toboganes, giros, piedra, troncos... para vislumbrar un paraíso tricolor de verde, plata y azul  en las campas de Urbía. Andraiz, ese último esfuerzo que nos sale del alma aunque la llevemos partía y ya sólo queda bajar. Encontrando gnomos en rincones espectaculares. Donde el musgo cubre cada milímetro de roca, donde la alfombra de hojarasca y barrillo nos encauza hasta la población de nuevo. Para entregarnos totalmente al deleite y a la locura. Para sentirnos plenamente únicos, especialmente afortunados. Cada gota de sudor vertida en el esfuerzo la Zegama nos la devuelve con creces en forma de vida y eso, no os quepa duda, os acompañará ya para siempre.
Suerte amigos.

Y PASADA LA CUARENTENA....UNA CRONICA QUE DA PENA

GR10. 2ª ETAPA. MIRAFLORES DE LA SIERRA- CERCEDILLA Han pasado 40 días y cuarenta noches; y una vez pasada la cuarentena ya los recuerdos no son tan vívidos. Gracias por dejarme el privilegio de escribir la primera crónica de aquella etapa tan bonita como fue “La Miraflores-Cercedilla”. No va a ser una crónica plagada de mil detalles…han pasado cuarenta días que son como una goma de borrar. Vamos a ver si nos vamos a acostumbrando a escribir algo, aunque se a poco lo más pronto posible, una vez vivida la experiencia. Porque cuanto más escribes y más lees, te das cuenta del bonito legado para la posteridad. Mas aun ahora que estamos empezando a barruntar la temporada de carreras y nos gusta tirar de hemeroteca releyendo las crónicas de estos grandes “atletas-personajes” que son Los Locos. A decir verdad, tengo bastantes recuerdos de preparar los bártulos la noche anterior, con ojo temeroso en esas “chivato-ventanas-Velux” que jalonan mi casa que indicaban ambiente húmedo y frió para el día siguiente. Ambiente frío y en parte cubierto por un manto níveo que hizo de nuestra ruta un bonito broche. Buenos preparativos los que hice salvo una cosa: los bastones. Tontorrón de mi que no incluí en mi equipaje los nuevos bastones que sus Reales Majestades me trajeron 10 días antes. Cachissssss! Suena el despertador y raudo cual serpiente de cascabel me lanzo a desactivarlo. Bien…estoy en forma…esta vez solo he tardado diez segundos y solo he despertado al gato, al pequeño y a mi mujer. Vamos mejorando. Me enfundo la licra y me caliento un café. Aviso, unto pan con nocilla del L´idel como para aguantar una guerra termonuclear. Luego lo agradeceré. Si no recuerdo mal, habíamos quedado sobre las 8 en el parking del Ayunt. De Villalba. Yo espero el bus que baja de Collado con un conductor de lujo y un vecino suyo (Kike y Angel)jijijijii… Una vez reunidos, nos saludamos, abrazos, bromas y demás…nos metemos unos cuantos en la furgo de Dioni. La próxima vez tengo que estar más rápido y pillar asiento para ver la carretera: unas cuantas curvas más y no habría respondido de mí. Nos vamos reuniendo en la plaza el grupo de Locos y unos nuevos acompañantes Samburieles (ya me falla la memoria porque no recuerdo sus nombres). Foto de rigor y pistoletazo de salida. El ambiente: risas, nervios, frío, nieve, emoción, amistad y mucho atletismo. Personalmente, calibrando mi cuerpo para unos 40 kms aproximadamente por caminos, cañadas, montañas, montes y veredas. La ruta parte desde la plaza del pueblo de Miraflores de la Sierra, atraviesa parte de la Hoya de San Blas, sube hasta el Collado de la Dehesilla en la Pedriza y siguiendo el GR10 hasta Cercedilla. Ruta bastante vistosa, mixta en aspectos “técnicos” de Trail-running y que permite un buen desarrollo de nuestras facultades físicas y psicológicas en carrera. A evento pasado, reconozco que llegué justito de fuerzas, que la recuperación fue rápida pero no quiero olvidar la pesadez de piernas con la que entré en Cercedilla. Algo para no olvidar para eventos futuros. Pero una vez más, gracias a las buenas charlas y risas que nos vamos ofreciendo durante el camino, las penas se convierten en glorias y los gruñidos y sufrimientos en susurros. De la ruta guardo muy buenos recuerdos visuales, como las vistas de la pedriza nevada, el camino de ascenso hasta el Collado de la Dehesilla caminando sobre la nieve, las posteriores fotos…También de agradables y animadas charlas con muchos de vosotros. Lástima de pequeños contratiempos como el que le sucedió a nuestra compañera de carreras (siento no acordarme de su nombre…sorry), pero gracias a la Profesionalidad y Habilidad del Gran Chorry…y las “tenazas” del Gran Rafa, todo fue a menos. Una vez pasada la Pedriza, comienza la parte de carrera que es más de “coco”. Se me hizo bastante dura y más aún cuando paramos en Mataelpino a repostar y tuvimos que arrancar. Tenía bastante frío y quizás la monotonía del camino también pesaba. Una vez más, el entablar conversación desvía de tu cabeza ideas suicidas de abandono. Hicimos algunos cambios en la ruta en los que nos quitamos unos metros de ascenso por La Barranca que agradecí sobremanera. Subida hasta lo más alto sobre el pueblo de Navacerrada y ya toca bajar y llanear hasta Cercedilla. La entrada la pueblo estuvo genial, con unos “Cachorros” y “Locas” animando a tope. Se agradece mucho. Y ahora toca la guinda del pastel: el post de la carrera en el Sancta Sanctorum del corredor de montaña de toda la Sierra del Guadarrama, El Asador de Ángel. No se si estaba más ilusionado por entrar por primera vez o por las jarras de cerveza que me iba trajinar. El caso es que pasamos un buen rato. Yo, una vez más tenia otros compromisos ineludibles, pero comprobé más tarde, que una vez más estáis avezados en el noble arte del Jarreo y Espiche. Sabeis pasarlo como nadie y fe de ello son los documentos gráficos que de manera incesante circulan a diestro y siniestro en el Chat wasaperil. Ya no es necesario dar más palabras y detalles técnicos a la que fue una gran jornada de atletismo y amistad. Pasamos un buen rato todos juntos, hubo sufrimiento en ciertos momentos, algo necesario para darle un punto picantón que requiere todo deporte o disciplina. Personalmente creo que regulé bastante bien las fuerzas en carrera, me veo que poco a poco puedo superar ciertos retos de distancias y metros de ascenso que no hace muchos meses veía casi una locura. Tengo todavía varios frentes que solucionar: la hidratación en carrera (soy bastante “sudón”), los avituallamientos y los ritmos CA-CO. Pero de una cosa si estoy seguro, el fortalecimiento que poco a poco voy consiguiendo si me permite YA disfrutar de las rutas y se agradece, porque el mayor aliciente de todo esto no es subir y bajar, correr o andar, sino el hacerlo junto a VOSOTROS. GRACIAS CHIC@S!!! PD: EN breve incluiré alguna foto de la salida.

19 de febrero de 2014

El descanso del guerrero...

 A veces llega un momento en el que te haces viejo de repente… son incontables las veces que habré “berreado” esta estrofa, hasta ahora solo era una canción pero por primera vez en mucho tiempo la he sentido como mía.

 Y no es el no poder o el no querer, ya que creo que mantengo la ilusión del primer día en esto del correr, pero de golpe me he visto superado por la fuerza e ilusión de todos estos locos que han llegado por detrás. Sin haberme dado cuenta, supongo que de forma natural, se ha dado un salto hacia delante en cuanto a las características de los retos propuestos que no soy capaz de asumir.


 Hace ya unos cuantos años unos cuantos zumbados formamos “Los Locos del Cerro”, aquel pequeño grupo ha crecido mucho, tanto en calidad deportiva como calidad humana. Gran parte del trabajo está hecho y ha dado sus buenos frutos. Ahora, tras dejar la web en manos de Luisete y la organización de “Cuts” y quedadas varias en manos de todo aquel que quiera hacerlo me toca descansar, dejarme llevar hasta donde mis fuerzas lleguen y seguir en la manera de lo posible disfrutando a vuestro lado.


 ¡Larga vida a Los Locos del Cerro!  

17 de febrero de 2014

GR 10. Al final fue un bonito reto.


Aunque todavía no he reflexionado lo suficiente porque el fin de semana ha sido intenso me gustaría participar en lo que espero sea un pequeño debate sobre el tema. Creo sinceramente que comprendo la situación y las motivaciones de los que eligieron este sábado un camino u otro a la hora de hacer el GR 10 aunque en ambos casos con matices.

Vaya por delante que esta vez la situación y mi visión de la realidad cambiaron radicalmente a mitad de semana porque las condiciones mejoraron bastante con respecto a la salida del sábado pasado. Sin duda Luis, tiene ya la experiencia y puede hacerse a una idea de lo que puede ser una mediana ventisca en altura. Al ir andando y hacer paradas, además es consciente del castigo a que somete al cuerpo el frío extremo. Todo se hace largo, hasta una simple subida a Montón de Trigo. Ello quizá pudo influir en su decisión de este fin de semana aunque el hecho de trotar con Josegym, Josema y Mikel ya es motivación suficiente.

¿Y por qué digo que comprendo a los dos grupos que se formaron? En primer lugar porque no me termina de convencer el riesgo ‘per se’. Me parece que la ‘aventura’ surge aunque uno no quiera y muchas veces no es necesario ir a buscarla y, sobre todo, hacerlo en grupo. Y me explico: hasta que no vives una situación dura, no sabes cómo va a ser la reacción de la gente. El ejemplo en Cotaruelo que pone en su entrada Josema es muy típico: es tan simple como agarrarse a unas clavijas sabiendo que no se puede fallar. Cuando fui por esa zona con Arantxa y conociendo su vértigo opté directamente por evitarlas aunque esa misma semana tuve que bajar por ellas con una chica que no podía andar y a la que tuvimos que ayudar  por si tenía algún mal apoyo con la pierna lesionada. ¿Qué puede ocurrir cuando vas con un grupo numeroso? Pues que alguien que no te esperas se bloquee de repente y sea incapaz de seguir o decida que su límite ha llegado.

Otro ejemplo. ¿Qué ocurre cuándo a alguien se le sale un crampón en mitad de un tubo de hielo? Pues que su nerviosismo, la tensión desbocada hace que el esfuerzo extremo le agote para el resto del día en mitad del frío intenso… Y eso ni él mismo, grande y fuerte, con unas cualidades físicas otras veces demostradas, se lo espera. Otro caso vivido.

¿Y por qué digo que comprendo a la gente que arriesga? Porque las pocas veces que he visto el peligro de verdad, el peligro con mayúsculas, y he sentido miedo, el mismo que hace que tus músculos se muevan de forma involuntaria y te deja la boca seca, a pesar de todo, he tenido suficiente aguante para no perder la calma. Si hay que meterse una buena leche que sea sin aspavientos, si hay que dejarse llevar hasta el agotamiento para encontrar una salida no se piensa… El subidón de adrenalina superada la dificultad no se olvida fácilmente. Y pongo otro ejemplo. Aún recuerdo cuando por imprudencia hice sin piolet la subida a Cabeza de Hierro desde Cotos por una placa de hielo, que no dejaba ver prácticamente ni una piedra, y a mitad de camino la tensión hacía que me dieran calambres por ir demasiado tiempo y demasiado lento sobre las dos puntas delanteras de los crampones evitando cualquier desequilibrio que me hiciera caer. Llegar arriba y ver que esta vez no te ha tocado con cientos de metros de caída más abajo te da un 'subidón' bastante  decente después del miedo pasado. Al año siguiente murió allí mismo una chica con la que había coincidido en alguna marcha montañera. Bajó golpeándose y llevándose por delante a su marido que trató de pararla. Y los dos llevaban piolet. Nada pudo hacer.

¿Había un peligro real de este tipo este fin de semana? Sinceramente, y a lo mejor decepciono a alguna persona, ninguno; ni el más mínimo. Todo lo más una buena paliza si alguien se parte una pierna en alguna grieta de la Peñota o en algún resbalón en las pocas zonas donde había algo de hielo. No hacía un frío excesivo (prueba de ello es que no me llegué a poner el cortavientos en ningún momento aunque mis malditas manos no me valieran para nada). Eché de menos unas manoplas pero incluso con lentitud teníamos tiempo para ‘sacar’ a alguien en ese caso, eso sí con mucho esfuerzo y una buena paliza. El hecho de ir un buen grupo en el que establecer turnos daba plena seguridad.

Y ahora llega la pregunta para mí definitiva:

¿Hubiera habido peligro si el tiempo fuera el de la semana anterior? Sí y mucho. Más del que nos pensamos. La misma marcha con hielo y ventisca, con gente con y sin crampones hubiera sido una bomba de relojería que, estoy seguro, en un número alto de probabilidades no hubiese estallado pero.... Y otro dato: nunca hay que dar por hecho que van a poder auxiliarte, que si llamas al 112 te van a responder o que vas a tener la posibilidad de hacerlo. No cuentes por si acaso más que con tus propios medios. Arantxa estuvo más de media hora llamando en una ocasión y nadie contestó. El tiempo suficiente para que en plena ventisca y sin la ropa adecuada algunos pasemos mucho mucho frío…. Y el puerto del León quedaba lejos, muy lejos. Hay un momento para tomar decisiones y a veces el equivocarse puede ser la diferencia entre un día maravilloso o una tragedia.

16 de febrero de 2014

3º Etapa GR10 "Light".

¡Como cuesta decir no a un amigo!. Y por contra, cuan necesario o al menos responsable, es hacerlo en ocasiones.
Este pasado sábado 15 fue una de esas situaciones en las que renunciar a algo realmente atractivo fue una elección difícil pero sensata.
Subir a la montaña en condiciones de un cierto grado de dificultad requiere como mínimo  un nivel de confianza propia imprescindible y personalmente, al menos yo no lo tenía. No actualmente. Afrontarlo así es un riesgo añadido, una irresponsabilidad.
Jamás he sido un montañero invernal. Mis incursiones en estas épocas las recuerdo por terrenos donde la mayor dificultad era la temperatura y la nieve. Nunca en pasos delicados de roca y menos aún de hielo. Aún así he vivido en carnes propias o ajenas momentos difíciles en los que el cansancio, el frío, o el paso de un punto complicado ha sido todo un desafío. Recuerdo esos primeros temblores incontrolados de los brazos, primeros síntomas de un inicio de hipotermia. Recuerdo el bloqueo físico y mental de un amigo en un paso de clavijas en Cotatuero donde la diferencia entre aquel fin de semana inolvidable y una lamentable desgracia pudo ser un simple mal paso. No quería pasar por eso.
Con estos pensamientos y sensaciones finalmente Mikel, Luis, José y yo decidimos realizar el trayecto del GR10 entre Cercedilla y el Monasterio del Escorial por su variante menos expuesta. Fue un momento triste separarnos del resto del grupo, pero consecuente con lo que pensábamos y con nuestro estado físico. Nos dejó un punto de preocupación continuo durante toda la jornada. Eran nuestros amigos los que se adentraban en un terreno complicado y nos tuvieron con el alma en un vilo.
La mañana amaneció mejor de lo esperado. La lluvia era discontinua y de pequeña intensidad y la temperatura aunque fría no llegó en ningún momento a ser heladora. Pero la gran cantidad de nieve caída y las condiciones de altitud eran preocupantes.
La opción que escogimos resultó finalmente perfecta. Con su punto justo de aventura y épica. Disfrutamos de unas vistas espectaculares ascendiendo por la pista de los Molinos al Arcipreste, del tramo del Arcipreste a los Leones, del la subida a Cabeza Lijar, del tramo de Cuelgamuros. Todo ello aderezado de barro, nieve papa, nieve polvo, nieve virgen, lluvia a ratos o pequeñas ventiscas. La distancia, 32 km ideal para bregarse y no acabar arrastrados. La temperatura, como digo fría pero llevadera. Todo ello además permitiéndonos realizar un horario ideal, para antes de las 15:00 estábamos todos en casa.
Realmente disfrutamos del trayecto en todo momento. Los cuatro, hasta que José se volvió casi en la cima de Cabeza Lijar ya que tenía compromisos y no disponía de más tiempo y a partir de entonces los tres recordando viejas batallas y poniendo pequeños parches en los rasguños que nos van apareciendo en el espíritu. 
Para mi la compañía de Luis y Mikel, con quienes he vivido muchas batallas,  fue un aliciente desde salida. Algo de lo que disfruté desde la primera a la última zancada en San Lorenzo. Gracias pareja.
Finalmente una reflexión. Lo mejor de la jornada de ayer, sin duda, fue que todos regresáramos a casa sanos y salvo. Apenas con algún rasguño o culazo. No obstante, hay una cosa que se llama estadística y que nos dice que con el número de exposiciones a un riesgo aumentan las probabilidades de sufrir un percance. No nos dejemos engañar por los finales felices y por favor nunca, nunca, bajéis la guardia y pecar si es preciso de prudentes más que de arriesgados. 
Queremos disfrutar vuestra compañía cada día, en cada ocasión.




11 de febrero de 2014

El Aguafiestas...







- Papá, dime una palabra compuesta por favor.

- No sé hijo, ¿qué te parece sacacorchos? ¿abrelatas?

- Esas son fáciles, ¿puedes decirme otra?

- Claro... ¡AGUAFIESTAS!





Qué es precisamente eso que me toca hacer a mí en este momento. Hace un año pasé un mal rato pensando en que lo de Los Locos se había ido de las manos, todos querían hacer ultras sin tener ningún factor en cuenta que no fuera la ilusión. Daba igual la falta de experiencia, daba igual la falta de preparación... somos capaces de todo y lo vamos a hacer.

Pasó el año y a pesar de los éxitos un "pequeño" susto dio razón a mis miedos.

Ha pasado el tiempo y somos más viejos pero no más sabios. Esa montaña que tanto nos gusta se nos sube a la cabeza y nos tienta para conocer nuevos límites. Se cambia el trail por el alpinismo invernal. ¿De verdad pensáis que estáis preparados? ¿Habéis dedicado diez minutos a pensar de verdad en todo lo que puede ocurrir?

Porque todos, en mayor o menor medida, nos la jugamos en algún momento, pero... ¿por qué? 
Prometo en este mismo momento acompañaros en vuestra aventura si me dais un porqué convincente. Y estoy seguro al noventa y nueve por ciento que no lo vais a conseguir... 

Chicos, la montaña siempre estará ahí. El hielo no es perpetuo. El peligro en este caso es opcional y no hay porqué asumirlo. Kilian vive de esto, vosotros tenéis que ir a trabajar el lunes. El respeto y la admiración de todos los que os rodean lo tenéis más que ganado. Pensad... 10 minutos. Si es vuestra decisión INDIVIDUAL, hacedlo, pero no os dejéis llevar por el entusiasmo de otros. 

Sólo recordaros de nuevo que lo que vais a hacer el sábado es ALPINISMO y no trail. Yo reconozco, con pena y dolor de corazón, que no estoy preparado para hacerlo, así que ya podéis cuidaros bien que yo no puedo subir a buscaros. 

Lluvio, por favor, cuídame bien a los niños.


3ª Etapa GR10 Loco. "LA INVERNAL"


Esta entrada es para recordar que este sábado se llevará a cabo la 3ª etapa el GR10 Loco.
Hora de salida será 8 o'clock en la plaza del ayuntamiento de Cercedilla o para los que quieran 7:30 en el parking del ayuntamiento de Collado Villalba.
Por las condiciones en las que se encuentra la montaña, no sabemos muy bien se se podrá realilizar el recorriendo en un principio previsto, aunque en principio sigue todo según lo narrado en la anterior entrada donde podéis ver los requerimientos necesarios.
Os pediría a todos los que queráis/podáis venir, avisarme por privado, por si hubiéra algún cambio de planes de última hora.
Decir que seguramente mi señora y amable esposa, acompañada de quien quiera y se ofrezca, fletará un coche con algo de ropa de cambio que le dejaremos en Cercedilla, para llevarnos al Alto del León, por si fuera necesario, cambiarnos de ropa.
Solo os pediría que cada uno llevara provisiones de comida y ropa necesarias, para no tener sustos con las condiciones meteorológicas en las que estamos.
Gracias a todos  y os recuerdo que me confirméis asistencia por privado de whatsapp o de Facebook.

4 de febrero de 2014

Cambios de look

Bueno, como casi no se nota voy a crear esta entrada con el único propósito de informaros que la semana que viene hará dos años que nuestro querido Mikel creó el dominio loslocosdelcerro.com y como homenaje le daremos una vuelta al look del blog. Poco a poco veréis pequeños grandes cambios. Esperamos que os gusten!!!!


1 de febrero de 2014

Grande fue tu apellido. Grande fuiste tu

Ayer, 30 de Enero de 2014, falleció el autor de mi novela favorita. Felix Grande fue un excepcional poeta que por el camino se aventuró a escribir alguna que otra novela (pocas) y muchos ensayos y poesía. Por casualidad un día di con su libro y tras leerlo caí fascinado de cómo se puede hacer poesía con la prosa, pues si bien no es siquiera conocida, la cercanía de la historia que narra y, sobre todo, la forma de hacerlo logró cautivarme lo suficiente para hacer de ese libro mi preferido entre todos. Ayer, camino del trabajo, Herrera a través de la radio fue medio de comunicación de la fatal noticia y hoy, aquí sentado, releyendo alguno de sus versos, veo que lo mínimo que puedo hacer es rendir un pequeño homenaje desde éste, nuestro hueco hacia el mundo, con uno de sus poemas. Felix, D.E.P.


Para envejecer juntos


Para envejecer juntos nos cogemos las manos,
yo miro tu sonrisa, tú miras mi tristeza;
irán saliendo arrugas en mi alma y tu cabeza
y canas sobre nuestros espíritus humanos;
              
idéntica vigilia caerá en nuestras historias:
ver al tiempo ir cerrando una a una las ventanas,
me sonreirás lo mismo que todas las mañanas
y será como un ramo de flores mortuorias;
              
tú eres ese recuerdo que he de tener un día,
yo soy esa nostalgia que poblará tu frente               
cuando ya sea un anciano, amada, anciana mía; 

pienso en ese futuro tranquilo y arrugado               
como en dos viejos libros qua ya no lee la gente, 
con tanto como habrán, en silencio, aguardado.

Felix Grande