6 de septiembre de 2018


TRAIL VALLE DEL TENA,  AMOR Y ODIO

6:00 am, decido levantarme 30’ antes de lo previsto pues no he pegado ojo en toda la noche, es lo que tiene el compartir habitación en un refugio de montaña. Miguel también abre el ojo, nos ponemos el traje de faena y bajamos a desayunar, la mañana amanece fresca y con un cielo despejado, promete un gran día de montaña. Nos acercamos al cajón de salida y vemos las primeras caras conocidas, Ramón Malcurra (FEDME) es quien nos chequea el material obligatorio y tras una corta charla con él, nos da recuerdos para Los Locos y pasamos al cajón a esperar la salida. Allí nos encontramos con Antonio “el farmacéutico” (haría 8º de la general) y con Carlos (amigo de Lolo) con los que intercambiamos unas palabras y nos colocamos en la mitad del cajón a esperar la salida.

8.00 am comienza el espectáculo!!! empezamos la subida a la gran pared vertical del día, el Garmo Negro que con sus 3.064 m. nos supone un desnivel de 1.400 +, así como si nada, ¡para bajar el desayuno!. La subida la hacemos Miguel y yo alegres, pero conservando, aún nos queda todo el día por delante. Vamos subiendo por un bonito camino hasta que dejamos el bosque y nos metemos en la pedrera que nos llevara hasta el Collado, ahí me doy cuenta que voy corto de agua, no he podido llenar los bidones a tope y la empiezo a dosificar, el Sol a estas horas ya aprieta. La llegada al Collado nos ofrece unas vistas espectaculares de las que disfrutamos acompañados de la música de un gaitero, ya sólo nos queda subir a la cresta del Garmo, ticar y comenzar un rápido descenso en dirección al refugio de Bachimaña. Se me hace algo largo el primer tramo y veo que Miguel lleva un ritmo más alegre que yo.

Llegamos a Bachimaña y aprovecho para atarme bien las zapas pues me han dado algún problema en la bajada, comemos, llenamos depósitos de agua y le comento a Miguel que tire que veo que mi ritmo no es el suyo y le voy a retrasar, me dice que no, que se queda conmigo y salimos juntos a por el segundo tramo que nos llevará hasta el refugio de Respomuso pasando por el collado de Tebarray. Este tramo es especialmente bonito con los Ibones Azules y los Picos del Infierno observando nuestro paso. En este punto nos van pasando los primeros corredores del Ultra y, a mi ritmo, llegamos al Collado de Tebarray con su imponente Ibón, la subida no es difícil, excepto una pequeña trepada al final, en la bajada han puesto unas cuerdas de seguridad, una vez superado este tramo enfilamos en una larga bajada hacia el refugio de Respomuso.

Ya en Respomuso aprovecho para comer algo de pasta, las fuerzas me están abandonando, quizás mala alimentación, quizás mala hidratación o quizás todo junto, pero veo que no recupero. Tras comentárselo a Miguel insisto en que tire pues le voy a retrasar y con lo fresco que le veo puede hacer un buen tiempo. no lo consigo y decide continuar conmigo. salimos dirección al Collado de Musales bordeando el embalse de Respomuso. aquí empieza mi calvario, las fuerzas están bajo mínimos y me toca aplicar un paso leeeentooo para llegar al Collado, en la subida coincido con Paula (hizo 3º Veterana A) nuestra compañera de habitación del refugio y le comento mis malos pensamientos, me empieza a rondar por la cabeza dejarlo en Sallent de Gállego, me dice que ella también va fundida y que la carrera es más dura de lo que esperaba. Llegamos al Collado de Musales equipado con una cuerda de seguridad y me está esperando Miguel, tomo un gel, guardo bastones y nos tiramos a una larga bajada de 1.300 -  al principio por un sendero en pedrera para más abajo adentrarnos en un bonito bosque que nos lleva a Sallent de Gállego, en éste sendero me empiezan los calambres en la pierna.

Llego al último avituallamiento en Sallent con la reserva encendida, intento comer y beber, pero apenas me entra nada y sigo dándole vueltas a dejarlo aquí. Mientras empiezo a buscar argumentos para continuar, vemos la llegada al avituallamiento de los tres primeros del Ultra, apenas quedan 10km con 675+, que en un principio no parecen que sean muy duros. Es Miguel quien me da el empujón necesario para seguir y salimos por carretera en busca del último repecho. ¡Y que repecho!, no se me ha hecho nunca tan larga una subida, me quedo vacío y tengo que parar para coger aire en cuatro ocasiones. Miguel me miraba sorprendido, nunca me había visto así. por fin consigo coronar la tachuela, con calambres en la pierna izquierda.Tras tomar algo de coca cola y fruta, en el avituallamiento sorpresa que teníamos junto a las antenas, decidimos hacer andando los primeros dos kilómetros, de los seis que nos quedaban hasta meta, los cuales discurren por pista. Buena decisión pues me permite recuperarme de los calambres y coger fuerzas para poder bajar corriendo los últimos cuatro kilómetros que discurren por un bonito sendero dentro de un bosque, que nos deja en la entrada a Panticosa. En donde, ya sí, disfruto de los aplausos del público que nos espera en meta, en la que entro junto a mi compañero Miguel con el que me fundo en un fuerte abrazo. ¡¡¡ Lo he conseguido!!!!

¡volveré!

Dar las gracias en primer lugar a Miguel, la mitad de esta carrera es suya. A todos los amigos que estuvieron pendientes de mi durante la carrera y por los ánimos y felicitaciones recibidas.

#amistad
#loslocosdelcerro
#trailvalledeltena

J.L

5 de septiembre de 2018

Trail valle de Tena, una carrera contra tí mismo.

Con vuestro permiso y para quien lo quiera leer, aquí dejo mi experiencia en mi primer ultra, nada más y nada menos, que 80km y 7000+. Pongan paciencia y atención:

Sábado de madrugada, son las 2:40 y no puedo dormir más, una mezcla de nervios y miedo me invaden, 3am, salgo de la cama media hora antes de lo previsto y parto en coche hacia Panticosa, lugar donde dará la salida esta salvaje prueba. Son las 4:30 y ya estoy con Tomás en el cajón de salida, los nervios se van, una extraña paz me invade, como la de quien deja de luchar, pero nada más lejos de la realidad. Despierta el pueblo a intempestivas horas a golpe de los guns and roses sonando fuerte por la megafonía del evento, benditos vecinos, se abstuvieron de sacar el rifle y cazar corremontes… por fin la ansiada hora, 5am, salimos!!!!
No me he colocado en los mejores puestos del cajón, no quiero presión, se lo que me espera, no busco competir con nadie, no lo haría aunque quisiera, este año es copa de España y por aquí está lo mejor de cada casa, sinceramente, acongoja. Los primeros kms son un tanto lentos, demasiado corredor para tan estrecho sendero, pero rápido nos vamos organizando y haciendo cómodo el trote, no se ve más allá de la luz de mi frontal pero antes que pueda darme cuenta, descubro frente a mí una gran mole, esta se intuye gracias a “los buenos” que ya nos sacan bastante y dibujan una hilera preciosa de luces subiendo a cholón este gran muro.
Los kms pasan lentos, muy lentos, no hacemos más que subir, bastoneo para guardar piernas y sigo subiendo, muy lento se cubren los kms, en apenas 12km llevamos más de dos horas de carrera, preámbulo de la que se avecina, vecina…
He encontrado mi sitio, voy junto a una joven atleta de la selección andaluza (Sofía se llama y consiguió un merecidísimo 2 puesto) con quién me compagino bien, marca ritmo en bajadas y subida, nos reímos y está haciendo muy amena esta primera parte de carrera, a pesar del desnivel, llevamos 20km y casi 2500+ de subida, salvaje para mis enclenques paticas.
Por fin! Hora de bajar, aunque sinceramente me tragué mis palabras, tan bestias son los cuestas para abajo que dan miedo, y lo digo yo que estoy descerebrado. Se puede ver muy al fondo de esta olla el albergue donde tenemos la primera base de vida, previa a la brutal subida al Garmo. Este sendero a base de “zetas” es largo y abrupto, aunque rápido, los bastones me dan un agarre extra y disfruto mucho del descenso. Por fin llegamos, km 25 de carrera y llevo casi 5h… será largo el día de hoy, muy largo… animado y contento me avituallo, recargo geles y sales, comida y agua, menudo subidote nos espera.
Salgo alegre, dispuesto a comerme el mundo, eso sí, con cabeza, piano piano comienzo esta subida al Garmo negro, el famoso 3000 de esta carrera, sigo con mi compi andaluza,pero cuando mejor está uno, zas! En toda la boca…
El tío del mazo, me golpea tan fuerte como puede, desnivel y quizás, falta de hidratación hacen de mí un pellejo que lucha por dar un paso más, apoyado en los bastones me siento rendido, alzo la vista y me siento solo, mi liebre sube alegre y desaparece, corredores me alcanzan y sobrepasan, maldito peregrinaje, maldito Garmo, hasta las piedras me hablan y me invitan a dar media vuelta, pero tras tirarme y alimentarme un rato saco fuerzas de flaqueza y decido, al menos, hacer cima, que menos!!! Chip cambiado y aunque abatido, asumo mi rol y me arrastro hasta la cima, vistas preciosas en la panorámica, un cresterio infernal y una gaita haciendo de este momento algo mágico, si amigos, ahí había un gaitero haciendo de las suyas… lástima que suene ahora más épico de lo que en realidad fue, me sentía derrotado. Ficho, control de carrera a 3000 metros de altitud y me tumbo con los jueces y voluntarios, les transmito mis ganas de abandonar una vez culminada la subida pero las palabras que de su boca salen son totalmente contrarias, me invitan a intentarlo, a llegar al menos al siguiente refugio, buscar ahí el aliento y alimento que necesito, saben que después de eso encontraré la chispa, confío en sus amables palabras, me dejo engatusar por quién parece le duele verte vencido y me armo de valor, amarro fuerte mis fieles bastones e inició la salvaje bajada al refugio, efectivamente, nuevos aires me refrescan la cara y despejan la mente, sigo dolorido, amago de calambres que no cesan pero si la mente quiere, el cuerpo puede. Refugio de “bachimaña” llevo 8h de carrera, 37km en las patas y casi 4000+
 ¡Como para no estar cansado!
Busco la inspiración allá donde sea, un plato de pasta, me siento, membrillo, me tumbo, chocolate, cunclillas… no sé bien que hacer para, no mitigar, pero si hacer más llevadero la molestia de los cuadriceps, empiezan a estar como traviesas y me acongoja, aunque llevo ya mucho, más aún me queda y tengo mil dudas.
Parar para coger aliento es de sabios.Tras uno despejar la mente y cerrar los ojos unos minutos la inspiración vuelve a mi, eso sí, no estoy totalmente convencido pero hay que intentarlo! Continúo jugando para bingo, mi bingo! Son las 14h y el sol pirenaico aprieta fuerte, las chicharras duermen la siesta y solo los asalvajados traileros son los que dan movimiento a este espectáculo de la naturaleza, bloques de piedra inmensos que quitan el hipo, ibones tan sumamente calmados que reflejan en ellos las montañas cual espejo recién limpiado, no es por dar envidia, pero aquello hay que verlo un situ, olerlo, vivirlo…
Llevo unos kms junto a un chico de Huesca con quién comparto mil y una experiencia, es lo bonito de este mundo, además de necesario, la soledad a veces es buena pero cuando algo en la mente falla, te vuelve demente y eso en las alturas, es cuánto menos, un abandono. Así pues, la compañía que nos hacemos es crucial, alcanzamos el inalcanzable refugio de “espomuso” éste tan nutrido de alimentos como el anterior solo que mis ansias han cambiado, desecho un plato de pasta que no consigo tragar y opto por algo tan sencillo como cacahuetes, el caso es consumir algo, aquí no vale dejarlo para luego, norma numero 1 del corredor: come e hidrata tanto y tan bien como se pueda.
Salimos juntos mi nuevo compi y yo, buche cargado, patas cansadas pero mente animada, el sol sigue siendo objeto de tortura, pega fuerte en la chaveta pero no mina, no lo consigue.
Brutales son los ascensos que en el perfil parecen tachuelas, ligeras subidas dibujadas en el dorsal hacen a uno alzar bien la mirada para ver su cumbre y también bajar la mirada para paso a paso, hacerse con ello. Entra aquí en juego mi fondo ¡también tendré que presumir! Saco galones y sin mirar atrás voy comiendo cada uno de los obstáculos que se nos presenta, ya sea subida o bajada como la que ahora afronto, por delante más de 1000m de descenso brutal que sería una tortura para quien esté acabado pero no, aún no lo estoy, con el punto extra de apoyo que me dan los bastones, bajo muy alegre por el camino, serpenteo la ladera, incluso salto sus rocas, curiosa la reacción de sentir calambres y fuerzas tremendas de comerte el mundo a la vez, puede que la mezcla de geles tenga algo que ver en todo esto…
La sarra (km55) último puesto donde apoyarme en la bolsa de vida, recargo bien el género que va en reserva y alimento este tísico cuerpo, son las 17:30, muchos se retiran en este punto, de fácil acceso en coche pero no es para mí una opción. Con bravura asumo que a falta de 25km no voy a rendirme, al menos, intentarlo a sabiendas que mis planes se han ido al traste, no voy en hora pero sinceramente, en una ultra, es lo de menos el reloj, la auténtica carrera es contigo, conseguir que cuerpo y mente se aclaren y en simbiosis, dar un paso más hacia el destino.
Por delante dos cerrillos, léase en tono irónico, porque maldito el ser que puso aquello ahí… sin sendero marcado y con el sol dando de lleno en el jepeto, afronto la que se supone es penúltima subidita (+600) aunque la muy cabrona, se divide en dos partes y cuando crees haberte alzado a ella y tras correr por una amarillenta pradera aparece un último , ahora sí, subidón que aunque corto, innecesario, parece mentira que escriba esto siendo corredor de montaña.
Un oasis en la cima, no estaba en los planes, nadie habló de ello ni se le esperaba pero allí estaba, un bigbag lleno de garrafas de agua, regalo de la organización a merced del consumidor, hubiera pagado por ello.
Bajada inmensa pero agradable, el sol ya se esconde, mi sombra es cada vez más grande, corro hacia ella y, aunque no la alcanzó, sé que avanzo. Avanzo alegre, voy camino de “Sallent” larga es la bajada, sendero aquí, atroche allá y tras sentir que te alejas del pueblo, terminas por llegar, calurosa es la bienvenida, vecinos, curiosos y voluntarios no paran de aplaudir y animar, así si! Así se siente uno grande aún siendo un nadie.
Qué bien me siento, último tramo de carrera por delante, antes de salir, me visto con frontal pues la noche amenaza, comparto risas con los ojipláticos voluntarios que se sorprenden de mi humor con tal paliza (el día que deje de sonreír, preocupense por mí)
Aslfato, curioso un día como hoy, apenas 1km y como no, monte, subida de humillar para dejar el listón bien alto, observo como me acerco a compañeros y no dudo, aunque no me juego nada, el afán competitivo ahí esta y lucho por alcanzarles, animo el ritmo, aprieto los dientes y enseguida estoy con ellos, risas, saludo y paso, continuo..  último control, “sierra plana” curioso nombre para un lugar que está en la cima de un cerro, quizás visto desde arriba si sea plana.
Aquí desde luego te obligaban a sonreír, me decía el controlador que sin ello, no me fichaba, así se hacen las cosas! Por supuesto le regalo la mejor de mis sonrisas, con bien de arrugas y salgo de ahí como un obús! Ya huele!!! Dos kms de pista que devoro como si acabara de empezar, luz encendida y una senda enrevesada e inclinada me llevan hacia el lugar que llevo horas soñando, no sin antes un par de paradas para estirar, no se olviden queridos, que llevo calambres hasta en los dientes de leche pero ya no hay nada que temer. Surco los bosques frondosos de esta maravillosa tierra, cada vez están más cerca esas luces que me llevan a soñar, oigo megafonía que me llama, es el faro de guía que alumbra al fatigado corredor y no podía faltar, llego al pueblo, amables voluntarios me informan que en menos de 1km tengo el arco.
Olvido los dolores, no existen. Fuera dudas. Lágrimas quieren inundar mi vista pero me hago el fuerte, primeros aplausos, calle empedrada, un giro, dos… una calle llena de gente, una moqueta roja a mis pies y un tío al fondo que grita tu nombre… terminaste valle de Tena!!!!!
Esfuerzo, sudor y alguna lágrima valieron la pena.
16h para atravesar este espectáculo de carrera es algo que nadie me hará olvidar
Mi más sincera enhorabuena a todos mis amigos que terminaron las 8k, 4k o los que por problemas no pudieron continuar y por supuesto, mil gracias a quienes estuvisteis desde casa, perdiendo el tiempo en ver cómo y por donde iba este escuálido corredor, pensaba en vosotros.

#AGOTEAM
#LOSLOCOSDELCERRO
#TRAILVALLEDETENA
#DEJADEPENSARYCAMINA