29 de junio de 2010

Aquí el nuevo

Hola chavalotes, parece que ya además de leer ya puedo escribir, que mayor. jeje

Ante todo agradeceros el haberme enganchado de una u otra manera, a esto de correr por el monte. Unas veces al leer vuestras crónicas, otras charlando mientras compartimos caminos, senderos, etc. Gracias.

Dentro de mis posiblilidades espero aportar algo, de momento aunque sea un detalle insignificante, esa torre de vuestro (mejor nuestro cerro) que faltaba en el logo para darle ese toque de identidad que creo faltaba.

Y para despedir esta mi primera entrada, deciros a los "locos" de la Goierri, o como se llame, que estáis preparados de sobra. Habéis entrenado mucho y muy bien, mentalmente sois muy fuertes, y lo más importante es que sois "Los Locos del Cerro"

Espero poco a poco irme pareciendo a vosotros, si eso conlleva contar chistes malos habrá que intentarlo.

28 de junio de 2010

Estamos a punto

Una vez realizada la salida más larga previa a la Goi2H quisiera comentaros las sensaciones que tengo por si os sirven de referencia.
Lo primero de todo me gustaría sincerarme y pedir disculpas porque en algún momento llegué a dudar que alguno terminara la carrera. Sin embargo el sábado me di cuenta de que no sólo todos tenemos ganas sino que poseemos lo que más importa en estos recorridos: una mente fuerte y mucha capacidad de resistencia. Está claro que el final de la carrera será duro para todos y es mejor estar concienciados de ello, pero nada imposible para gente que está dispuesta a salir a última hora de la tarde y hacer un recorrido exigente sin quejarse por nada. Es cierto que el otro día cuando terminamos, las piernas estaban cansadas y que más de uno pensamos en lo que quedaba más que en lo hecho; sin embargo, también es cierto que nos faltaban 16 horas para terminar de completar el reto. Da tiempo a descansar o a terminar andando. Tenemos mucho margen.
Está claro que el grupo será el apoyo ante algo imprevisto, que es lo único que no nos permitiría acabar. En una situación normal lo vamos a lograr con cansancio pero con solvencia.
Lo único que yo corregiría es la velocidad a la que anduvimos y corrimos. No es necesario, si sólo pretendemos acabar, llevar un ritmo que a alguno nos pueda pasar factura cuando los kilómetros vayan cayendo. Es decir, podemos tener problemas musculares por habernos exigido al principio cuando no los hubiéramos tenido de ir más lentos. Creo que ahí puede estar la clave para que no haya ‘sustos’.
Vosotros diréis.

22 de junio de 2010

¿Por qué locos?

Os miraba desde lejos
y envidiaba vuestros pasos.
Constantes, firmes, decididos.
Os miraba desde lejos
y en silencio pensaba
¿seré yo capaz?.
Os miraba desde lejos
y admiraba vuestra fortaleza.
Inquebrantables espíritus de lucha,
caballos de batalla,
máquinas de lo sobrehumano,
intratables caballeros
de zancada larga
y torácica armadura.
¿De dónde sacáis la fuerza?.

Ahora ya lo sé,
os mueve la ilusión.
No hay un fin concreto,
al menos comprensible.
El movimiento es el fin
en sí mismo.
Vosotros no corréis,
os mueve la pasión.
Vosotros no sufrís,
sentís a la madre tierra.
Vosotros no desfallecéis,
transformáis la energía.
Vuestro motor es el corazón.
Por gasolina tenéis el aire.
Destino ¿quién quiere destino?

Os llaman locos,
locos porque os atrevéis
con lo que muy pocos se atreven.
Lo que no ven
es que vosotros sabéis disfrutar
de la eternidad del instante.

17 de junio de 2010

Un buen regalo

Debo de reconocer que me levanto bastante tranquilo porque no me siento presionado para terminar el MAM. Hace justo 28 días me hice un esguince de grado 2 y no tengo claro que pueda acabar la carrera. Lo malo: dos semanas en el dique seco, otra medio trotando y tres salidas de más de 15 kilómetros con dolores son un corto bagaje para lo que se avecina; lo bueno: en teoría, el fondo lo tengo y la última salida, el jueves anterior al MAM, disfruté corriendo por vez primera en cuatro semanas.
Pistoletazo de salida (es un decir claro) e inicio la subida a Bola. Noto que las cuestas no son problema para mí porque voy sin dolores y subiendo sin apenas esforzarme. Primer problema: en los pequeños rellanos que atravesamos el tobillo me duele más que ningún día lo cual me preocupa mucho.
Llegando casi a Navacerrada me llama la atención un corredor con chubasquero amarillo que anda rezongando por un problema con el material. Pienso: ‘No te queda ná’.
Arriba nos reunimos el grupo menos ppong que enfila hacia Bola.
Este tramo lo hago feliz porque veo que paso a la gente sin el más mínimo esfuerzo y sin apenas subir pulsaciones. En Bola bajo sin esperar pensando en que haré una bajada lenta. Será el principal test para ver cómo estoy realmente. Al poco de empezar tengo que recurrir a toda mi fuerza mental para no hundirme: lluvio me pasa como una exhalación y voy lentísimo. El pie me duele mucho y no consigo a veces ni correr. Intento engancharme a los que pasan lentos para que me sirvan de referencia y alimenten mi moral pero voy como un caracol. Trato de fijar mi atención en el camino y olvidarme del puñetero tobillo infructuosamente. Los pequeños repechos son un bálsamo para mí. Lo peor de todo es que, cuando llego a Cotos, lo hago con el resto de los compañeros a pesar de que he tratado de ir a tope: voy a ser una rémora y no voy a poder seguirlos. Y esto no ha hecho más que empezar.
Es entonces cuando decido que este MAM tiene que ser una prueba individual y que tengo que afrontarlo solo. No quiero que nadie espere por mí pues la decisión de correrlo en mal estado físico es mía. Pienso incluso que no podré llegar bien de forma al Goierri y empiezo a sopesar rajarme porque no quiero ir allí para no terminar.
Recurro incluso al plan B y pienso dónde puedo acortar. Comienzo a subir el Peñalara con muchas ganas, pasando a un montón de gente y sin ningún dolor. Recupero la fuerza mental y recompongo la estrategia: ahora se trata de tirar adelante con un único objetivo: terminar el MAM y demostrarme a mí mismo que puedo superar los problemas que surjan en el Goierri. Lo he hecho muchas veces cuando era montañero y sé que tengo capacidad para hacerlo de nuevo.
Curiosamente aparece de nuevo el corredor del chubasquero amarillo protestando ya cabreado por no sé qué. Es la viva imagen de la impotencia y gasta fuerzas en aspavientos.
A partir de Dos Hermanas, busco a ppong y lluvio que van por delante (el padre de Mikel ha comentado que este último nos saca 5 minutos). Conozco la zona y empiezo a extrañarme de que ninguno de los dos aparezca y para mi sorpresa me los encuentro casi en el mismo pico. Eso me da moral aunque llevo rato pensando en la puñetera bajada. En ésta otra vez me empieza a pasar gente pero esta vez ya estoy preparado y asimilo sin problemas el que me deje atrás todo el mundo. Además me he dado cuenta de que el dolor es intenso pero estable. No va a más lo que me supone una nueva inyección de moral. He decidido que voy a afrontar Cabezas: a la porra el plan B. Paso por el puerto sin apenas pararme y enfilo hacia Cabeza de Hierro con muchos dolores en la zona del asfalto, que me obligan casi a ir andando.
En los repechos anteriores al pico, alcanzo a lluvio y ppong que van muy lentos. Me da una alegría enorme y por vez primera pienso que puedo terminar el MAM aunque sea andando. Veo a ppong un poco hundido lo que me resulta extraño (yo no sabía nada de la mala semana que llevaba). Sigo adelante e inicio la subida con mucha clama pero a ritmo constante. La subida es durísima pero llevo muy reguladas las pulsaciones. Voy al 70 % de esfuerzo pensando en la horrible bajada que me queda. Me encuentro nuevamente (en las anteriores me pasó igual) con uno de los siete supervivientes, Enrique, al que conozco de algún entreno con el Tierratrágame. Le comento mis problemas y me dice que vamos hacia las 7 horas y que incluso andando lo terminaríamos. Eso me da mucha moral. Cumbreo y viene la parte peor del recorrido. Lluvio me vuelve a pasar y tengo que ir casi andando. Me parece que pierdo tanto tiempo que empiezo a mentalizarme por si me alcanzan los compañeros y me pasan. Sé que a esas alturas tendrán que seguir a su ritmo y que mi batalla es personal. Feliz en las subidas (iba incluso fresco pasando siempre a gente ya muy hundida) y casi llorando en las bajadas: eso sí, sin pensar ya en ningún momento en abandonar. Lo peor hasta Navacerrada: el pequeño tramo de hormigón con un fuerte dolor en el tobillo que me obligó a andar en algunos momentos. Lo mejor, el recibimiento de la gente del club: no tiene precio que alguien se moleste en subir hasta allí para darte dos minutos ánimos. Gracias a uge y a pablobur decido que el último tramo de bajada no lo haré andando como les había comentado sino que intentaré hacerlo corriendo a pesar de lo que me duele el tobillo. Consigo bajar con cierta solvencia hasta los últimos dos kilómetros donde me hundo un poco.
Para mí la experiencia ha sido totalmente positiva. Después de haberlo descartado, terminar el MAM ha resultado para mí un regalo inapreciable. Gracias a todos por vuestra confianza y perdón por no haber ido con el resto. Espero poder recompensaros en el Goierri.

16 de junio de 2010

A la tercera va la vencida

Llegó el día del MAM, tan esperado, 13 de Junio de 2010, un gran día. Me asomo a la ventana y amenaza lluvia, hace viento y en las cumbres puede hacer frío. Primera decisión del día: como mínimo hay que llevar cortavientos, gorra, buff y guantes. A lo mejor no me sobran dos camisetas.

Este va a ser mi tercer asalto al MAM. El primer asalto se truncó hace tres años, un mes antes de la carrera por una caída cruzando el Navalmedio. Desde luego este año no me caeré allí, ya sé por donde hay que pasar. El segundo asalto se truncó el año pasado por el esguince al empezar a bajar de Peñalara. Este año estoy menos entrenado, pero voy a terminar. Estoy decidido.

Desayuno muy generoso, ducha, vaselina, elegir ropa para antes, para mientras y para después. Continua el ritual. A las 7:00 en la urbanización del maestro Prisillas, que va a por su decimocuarto MAM, es unos de los siete megasupervivientes que quedan. Llegadas al polideportivo de Cercedilla, muy bien acompañado de los Locos del Cerro, al final estamos los siete, algunos medio convalecientes todavía: Ppong, Prisillas, Fernan, Míkel, el HermanodeAlex, Lluvio y el que suscribe. Saludos, ropero, últimos preparativos y al control de dorsales.

Entre conocidos, compañeros de club, foreros medio conocidos, amigos de algún amigo, gente con la que he compartido algún entrenamiento, etc. conozco de algo a aproximadamente un tercio de los que estamos por allí, menos conocidos que el año pasado. A los demás no los conozco y curiosamente, entre éstos predomina una estética absoluta de corredor de montaña: caras afiladas, tatuajes, algunos piercing, piel más curtida, barba de tres días, en definitiva me faltan todas esas cosas y me sobran unos veinte años para parecerme a ellos.

Tras algún homenaje y la confirmación de que no se acorta el recorrido, se da la salida. Nos avisan de 0º en las cumbres y 50 m de visibilidad, estamos a 1200 m y ahora no hay otra cosa que hacer que subir y subir y subir.

A los 4 km de empezar a correr, me adelanté un poco al grupo para hacer un pis, me adelantaron todos y ya no abandoné la última posición hasta después de meta. Al principio iba el último, pero juntos, luego nos agrupábamos en los avituallamientos y después del primer paso por el puerto de Cotos me quedé definitivamente solo, siguiendo a mi amigo Prisillas que decidió dedicar el día a cuidar de mi.

Hasta el alto de Guarramillas fuimos más o menos en lo previsto, algo más lento que el año pasado, pero bien. Arriba hacía frío. La bajada por la Loma del Noruego fue más lenta de lo que a mí me hubiera gustado, pero no iba mal y llegué al puerto de Cotos como nuevo.

Subida a Peñalara. Se me hizo muy pesada, mucho más que el año pasado. Con la niebla, no veía el final y nunca llegaba. Arriba, 3h11’, más lento que el año pasado en 10’. Bajado prudentísima por Dos Hermanas, creo que demasiado despacio y por tanto retener empezaron a montarse los cuadriceps. Demasiado pronto, sólo llevábamos 22 km. Así llegamos al segundo paso por Cotos y me encuentro realmente cansado después de 3h40’, tengo que aprender a hacer esta bajada sin cansarme tanto. Prisillas no para de darme ánimos y busca la compañía de algún cómplice más que le ayude en la subida más dura del día.

La subida a Cabezas es dura sí o sí. Prisillas se empezaba a aburrir de mi ritmo, pero aguanta como un campeón, sube, me espera, da ánimos al personal, no para. Yo sigo a mi paso, me adelantan cuatro o cinco personas y adelanto a otros cuatro o cinco. Creo que no hice una mala subida, peeeero, al llegar arriba, ALARMA, me encuentro vacío. No soy capaz de correr ni cuesta abajo. Como, bebo, descanso en una piedra y voy andando con la esperanza de que el gel y el agua hagan efecto. Prisillas se pone pesadísimo con que no me pare, pero no sabéis qué pesado (muchas gracias, amigo). Cuando se asegura de que voy a terminar, se marcha a por Luis y Míkel que van a lo lejos.

Al poco rato llego a Bola por segunda vez. Me empiezo a encontrar más fuerte, pero aún me duelen las piernas al trotar. Y de repente, SORPRESA, cuando más empinada se pone la cuesta y la gente tiene que ir andando para no rodar, yo recupero las fuerzas y bajo trotando. En el Puerto de Navacerrada me encuentro con Pablo, Uge y Chema que me dicen que Prisillas, Míkel y Luis han pasado por allí hace tres minutos. Bebo algo y relanzo a por ellos, voy adelantando a gente, pero ni les pillo ni le veo, hasta que llegando a Cercedilla se vuelven a montar los cuadriceps.

Unos metros andando, salgo del Camino del Calvario y oigo la megafonía a lo lejos. Estoy terminando, recompongo la figura, brazos en alto, aplausos. Después de 7h08’ soy un superviviente. He tardado, pero lo he conseguido.

Y me están esperando los otros seis supervivientes, locos del cerro. ¡Qué buen final de etapa!

El M.A.M. de M.A.

 No hay nervios, no hay miedo… la salida está a punto de producirse y no tengo la sensación de que voy a hacer algo importante, lo mejor del MAM            ya ha ocurrido, nos hemos juntado los siete esperando ese bocinazo que nunca llegó.
 A la voz de “YA” comienza la carrera, esta vez es diferente, esos miedos y dudas del año pasado no aparecen por ningún sitio, esta vez sé que puedo con ella, y tal vez por ello la emoción sea menor, no así el trabajo, sobre todo el mental, que fue intenso durante toda la prueba.
 Tras el “batacazo” del Mapoma tenía claras una cosa con respecto a este MAM, y es que no podía hacerlo forzando a tope como en la anterior edición, entonces fue mi objetivo principal, el lugar en el que darlo todo, este año es un paso más en la preparación de algo muy grande que poco a poco se va acercando. Con esos pensamientos en mente, controlar los ritmos para que no fueran excesivamente rápidos fue más sencillo, el hecho de pensar en que al llegar a meta había que dar la vuelta y empezar otra vez es capaz de amarrar al más valiente.
 Con la mente ocupada la subida hasta el Puerto de Navacerrada fue sencilla, esta vez no intenté mantener los pies secos, muchos cruces a un río con gran cantidad de agua aseguraban que en alguno de ellos caería, así que disfrute como un enano chapoteando entre las piedras, sin problemas, excepto por no seguir las marcas y tener que hacer algún escorzo para saltar la valla en la subida a Bola, disfrutando en la bajada por la Loma del Noruego, despacio pero sin los miedos de la salida anterior, con fuerza en los pequeños repechos y con la sorpresa de alcanzar a Fernando cuando estábamos llegando a Cotos, señal de que su tobillo no estaba recuperado del todo.

 La subida a Peñalara es más dura de lo que puede parecer en un principio, es muy “cabrona”, es tendida y se deja correr, para mi es la que al final de la carrera marca diferencias, no por el tiempo que en ella hagas, sino por el desgaste que produce. Con ese pensamiento en mente salí de Cotos tras agradecer a mi padre su presencia allí, no sé si me anima o me deprime, pero es bueno verle y saber que está cerca. Esta vez subí despacio, controlando pulsaciones, viendo como Fernando olvidaba su dolor y subía como una exhalación hacia la cumbre, controlando y manteniendo a tiro al bueno de Luis Ángel, que para olvidar dolores aumentaba el ritmo. Por detrás quedaban Josema y Despacio, muy por delante Lluvio y Ppong. Siete locos en busca de un sueño, siete locos separados por unos metros y unidos por una ilusión.
 Aquí fue donde se rompió el grupo, mi miedo a quedar atrás en los descensos y el frío que hacía en la cumbre hicieron que no me parase a esperar allí arriba, tras el rodeo de rigor al vértice geodésico, me lancé en “tumba abierta” (jejeje) de nuevo al avituallamiento de Cotos. Nuevamente sorprendido por mi “capacidad” para el descenso, ya que incluso con vaciamiento vesical por medio alcance a Luisete, me di cuenta de que yo soy muy malo bajando… pero los hay peores.
 Sin saber porqué, el dúo dinámico que habíamos formado tampoco esperó antes de encarar los tubos, haciendo suposiciones a posteriori quiero pensar en que sabíamos que Pepe estaba en buenas manos, personalmente puede que influyera otra vez la experiencia del año pasado, en la que hacer los tubos con Josema y Alberto en plenitud de facultades resultó bastante duro debido al fuerte ritmo que llevaron, ritmo para el cual no estaba yo preparado este domingo. De manera que lentamente, despacio pero sin pausa, mucho más tranquilo que el año anterior, atravesamos el bellísimo bosque que nos lleva al matadero, esa subida dura y descarnada en la que “el pasito pa’lante y el pasito pa’tras” pasan a tener sentido, ese tramo en el que tienes tiempo de pensar en todo y nada, en el que subes más con el corazón que con las piernas. Este año lo he sufrido, ha sido un buen entrenamiento mental, físicamente no había problemas para subir, primero un paso, luego otro, las fuerzas estaban ahí, el ritmo era lento pero constante, demasiado lento tal vez, empieza a hacer mella el que otros corredores te adelanten… ¿qué hago aquí?... ¿vale la pena sufrir?... no me duele nada, tengo el pulso controlado… ¿por qué estoy pasándolo mal?... Me paro para dejar que un grupo de tres o cuatro corredores me adelanten, miro atrás, entre la niebla se divisa la Sierra, espectacular, un rosario de corredores suben por la pared con más pena que gloria, al fondo Prisillas viene como una moto, un poco por detrás veo a Pepe… los malos pensamientos se desvanecen como la nube que acaba de irse, dejándonos contemplar la majestuosidad de las Cabezas de Hierro… un pie, otro pie… ¡llegamos!
 Reunión en el avituallamiento de Cabezas, con la idea de no quedarme atrás salgo de nuevo antes que los demás, y de nuevo acabo unido a Luís, haciendo por una vez de maestro en el arte de saltar los riscos, totalmente recuperado del bajón “tubárico”.
 A partir de ese momento y hasta el Puerto todo fue según lo previsto, recupero mi ritmo objetivo de cara a la Goi, trotando en las bajadas, en las subidas andando más o menos fuerte dependiendo de la pendiente, y trotiandando en los 7 metros llanos que encontramos en toda la carrera.
 Fue en el avituallamiento del Puerto donde llegó el último problema, y único que me tiene algo preocupado en espera de lo que pueda ocurrir, y es que, tras un corto rato de charla con los chicos del Castillo (gracias por venir chavales), tenía unas ganas enormes de llegar, quería acabar, así que decidimos bajar otra vez sin esperar, de un tirón hasta la meta.
 Siete horas después nos reunimos de nuevo los siete.

Todo el agradecimiento del mundo a los chicos de la organización, a los que marcaron el recorrido y sobre todo a los de los avituallamientos, sin cuyas sonrisas y ánimos hubiera sido mucho más difícil llegar. Muchas gracias también a Fernando Tomé por su maravillosa foto.


Pinceladas

  • Pepe, ejemplo de perseverancia, superación y meta.
  • Los voluntarios y su sonrisa. La sombra en la de Ppong. Experiencia y ejemplo.
  • El de la larga trenza con bastones va ha hacer la Ehunmilak.
  • Latidos de corazón. Presión en la sangre. Tensión en los músculos.
  • Prisi, el megasuperviviente. Valedor de la doble A en mayúsculas.
  • Gorilas en la niebla.
  • El olor a hierba mojada. Pies empapados. Regatos. Agua gélida.
  • Lluvio, la fuerza. Adrenalina en estado puro. Locura a raudales y cuesta abajo.
  • Cansancio.
  • El cerro es minúsculo.
  • Hoy no había cabras montesas.
  • Fernan, la tenacidad. Capacidad de superación. Estar ahí, incontestable.
  • Guarramillas. Peñalara. Cabezas de hierro.
  • Piedras, barro, tierra, ramas, canchales, piornos y raíces. Naturaleza viva.
  • Nubes y claros.
  • Sientes lo que significa vivir. Olvido de lo material.
  • Mikel, compañero de viaje. Constancia. Despacito pero sin pausa. Corage y valor.
  • Alma en cada paso. Sudor. Ilusión. Dudas.
  • El soniquete que distrae mi mente durante toda la carrera me ayuda a superar el tiempo.
  • Anhelo de los seres queridos. Memoria.
  • C.D. El Castillo de Villalba.
  • Compañeros y familiares en los avituallamientos que recuerdan un motivo más de porqué estamos ahí.
  • El porqué de las horas robadas a la familia.
  • El siete, un número mas redondo que el cero.
  • Agua que recorre la garganta y aplaca la sed.
  • Aristas. Carácter. Principio y fin.

Todo esto y mucho más que no se puede explicar es el MAM.

14 de junio de 2010

100, 143, 45, 4, 217, 64 y 135

Ayer los números mostraron su alma. 42,64 kms. de esperanza. 2483 mts. en que subimos a lo mas alto. 2483 mts. en que bajamos como locos. Entre 6 y 7 horas en que nuestros corazones latieron a una media de 159 pulsaciones por minuto. 08:59 min/km de media en que fue visitada nuestra querida sierra (¿alguien se fijó en lo pequeño que se ve el cerro desde el alto de guarramillas? parece el botón donde martín encontró su ratón).

Podría escribir una entrada emotiva y de las que tocan el corazón, pero mis letras no están a la altura y para eso espero ansioso la de nuestras mejores plumas. Es por ésto que voy a intentar condensar en unas pocas líneas lo que 07:01:25 hrs. supusieron para mí en el día de ayer.

La noche fue terriblemente mala. Ya se auguraba y la realidad no quiso faltar a la previsión milimétrica de mi mente cuadriculada. No llegaron a 3 hrs. las que dormí seguidas y a 5 las que pude juntar en total de descanso, pero la ocasión lo hacía inevitable. 6:20 hrs. Suena el despertador. Me pongo en pie y termino de preparar la mochila y me visto. Parto para el lugar de encuentro, donde hemos quedado a las 6:55. Lluvio irá a por Ppong y el resto nos damos encuentro en la urbanización de Prisi. Subimos a Cercedilla cargados de ilusiones y manojos de nervios. Se acerca la hora de la salida. Ya hemos pasado el control de dorsales y nos anuncian que arriba hace una temperatura de 0º (ni frío, ni calor) y que la sensación térmica es menor, pero que a pesar de haber una visibilidad de 50 mts. por la niebla se mantiene el recorrido original. Aplausos de aprobación.

8:07 am. Se da el "pistoletazo" de salida y nuestras ilusiones pronto comienzan a pisar hierba verde. Luce el sol y la montaña está deseosa de que pisemos sus entrañas, bebamos de sus fuentes, nos arañemos con sus retamas, nos empapemos de sus ríos y la vivamos plenamente. La ascensión hasta el puerto de Navacerrada no entraña dificultad alguna y llego muy entero. Mejor de lo que había pensado.

Reunión de grupo (Lluvio y Ppong ya habían tirado para arriba) y a afrontar el alto de Guarramillas (2258 mts) por la pista, paralelos al telesillas. Subo controlando y de nuevo me sigo encontrando bien. El gemelo desde que he empezado me molesta, pero de momento es algo sin significación. Espero que siga así. Acabamos de coronar la primera gran subida de la etapa. Nos quedan dos "gordas" más. Giro a la izquierda, bajamos un poquito, avituallamiento líquido y para abajo dirección Cotos por la loma del noruego. Bajo muy bien, controlando mucho para no cargar demasiado el gemelo, pero con muchos ánimos. Llegada al puerto de Cotos donde me sorprende mi padre, cámara en mano, para retratarme y fijar un recuerdo sobre papel. Nos reunimos en el punto Prisi, Mavegam, Despacio y yo. Fernan, Lluvio y Ppong ya ha continuado la marcha. Comenzamos la ascensión hasta el pico de Peñalara, el más alto de la comunidad de Madrid. Ésta no es muy difícil, salvo los últimos kms. que son algo técnicos y las piedras resbalan bastante. Además, con la niebla la sensación térmica hace que sienta casi frío, a pesar de ir sudando. Corono Peñalara (2428 mts) y después de dar la vuelta al vértice geodésico enfilo la bajada de nuevo a Cotos. De nuevo también con mucho cuidado de no sobrecargar demasiado el gemelo, ya que cada vez me molesta más. Llegada a Cotos y reencuentro con mi padre y con el padre de Mavegam. Vamos bien y tomo conciencia de que si no ocurre nada grave el MAM está casi hecho.

Después de la llegada de Prisi, que como siempre antecede la A de Amistad a la de Atletismo, Mavegam y yo decidimos salir en dirección Cabezas de hierro, mientras Prisi espera a Despacio. Nos encontramos con Chema que iba a vernos y le saludamos "mas o menos" rápido. Después de cruzar por un pequeño bosque que me sería más bonito si no fuera mirando todo el rato al suelo podemos vislumbrar una hilera de compañeros que afrontan la subida a Cabezas. Sin prisa pero sin pausa, pasito a pasito y después de agradecer el buen tiempo que está haciendo para correr, llego al alto de Cabezas (2346 mts). Espero a mis compañeros y llegan Prisi primero, después Mavegam y finalmente Despacio. De nuevo Mavegam y yo continuamos por la cuerda larga y Prisi se queda con Despacio.

La cuerda larga es la famosa M, donde después de bajar desde Cabezas subimos Valdemartín y bajamos de nuevo para subir a bola. En bola oigo a lo lejos un "Te vi'a crujir vivooooo" y veo a Prisi que viene como una exhalación a mi caza y captura, la cual se produce poco antes de coronar bola por segunda vez en el día. Avituallamiento para reunirnos con Mavegam y continuamos hasta el puerto. La bajada de bola por la pista se me hace durísima. Las piernas cansadas y el gemelo a reventar hacen que se me carguen demasiado los tobillos, pero después de un rato y un poco de paciencia llego al puerto donde nos están esperando PabloBur, Uge y Chema para darnos los últimos ánimos. Un par de minutos de charleta en el avituallamiento y enfilamos Mavegam, Prisi y el que suscribe los últimos 7 Kms que nos llevarán por el camino que subimos de nuevo al polideportivo de Cercedilla. Qué distinto se ve el Wistler corriendo a como yo lo conocía con la MTB. En la bajada se me carga el cuádriceps izq. y me tengo que parar a estirar (lo mismo me ocurrió bajando de Valdemartín con el derecho) y le digo a Mavegam que siga. Después de estirar y por la euforia de llegar me pongo en algunos puntos a 4:24, 4:13, 4:06, paso como una exhalación a Mavegam que estaba reponiendo en el último Avituallamiento y sigo sin parar, hasta que caigo en la cuenta de que me quedan unos 3,5 Kms y que a ese ritmo muero. Me pongo a andar y me pasa Mavegam. Le vuelvo a pasar al poco y aquí la sorpresa del día. Unas cuantas vacas con los terneros ocupan el camino, las azuzo con la mano para que se aparten y todas se quitan menos una, que da unos pasos para apartarse y según paso a su lado se da la vuelta y me embiste. La recorto y salgo a sprint. Suerte que apenas dio unos pasos mas detrás mía y a las voces de "Además de un valiente eres un torero" que me regalaron un par de voluntarios que había en un alto y que lo habían visto todo decidí que ya estaba bien por hoy y que me tocaba andar. Me había dejado todas las fuerzas en el sprint. Me pasa Mavegam y los últimos 3 Kms. me los tomo muyyyy tranquilo. Caminando y corriendo llego hasta la entrada del pueblo, donde retomo la carrera y vislumbro el arco de meta y a Prisi al fondo. Levanto los brazos, trago saliva, se me empañan los ojos, pasa por mi mente mi hija y las horas que no pasa con su padre por los entrenamientos y la carrera y cruzo el arco de meta para fundirme en un abrazo con Prisi y Mavegam, Fernan, Lluvio y Ppong. Lo que parecía imposible se ha hecho realidad. Al poco llega Despacio, que hace que el 7 sea un número dichoso, porque 7 partimos a la mañana y 7 llegamos a meta y nos convertimos en "SUPERVIVIENTES". Gracias a los 6 por enseñarme esta locura y compartirla conmigo.

Sólo me queda hacer una mención especial a un grupo de personas enormes de corazón que aunque ellos no lo sabían también corrieron conmigo el domingo y éstos son mis compañeros de MTB, que fueron los primeros que me enseñaron que siempre se puede llegar más allá, siempre se puede sufrir un poco más y siempre te puedes superar aunque te creas desfallecer. Todos y cada uno de mis pasos de ayer fueron también EN VUESTRO HONOR. Gracias aberronchos.

Como siempre y todo en esta vida, no todo podía ser bonito ni perfecto y es que a pesar de ser preciosa y poder exprimirla cada minuto, la hija de puta siempre tiene su sombra y esta vez se dibujó en la fuerza que tuvo que hacer Ppong para sonreir. Desde aquí quiero mandar mi más fuerte abrazo al gran Maese y amigo Ppong, para que el ultra que le está tocando correr en los últimos meses tenga un final igual de bonito que los que ya ha terminado en competición y porque esta vez la vida sólo sea "hija putilla". ÁNIMO AMIGO.

Sé que me dejo a muchos, pero este ladrillo ya pesa y el resto ya sabéis lo que podría escribir aquí, así que espero vuestras crónicas y sentimientos. Los datos de la carrera los podéis ver aquí:
http://connect.garmin.com/activity/36894260

¡¡¡AUPA LOS LOCOS DEL CERRO!!!

11 de junio de 2010

Cita con la Épica.

Ya nos esperan desafiantes nuestras queridas cimas del MAM, Guarramillas (2258 mts), Peñalara (2428 mts) y Cabeza de Hierro (2383 mts). Este año seguramente pudorosas con sus velos de niebla y frias quizá por el tiempo que las hemos hecho esperar... pero nuestras piernas ansiosas se pondrán en marcha una vez más.
Y así haciendo piña como piqueros de los Tercios de Flandes o como Legionarios romanos en la batalla nos daremos el ánimo, las fuerzas, el empuje y hasta el tobillo sano que pueda necesitar el compañero.
Todos y cada uno de nosotros saldremos con la mayor ilusión, no lo olvideis, el objetivo será llegar todos y disfrutar del fuerte abrazo unidos al cruzar la meta. Este año más si cabe si el terreno no acompaña, poniendo los 5 sentidos en cada bajada y dando la voz de alerta ante cada piedra mojada.
Somos Locos del Cerro, nuestra locura no es la de alcanzar lo imposible es la bendita de tener el coraje, el ánimo y la compañía para intentarlo.
¡¡ A por ello Locos !!.

7 de junio de 2010

El viejo rockero y el joven padawan

A una semana vista del MAM hilamos un nuevo entrenamiento, el último fuerte hasta el gran día. Como últimamente viene ocurriendo, no conseguimos coincidir todos el mismo día, por lo que quedamos emplazados a las 7:30 un viejo rockero, aún convaleciente de su lesión de tobillo y el joven padawan que dispara estas letras. Nuestro objetivo: salir del ventorrillo; subir por pista hasta el mirador de las canchas; continuar por la tubería hasta el alto de las cabrillas; bajar por éstas hasta el puerto; camino Smith hasta el desvío por Collado Ventoso; subir por éste hasta 7 picos; recorrer los siete picos dirección alto del telesillas; bajar de nuevo al puerto; y volver al coche por El Calvario. Todo esto que escrito parece mucho, la verdad es que se me hizo casi corto y todo gracias a la grata conversación con el viejo rockero. Si no hubiera sido por el dichoso tobillo él y por el santo gemelo yo, habría sido una salida rayante con la perfección. Una temperatura muy agradable; un caballo "salvaje" montando una yegua en la ida; Unas vistas memorables; Paisajes y paisanajes de novela; recuerdos, vivencias y sentimientos hechos palabra; chistes (malos) y cancioncillas; isostar, mochilas y trabuccos. No faltaba nada. O casi nada. Porque a decir verdad, nos faltaron el resto de locos del cerro, que tampoco se quedaron parados el día de antes y ya habían hecho sus deberes. Todos, excepto uno, al que esta vez se le perdona porque fueron causas de fuerza mayor.

FELICIDADES LLUVIO, PORQUE YA ERES TÍO

Ya nos contarás qué sientes, cómo se llama la criatura y aunque realmente pueda ser feilla (la mía lo era) lo guapa que te parece y lo perfecta que ha salido. Un abrazo fuerte amigo.

Los datos de la salida aquí: http://connect.garmin.com/activity/35958129

4 de junio de 2010

Algunos buscaban novia

Un loco del cerro encontró a una loca de la montaña y le dijo que si quería que la jumeara. Adjunto el documento gráfico



Fue ante todo muy romántico.

De luces y sombras

Después de una temporada jodida y de "pasarlas putas" con el bendito factor psicológico y la lenta recuperación de sobrecargas y dolores, el jueves asomaron unos tímidos rayos de sol entre los nubarrones. Semanas de altibajos estaban marcando negativamente la preparación del MAM y la G2H. No terminaba de encontrar mi ritmo, iba incómodo, con molestias desde el principio. Empezaba a ser negativo y corriendo me cambiaba casi hasta el carácter, pero el jueves todo cambió. La entrada de Mikel diciendo que la G2H estaba enturbiando nuestro primero objetivo me hizo entender bastantes cosas y me dio algo en qué pensar. A ésto ayudó la fabulosa idea de Prisi de hacer el mismo recorrido que ellos hicieron el año pasado. El resumen puede ser:

  • Comencé con mis ya asiduas molestias en el gemelo derecho, pero aguantando el tirón.
  • Fui todo el camino reservando, para evitar sobrecargas que me volvieran a enturbiar la salida.
  • Psicológicamente logré sobreponerme a los pensamientos ultras y fui todo el rato centrado en el MAM y en una canción que no sé porqué se me pegó por la mañana en esta cabeza de chorlito.
  • Me costaron mucho las bajadas. Las piernas pesadas y un poco de miedo no me dejaron bajar como el año pasado cuando preparamos Las Dehesas.
  • Llegué bien, con las fuerzas mermadas pero con la conciencia de que con un poco de sufrimiento, el tiempo que sea necesario y la adrenalina del momento, el MAM puede ser posible.
En definitiva y a falta de hacer un detalle pormenorizado de muchas otras conclusiones, esto me ha dado el empujón psicológico que me faltaba. Para más alegría, no tuve molestias en todo el día y hoy me he levantado con el gemelo en perfecto estado, las piernas un poco cansadas, pero en general dispuesto a pegarme otra salidita este fin de semana.

En cuanto al MAM, al grupo y los ritmos, como bien dice Mikel, tendremos que hablarlo, pero me temo que este año quizá tengamos que sacrificar el grupo, sobre todo porque psicológicamente puede ser duro, por ejemplo, para mí, por ir pensando en que soy mas un lastre que una compañía.

Repetir que el Lluvio nos volvió a dejar con la boca abierta, Prisi enorme, Mavegam y Pepe con su ritmito, sin prisa pero sin pausa. Fernan, se te echó mucho de menos y nos acordamos de ti, sobre todo cuando veíamos a las parejas de la guardia civil.

Para finalizar ¿alguien sabe a partir de qué altura les empieza a faltar el aire a las moscas? Os aseguro que en los tubos aún tienen suficiente para incordiar. (Por cierto, "QUÉ BUENA ESTABA LA MORENA Y CON QUÉ TRES EMPANAOS IBA")

Tubos

Como decíamos ayer... había que olvidar por un momento el ultra-fondo y empezar a preparar el MAM. No se nos ocurrió nada mejor que subir "los Tubos de Cabezas", claro que, había que darle algo de emoción antes y después, así que repetimos el entrenamiento del año anterior.

 Conclusiones personales:

  • Físicas: Creo que no voy mal, sin dolores raros durante la salida, muy bien en cuanto a pulsaciones, con buenas recuperaciones tras los grandes esfuerzos y con la sensación de ir cómodo en casi todo momento. Creo que he encontrado un ritmo que me va muy bien, estoy prácticamente seguro de que hubiera podido dar otra vueltecita igual sin mucho sufrimiento, siempre que hubiera llevado algo más de agua, los dos bidones se quedaron cortos.
  • Psicológicas: Unas cuantas dudas que tendré que resolver, la primera es con respecto a las bajadas, me están resultando más complicadas que el año pasado, no encuentro la forma de ir rápido y no es por falta de fuerzas... La segunda me complica un poco más la vida, es con respecto al grupo y las grandes diferencias de fuerza que tenemos este año y la poca capacidad con la que me veo para aumentar mis ritmos, supongo que será por el entrenamiento llevado hasta el momento... por lo que en algún momento de la salida de ayer me planteé el hacer el MAM más o menos en solitario (a desarrollar todos los motivos y soluciones en un futuro post).
En cuanto al resto de Los Locos... Prisillas está inconmensurable, fuerte como nunca le había visto, lo de Lluvio es un caso aparte, si entrenase dos días seguidos sería capaz de llegar muy lejos, el Sr. Despacio, poco a poco y sin hacer ruido siempre está ahí y para terminar ElhermanodAlex... al que le costó un poco más pero acabó cumpliendo como un jabato.

Sin más, os dejo el recorrido de ayer:

          

1 de junio de 2010

Piensa en MAM

Desde este momento me olvido de la Goi hasta nueva orden y dedico todo mi esfuerzo, físico y mental, a esa gran carrera que nos espera... ¡el MAM es nuestro señores!


Acojona ¿verdad?