26 de septiembre de 2011

SIGO SUMANDO-La Crónica (2ª parte)

Lo habíamos dejado poco antes de llegar a la subida de La Barranca, con el garmin sin batería pero con la compañía de Inda. A decir verdad unos kilómetros antes estábamos compartiendo “viaje” con dos grupitos, en uno de ellos formado por Luis Arribas con su recién estrenada camiseta de RANNING y su inseparable sombrero.

Al poco de pasar la cancela y antes de llegar a la pista, aprovechando la bondad del terreno di buena cuenta de un gel acompañado por un buen trago de agua, para afrontar con energía extra la subida hasta el control.

Momento de dudas, no por falta de fuerzas o por fallo de coco. Unas ligeras molestias en las plantas de ambos pies me recordaron lo vivido en este mismo lugar hace casi un año. Esos recuerdos avivaron en mi interior unos pensamientos nada positivos, de hecho Inda algo intuyó al preguntarme por primera vez que tal me encontraba. Posiblemente mi falta de conversación podía mandar señales de emergencia.

Sin embargo el ritmo no era malo, al contrario, empezábamos a pasar compañeros de aventura. Este factor me ayudó a venirme arriba y enseguida estábamos sellando y reponiendo agua en el control. Sólo faltaba averiguar donde nos esperaban los nuestros.

Antes de partir hacia Cercedilla
Apenas 200m carretera abajo, justo antes del hotel abandonado estaba el retén. A los incondicionales se habían unido mis padres. La primera etapa de la ruta de mi compañero de viaje estaba completada, ahora meditaba seguir hasta Cercedilla, momento que aproveché para hacer la revisión de los 57km a mis pies. Gracias a esta, todos los pensamientos negativos desaparecieron al quitarme las zapas y aparecer dos importantes “tomates” en cada planta. Y mas aún al ver que la fortuna estaba de mi lado y no había el mas mínimo indicio de ampollas. Un lavadito de pies, calcetines nuevos y parecía otro.

En aquel momento reconozco que la emoción se apoderó de mí sólo con pensar que los pies me respetaban y que si no aparecía ningún gran contratiempo esta vez SI. Me encontraba perfectamente y conocía el camino por recorrer, y pensé “a por ello Chemita, que nos lo estamos currando”

Inda decidió seguir hasta Cercedilla, besitos y abrazos a las familys y a trotar, “chicos os vemos en un rato en el poli de Cercedilla”. Tras sortear el “semi-cortafuegos”, enseguida dejamos atrás la Fonda Real y nos encontrábamos trotando suavemente por el asfalto en dirección al robledal que nos llevará a nuestro primer destino.
¿la cara el espejo del alma? SI
A lo lejos me parece ver una figura que me resultaba muy familiar, y de repente escucho “ese Chema como mola… se merece una ola” ALEGRÓN al canto, el MAESTRO Prisillas estaba esperándome. Abrazo sentido y a contarle mis sensaciones, todo esto sin dejar de trotar. Ya llegando al final de la pista, al llegar a la civilización, decido dejar de trotar para llegar con las pulsaciones no muy altas para que el avituallamiento entrara sin problemas y no tener ningún problema posterior. Prisi me comenta que me ve buena cara, a lo que respondo con el dicho aquel de “la cara es el espejo del alma”. Estaba pletórico. Días después pude comprobarlo en las fotos que nos hicieron al llegar al polideportivo.

En los aledaños del control dos grupos de gente conocida me daba la bienvenida. Por un lado Arancha, Elena, Jordi, Miguel, JoseGym, y el que iba a ser mi siguiente compañero de viaje. Llamarle compañero es poco, pero los detalles en el siguiente episodio.

GRACIAS CHICOS
El otro grupo los ya incondicionales, Silvia, Cris, Alvi, Pablo, otro Pablo, Kity, Juanillo y mis Padres esperándonos, algo sorprendidos por lo poco que habíamos tardado en este tramo. La verdad es que trotamos la mayor parte de los km desde la Barranca. Mi compi de viaje llegaba a su destino cumpliendo con creces su objetivo, hacer 23km acompañándome y haciendo que se me hiciera más agradable lo recorrido juntos.

Este fue el avituallamiento en el que más tiempo invertí, intenté comer algo de paella (poco), bastante fruta y una coca cola fresquita. Aproveché para cambiarme los pantalones y las zapas. Preparé los frontales, la luz trasera y el cortavientos, para lo que nos pudiéramos encontrar en el paso de Fuenfría.

Objetivo complido, gracias amigo.

Me emplacé con mis padres en Segovia motivado por el excelente estado físico y anímico en el que me encontraba. Muchos eran los km que faltaba por recorrer, pero lo antes comentado y con la ayuda de Carlos…


Continuará…

22 de septiembre de 2011

SIGO SUMANDO-LA CRÓNICA (1ª parte)


Antes de sentarme a darle a la tecla, muchos eran los comienzos y maneras de contar mi historia que tenía pensados, y al final me decido por uno que no estaba en el guión.

Viernes 20h15´.- Termino de preparar todo el material, las dos mochilas que dejaría para llevar a Cercedilla y a Segovia. Momentos de nervios, sobre todo para no olvidar nada. Estos enseguida desparecieron cuando caí en la cuenta de que si se olvidaba algo, tampoco pasaba tan lejos de casa como para que me lo acercaran.

21h.- Suena el telefonillo, Luis y Yolanda, dos buenos amigos, de los de verdad, vienen a cenar a casa. Me vino de lujo su compañía para estar distraído y no pensar en la carrera. Al terminar remato todo y a la cama. Por suerte el sueño pronto pudo conmigo.

Sábado 6h15´.- Esta vez no es el telefonillo el que suena, es el despertado el que me activa y enseguida el ya clásico ritual pre-carrera, vaciado, desayuno, vaselina por aquí y por allí, etc.

7h10´.- Puntualmente llego al ambulatorio, lugar de quedada con el resto de LOCOS y Pepe que muy amablemente nos acercaría a Madrid.

8h-8h50´.- Momentos previos en los que saludamos a muchos conocidos, entrevista de Antena3 a Mikel, breve charla con el CRACK de Carlos, mi cuñado. Fotos con la bandera de LOS LOCOS DEL CERRO. Charla técnica, encendemos el Garmin y nos acercamos al arco de salida con la intención de salir de los primeros para evitar el embudo de la pasarela.

9h.- Dan la salida y mis compis me piden que hagamos juntos el primer km, a lo que yo acepto poniendo como condición ir a mi ritmo. Así lo hicimos, en 6´20´´, y en seguida se alejaron y yo conecté el navegador del coco para fijar el ritmo de crucero. Desde que pasamos por el cementerio puse a funcionar la maquinaria siguiendo los planes. Trotar en llanos y bajadas, y caminar a buen ritmo en las cuestas. Enseguida me pasa Carlos con su ritmo machacón, poco después llegamos al primer control.

Llegando a Tres Cantos

10h25´.- Tres Cantos km12, agua, un trocito de plátano, sello, saludos a Anna y Paco y a seguir la marcheta. Me pegué a un grupito que llevaba un ritmo de trote muy llevadero para no ir sólo por el carril bici. Bajada al río, digo yo que en invierno llevará agua, un llanito muy trotable y enseguida la larga subida hasta Colmenar. Pese al calor pude mantener un ritmo bastante bueno pasando bastante gente hasta el control.

11h50´.- Colmenar Viejo km23, contento con las sensaciones y sin ir nada forzado me presento 10´ antes de lo esperado. Relleno de bidones, vasito de coca cola, una barrita de pavo, sandía, plátano y tras 10 o 15 minutos, al tajo.

Al salir preparo el mp3, llamadas para advertir que todo estaba OK, y me encamino a la que posiblemente sea la parte que menos me gusta del recorrido. Que pestosas avenidas, no sabía de donde me venía mas calor, si del suelo o del cielo. En los momento en los que trataba de trotar enseguida sentía la boca seca y decidí entrar en modo ahorro de energía. Bajé el ritmo para evitar gastar de más, quedaba mucho por delante, y sobre todo decidí no mirar el reloj. Así hasta el avituallamiento del Puente Medieval.
Desde aquí hasta el cerro que nos separa de Manzanares, continué en ahorro de energía. En esta larga subida quizá pasé el momento más complicado, a causa de lo largo que se hizo la subida y la alta temperatura. Un detalle me ayudó a volver al modo “autoconfianza”, pasé a dos o tres valientes que pasaban por momentos peores que el mío, con calambres y vómitos, posiblemente por deshidratación. No mola pensar que los males de los demás ayuden a subir el ánimo pero el deporte es así. Bien es cierto que al llegar a ellos me ofrecí a echarles una mano en lo que necesitaran.

Al llegar al cerrillo y aprovechando la bajada solté las “patas” trotando, con cuidado ya que la bajada es algo técnica, si poco pero un mal apoyo a estas alturas no debe traer nada bueno. Ya entrando en Manzanares recordé que una representación de los míos me estaba esperando en la entrada de la Pedriza. Allí también esperaba Inda para acompañarme un rato.




15h.- Manzanares. 40km. Paso fugaz por el avituallamiento, agua, sello de la credencial y enseguida salí camino del avituallamiento emocional que me esperaba. En cuanto les avisté un pequeño escalofrío recorrió mis piernas como si un recarga de energía se tratase.  Besos y abrazos con la chiquillería que me esperaba. Breve charleta con Silvia, Cristina e Inda, intenté comer algo de pasta pero el cuerpo dijo que no. Eso si lo que me sentó de lujo fue la coca cola, aquello de “la chispa de la vida” que cierto es. Enseguida nos pusimos en marcha dirección Mataelpino.

Avituallamiento "familiar" en  Manzanares

La primera intención de Inda estaba fijada en llegar hasta la Barranca y allí pensar si continuaba hasta Cercedilla o dada por finalizada su gran labor de apoyo moral.

Enseguida dimos cuenta de los 8km que nos separaban de Mataelpino, donde una vez más nuestras chicas y peques nos esperaban. Dimos cuenta de la “cuestecita” de la entrada al pueblo y nos encaminamos al control en la plaza. Una vez más, sello, vasito de aquarius, y aprovechando la maravillosa fuente rellené los bidones y preparé las dos botellitas con isotónico que llevaba en el interior de la mochila.

De nuevo en marcha, y una voz que se acerca gritando “Cheemaaa”, el gran Melchor que estaba al quite para dar ánimos, preguntar que tal íbamos e informarnos de los otros LOCOS. Y casi sin darnos cuenta llegábamos al ecuador, 50km, “empieza la cuenta atrás” comenté a mi compañero. Poco después el garmin dijo adiós poco antes de iniciar la subida de La Barranca, y por un error en los cálculos, el de repuesto estaba en la mochila de Cercedilla.  

Hasta aquí la primera parte, en breve continuará…

16 de septiembre de 2011

La elección.

Puedo detenerme ante el calor que lleva abrasándome durante tantas horas, tanto que ha llegado el punto que no distingo el horizonte ante mi vista. Detenerme descansar y poner fin a la tortura.
Puedo detenerme ante la falta de fuerzas que me llevan acompañando desde hace más de 30 minutos, un vacio que me bloquea y que no me permite dar apenas un paso. No tengo nada que demostrarme, puedo descansar y poner fin a la tortura.
Puedo detenerme y dejar de sufrir ese dolor en las plantas de mis pies que no me permiten caminar con normalidad y donde cada paso es un sumun de dolor. Puedo aliviar a mi familia que sufre y conocen mi situación, puedo descansar y poner fin a la tortura.
En cualquier caso puedo pensar que me siento satisfecho, que he llegado lejos, que lo he dado todo y que siempre habrá otra oportunidad.
Pero puedo elegir continuar. Porque el Sol y el calor terminarán plegando. Porque a esa molestia que me sacude le sucederá otra que despierte mi interés, porque llega un momento que los pies parece que no existan y no seré mejor, ni más grande, ni más fuerte, pero habré llegado a mi meta, al objetivo y solo entonces podré saborear el calor, el dolor,  el sabor y el alcance de mi reto.
Sólo os pido una cosa. Paciencia. Ante la duda, ante la adversidad, paciencia y un buen puñado de minutos que hagan poso de esos pensamientos para que surgan nuevos y quizá, seguramente de un sesgo distinto.
¡Fuerza y ánimo!.

ADELANTE

De nuevo hemos llegado a este día: entre el miedo y la expectación, sabiendo bien que el precio, al margen de la victoria o el fracaso, será alto porque el sufrimiento, por muy bien preparados que vayamos, vendrá a vernos en sus más múltiples formas. Todos hemos saboreado el fracaso, todos sabemos lo que es tener que abandonar con el alma en pena, nuestras ilusiones frustradas, nuestro esfuerzo entonces en vano, con aquellas horas robadas a la familia, al placer, … Conocemos el sabor amargo de lo inconcluso.
Pero ahora es el momento de la esperanza, de la confianza, de la ilusión, del poder en su más alta cumbre. Ahora somos reyes, dueños del porvenir. Estamos preparados y confiamos en nuestras fuerzas.
Adelante sin miedo. Porque nada vamos a ganar y nada perderemos. Adelante en busca de nuestros propios límites. Si os entran dudas, olvidadlas. Si os sentís desfallecer, engañad al cansancio, a la sed, a las molestias… No penséis ya más que en la meta. Dejad que los malos momentos se vayan sin haceros mella. Dadles tiempo y no os unáis a ellos claudicando. Pensad solo en la meta segoviana.
Adelante, siempre adelante.

12 de septiembre de 2011

En el límite...


La droga produce adicción, tolerancia y dependencia. Olvidando el hecho de que la droga es una sustancia y correr una actividad, en este momento afirmo sin ningún género de dudas que… “somos unos yonkis”.
Y lo que más me llama la atención y más motivos me da para realizar esta afirmación es la tolerancia, esta es una de las “cualidades” de las drogas, implica que cada vez necesitamos mayor cantidad para conseguir los mismos efectos… ¿os suena de algo?
Otras dos propiedades de las drogas serían la adicción, sobre la que no hay nada que decir y la dependencia, que es la que nosotros no sentimos, pero preguntad a vuestras parejas y allegados por vuestro estado de ánimo cuando por una cosa u otra no podemos correr.
No puedo negar que estoy preocupado, apuntarme hace doce días a una carrera de 100 kilómetros que se disputa dentro de cuatro indica cierto nivel de locura y me hace pensar en el siguiente paso, aquel que por tolerancia “necesitaré” dentro de poco… tal vez sea el momento de hacer algún tipo de cura de desintoxicación, pero tendrá que esperar al domingo.