29 de abril de 2013

Trebol Trail... Una agradable sorpresa.


  A pesar de todo lo que me gusta el monte, por mis características, soy un corredor mucho más “trailero” que montañero. Si alguna vez me tenéis que buscar por el Cerro las sendas y pistas son mi habitat natural, en solitario muy rara vez me adentro en grandes cortafuegos y mucho menos me aventuro campo a través. Tras la sorpresa de ver que se organizaba una carrera en nuestro Cerro fue grande mi decepción al ver el recorrido, parecía mentira, pero no conocía gran parte de los senderos por los que la prueba discurría, y aquellos que conocía no eran precisamente santos de mi devoción.

 Mi primera impresión fue tan negativa que me costó bastante inscribirme pero la insistencia de alguno de los Locos terminó por convencerme. No obstante, en ningún momento me lo tomé en serio, a diferencia de mis compañeros no hice nada por conocer el recorrido previamente, ya que no iba a competir en serio aprovecharía el día de la carrera para descubrir nuevos lugares y sorprenderme en lo posible con los nuevos caminos a recorrer.

 Pero… las cosas nunca salen como uno las planea, las dos últimas semanas he tenido que bajar mucho el ritmo de las salidas por un pinchazo entre el talón de Aquiles y el soleo, no fue doloroso tras el primer momento pero es una zona que me preocupa mucho por lo que he sido muy prudente al respecto. Tal vez allá sido este descanso activo lo que me ha dado un plus de ganas del que no disponía anteriormente.

 Preparados para salir me doy cuenta de que no sé como plantearme la carrera, en principio, al inscribirme, había pensado en tirar de Biritxo en la primera subida y luego dejarme llevar pero su lesión descartaba esta opción. Tras la lesión ir con los tractores sería una buena opción pero la mejoría de los últimos días también me hizo descartarla. Me veía un poco en tierra de nadie, muy por detrás de Rafa, Lluvio y Ángel, bastante alejado de Prisillas y Biri, sobre todo por el tipo de recorrido, y tal vez algo más fuerte que Luisete, Dioni y compañía. En definitiva, que no tenía ni idea de que hacer, lo único que en un principio era seguro es que intentaría tirar hacia delante en los primeros metros para poder hacer las subidas a mi ritmo, sin estar pendiente de tener que adelantar a nadie.

 Con ese pensamiento en la cabeza hago los primeros metros detrás de Biri, creo que es una buena idea salir desde el Polideportivo para poder romper la carrera un poco antes de llegar a los estrechos senderos que nos esperan. Casi sin darme cuenta entramos en el Cerro y el camino empieza a empinarse, creo recordar por el mapa que había visto que tras un pequeño ascenso entramos en un sendero que llanea hasta lo que podríamos decir que es la primera subida de verdad, así que, encontrándome bien, decido mantener el ritmo de los primeros kilómetros un poco más. Me siento bien y pienso que para parar hay tiempo de sobra, miro hacia delante y a lo lejos, justo al empezar la parte real de subida, veo a las chicas animando, así que hay que seguir un poco más. Una vez metido en la cuesta y viéndome con ganas decido subir trotando, paso a muchos corredores que han empezado a andar y la motivación aumenta por momentos, lo que se agudiza con la visión de Ángelete unos metros más adelante. Con el objetivo de alcanzarle en la cabeza sigo corriendo y pensando que esto me va a pasar factura… ¡qué me quiten lo “bailao”! pienso mientras le alcanzo. La subida continúa y no sé si porque las rampas se endurecen o mis fuerzas desaparecen tengo que comenzar a andar, me digo que solo lo imprescindible para recuperar y volver a trotar, poco a poco y ante mi sorpresa, alcanzamos y dejamos atrás a Lluvio, no puedo evitar pensar que algo le pasa y que no va bien. Por desgracia, llegando al final, un paso más corto de lo que debía me hizo tropezar y me rompió el ritmo de una forma bastante drástica. Ángel se escapó y Lluvio me volvió a pasar en los últimos metros. Llegados arriba se agradecen los ánimos de Carlos, el cuñado de Chema, ahora toca bajar.

Primera subida con fuerza


 Bajé bien, esta la conocía y sabía donde podía apretar y donde había que ir con precaución. Bien es cierto que a Lluvio le perdí de vista enseguida y que algún que otro corredor pudo pasarme, pero fueron muchos menos de lo que yo mismo preveía, incluso llegué a adelantar a algunos… ¿verdad Angelete? Sin mayor novedad y agradeciendo de nuevo los ánimos de nuestras locas obvié el avituallamiento y me tiré sin dudas a por la única parte del recorrido que podía serme favorable.

 La sensación de velocidad que se logra en ese tipo de sendas es realmente espectacular, no bajé de cuatro en ningún momento pero fue una auténtica gozada pasar corredores a todo trapo por de camino a Collado Mediano. Llegados al final, al igual que en la primera subida, traté de correr todo lo posible hasta que no había forma de seguir haciéndolo. Sufrí bastante pero de nuevo ver a Lluvio unos metros más arriba me dio una motivación importante, no había forma de alcanzarle pero tampoco se alejaba, dando por bueno ese ritmo y viendo que ni adelantaba ni me adelantaban llegué de nuevo hasta arriba.

 Esta vez si aproveché para comer un trozo de naranja y beber algo de isotónico, pero sin mucha dilación volví a zumbarle, ahora cuesta abajo, me costó algo más esta vez, me adelantó la primera chica y poco después la segunda, que en ese momento era María Luisa… (momento de alucine al ver que hasta entonces iba por delante de ella)… Me gustó mucho fijarme en como bajaba, flotando por encima de las hojas de los pinos, pisando la hierba sin apenas dejar huella, sin darme cuenta debí forzar un poco porque llegados al valle la distancia que me sacaban era pequeña. La verdad es que una de las cosas más bonitas de mi carrera fue ver en primera persona la lucha entre estas dos jabatas.

 Esta vez sin descanso ni zona intermedia tras bajar al valle solo queda subir, campo a través, hasta el depósito, ya no quedaban fuerzas para correr pero todavía podía darle fuerza al caminar, ya en la Sendade los Cazadores, aprovechando “mis” quinientos metros de gloria, volví a alcanzar a las chicas antes de llegar a la trialera que lleva al Pico Martillo. Saber que todo lo que quedaba por delante era capaz de hacerlo corriendo me ayudaba a sobrellevar el cansancio, no iba a ser hoy el caso pero implicaba una menor dificultad en la pendiente. Llegando al merendero de los forestales volvió a adelantarme, ya de manera definitiva María Luisa, que dejaba atrás a su principal oponente. Sin cegarme pero sin dejar que se escapara demasiado acometí el último cortafuegos por la parte del pinar, que creo que es incluso más dura que el cortafuegos en sí. Poco a poco, apoyando las manos en las rodillas al estilo del corredor de monte, veo como esa última subida se va terminando, antes de llegar al avituallamiento Angelete llega a mi altura, acompañándome ya hasta los últimos metros. Mientras tanto, Lluvio sigue cincuenta metros por delante… ¡qué cansino es el tío!

Poco antes de caer...


 La bajada es terriblemente divertida y complicada pero las piernas ya pesan lo suyo, a pesar de las buenas sensaciones en un momento determinado cuatro o cinco corredores, entre los que se encuentra la chica que al final fue segunda, nos pasan sin poder ver siquiera de donde han salido, sigo con Angelete sin poder seguirles en esa zona y pierdo por fin de vista a Lluvio… es el momento en el que ya me veo llegando cuando una raíz se cruza en mi camino y me hace caer, me doy cuenta de que el guante me ha salvado de un buen raspón en la mano y según me estoy levantando veo llegar a Angelete con cara de susto, lo que me hace preocuparme un poco, me ayuda a levantarme y como no me duele nada tiramos para abajo con la rabia añadida a las pocas fuerzas que van quedando.

 Tan pocas que en el último kilómetro, a pesar de adelantar a tres o cuatro, incluyendo a esa segunda chica con la que tanto recorrido compartí, no pude aguantar el ritmo del pequeñajo, que me sacó siete segunditos con los que me va a dar la lata durante mucho tiempo bajo el arco de meta.

Quitando ese pequeño detalle estoy muy contento con la carrera que me salió, acabar con Ángelete, a poco más de un minuto de Lluvio y por delante del resto de los Locos (con la excepción de Rafa, que juega en otra liga) es algo que no había pensado que fuera posible en una carrera de estas características. Tal vez sirva para darme una lección a mí mismo, para demostrarme que soy capaz de algo más.

26 de abril de 2013

Trebol Trail.

Llega la Trebol Trail este próximo domingo 28 en nuestro querido Cerro. Ya hemos tenido ocasión la mayoría de nosotros de hacer total o parcialmente el recorrido de la carrera en estas semanas de atrás. Sabemos que es exigente por desniveles de subida y por tramos técnicos en bajada. Además este fin de semana el tiempo se vuelve invernal. Lluvia, niebla, incluso posibles nevadas por encima de los 1000 mts pueden influir decisivamente en nuestra carrera.
¿Como llegáis a esta cita?. ¿Cuales son vuestras expectativas de carrera?. ¿Cual es vuestra opinión del circuito?. ¿Como creeis que os pueden influir las condiciones meteorológicas?.
El domingo la respuesta. ¡¡A por elllo!!.

23 de abril de 2013

CUT 2013...


 Es curioso ver como en un momento en el que el estábamos dando contenido al blog ha llegado la CUT, una de las razones de ser del mismo, y en lugar de aumentar sus entradas con un montón de crónicas estas se han visto disminuidas hasta la inmovilidad total.

 Buscar razones generales es complicado, cada uno tendrá sus motivos, todos válidos, para dejar pasar el tiempo antes de plasmar por escrito las peripecias acontecidas aquel ya lejano trece de abril.

 En mi caso supongo que ha sido el clásico vacío que te produce el hecho de lograr el objetivo planteado… pero voy a hacerme a la idea de que no estará todo terminado hasta que logre publicar esta crónica.



 Decir que esta CUT ha sido distinta a la del pasado año, por diversas circunstancias y porque en el fondo nos gusta más, hemos dejado la CUT como reto deportivo completamente de lado. Este año ha primado la camaradería, la juerga y la “exaltación de la amistad”, ha sido una maravillosa excusa para pasar juntos algo más de las dos horas domingueras de rigor, culminada como no, con una gran jornada gastronómica en el Asador de Ángel de Cercedilla.

 Tengo que reconocer que la “Senda del Genaro” ha sido un buen descubrimiento, decidimos por motivos logísticos comenzar en El Berrueco, desde allí y por pequeñas sendas y veredas llegamos hasta El Atazar tras cinco horas de paseo, algo de trote, ligeros arreones y muchas paradas de fotos, risas y esperas. Es para mi la zona más bonita del recorrido, posiblemente porque a partir de entonces las sendas tornan en pistas, lo que hace el recorrido bastante más aburrido en lo que al correr se refiere. No obstante, las vistas de las que disfrutábamos no dejaron de sorprendernos casi en ningún momento. Guardaré en mis recuerdos la preciosa subida desde Patones de Arriba hasta el Cancho de la Cabeza y las maravillosas vistas que desde allí arriba saboreamos. Fue muy divertida y bonita la bajada desde el Poblado de El Atazar hasta el río que hubimos de atravesar saltando un original puente de piedra e increíble la visión de la Presa del Villar desaguando.

 El único problema fue un pinchazo en el gemelo izquierdo a cincuenta metros de llegar al coche que me ha tenido unos días parado.

 El “Harlem Shake” final fue la guinda a un día extraordinario. Gracias a todos.

22 de abril de 2013

Agua, Jara y romero.

El pasado 13 de abril celebramos la quedada anual de los Locos, una ultra que este año se acordó sobre menos de 60 km y próxima a nuestra residencia. La intención por cercanía, kilometraje y desnivel era hacerla lo más asequible posible a todos. La idea era incluso la de completarla en su totalidad juntos. finalmente, por H o por B como suele pasar siempre no pudo ser, pero no pasa nada.
El recorrido elegido sería la Senda del Genaro que partiendo del Berrueco nos llevaría a Patones de Arriba, Pobladura del Atazar, el Atazar, Robledillo de la Lara, Presa del Villar y siguiendo su canal, de nuevo al punto de partida El Berrueco.
Como digo, la amplia participación y la incorporación de muchas caras nuevas hizo que el ambiente fuera realmente festivo desde el inicio a su culminación.
Hay que agradecer sobre todo la impagable labor de nuestros compañeros de apoyo. Aquellos que no se vieron con las fuerzas o los ánimos suficientes para realizar los km en su totalidad. Pero sin quienes llevar a cabo este tipo de retos se hace mucho más dificil e incomodo. Allí estuvieron como siempre dispuestos y anismosos, con todo previsto y estratégicamente situado. Dejando vehículos en distintos puntos con agua fresca para que no faltara la hidratación. Algo realmente importante si tenemos en cuenta que el sábado 13 fue el primer día de calor después de un invierno lluvioso y fresco. Nuestros organismos inhabituados por tanto a las temperaturas altas necesitaron cuidar mucho el aspecto de las sales y el agua.
Personalmente el recorrido me sorprendió en general gratamente. Los primeros kilómetros no fueron demasiado vistosos hasta que alcanzamos la Atalaya del Berrueco. Desde ahí hacia Patones disfrutamos de un serpenteante camino que iba precipitando hacia un pequeño valle donde discurrían las aguas del arroyo que desembocaba en Patones. 
Este es el pueblo más bonito del recorrido con sus edificaciones y calles de piedra. La mayor parte cuidadas y actualmente negocios de hostelería o casas rurales. Dejando atrás algunas casas derruidas en las afueras de la población remontamos hasta la cumbre más alta del recorrido desde la que pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares del embalse e hicimos un buen puñado de fotos.
Bajada en busca de la Pobladura y de nuestros amigos que andaban preparando los bocadillos que un rato después daríamos buena cuenta. La llegada hacia el Atazar se hizo dura por el calor y el desgaste. continuando con la compañía de arbustos y baja vegetación fuimos dejando a nuestra izquierda algún cortado para atacar una subida que puso a prueba la resistencia y fuerzas de más de uno. En este punto Luis atravesó una pequeña crisis que no le dejaba avanzar más de diez pasos sin parar a recobrar el fuelle. Según nos contó luego no había comido bien esperando al avituallamiento y lo notó. Mikel y yo le acompañamos y tuvimos en nuestros pensamientos recuerdos amargos del pasado año. Afortunadamente las circunstancias este vez eran más propicias y al llegar al Atazar, con los bocadillos y el chocolate las fuerzas y el ánimo de nuestro compañero volvió.
El siguiento trozo discurre por una via ancha, Es mucho más feo sino fuera porque deja contemplar los brazos del pantano adentrarse valle dentro.Algunas de estas vistas por el color azulado de sus fondos mereció en si sola discurrir por aquella zona. De repente vemos que Gonchu avanza cojeando, su zancada es irregular y antinatural. Así que poco a poco se va rezagando y al final opta por caminar. Terminamos cerrando el grupo y compartimos unos minutos en los que tratamos de animarnos. Llega un momento en que no puede ni trotar y empieza a sufrir tirones. La finalización del trazado completo para él no va a ser posible y menos teniendo en cuenta que en un mes tiene una cita importante. Intento animarle a que se vuelva a la furgoneta pero opta por llegar hasta el siguiente punto (Robledillo) donde nos espera Arantxa. En uno de los múltiples descansaderos que tiene el recorrido nos espera el grupo. Partimos y decido dejar a Gonchu a su propio ritmo para que tome conciencia de su situación. Sé que es tenaz y me preocupa que su tenacidad pase a obstinación, por eso pienso que en este caso verse "solo" le puede empujar hacia la decisión acertada. Dolorosa pero inteligente. Tomada desde la amistad.
Durante el ascenso por un terreno mezcla de "Reventón y Morcuera" como muchos recordaríamos tuve unas  bonitas palabras con Nicky, que al contrario que otras ocasiones iba mucho más silencioso y tranquilo, acostumbrados como nos tiene a sus cabalgadas, sus fotos y sus sonrisas. Luego me diría que iba mal del estómago.
En la cumbre previa al descenso al pueblo nos agrupamos y Gonchu nos comunica que ha decidido bajar con unos forestales que alli se encontraban y que amablemente se ofrecieron a ayudarnos.
En Robledillo Arantxa y Conchi nos esperan para hacer nuevas fotos, descansar unos minutos y asaltar el casi tramo final.
Este trozo de camino, mucho más árido fue el que menos me gustó. Pero siempre hay un contrapunto y al erial le sucedió un bonito pinar que esconde la presa del Villar que nos maravilló rebosante de agua, con su escapaderas abiertas y escupiendo el líquido elemento al encuentro de un coqueto puente en medio de un angosto barranco.
En la puerta de la presa estratégicamente situado el último vehículo con cocacolas frescas e isotónico. Ya estamos próximos auque no sabemos aún bien cuanto nos queda. Tomamos el camino del canal del Villas que paralelo ya al embalse nos conducirá poco a poco hacia nuestra meta. 
Allí familiares, hijos y amigos de algunos, nos esperan para celebrar la consecución del objetivo.
¡¡La CUT 2013 estaba completada!!.
PD. Esta Cut la he vivido mucho más relajado que el año anterior donde la responsabilidad de hacer de anfitrión era grande. El ser tan numerosa y el contar con gente de distintos niveles atleticos me hizo tener muy claro que mi reto era conseguir que nadie se sintiera fuera de lugar. El pasado año el nivel de los que corrimos fue parejo y los que se unieron avanzada la prueba contaban con la frescura necesaria para ser locomotoras más que vagones. Este año apenas fui abriendo camino en algún momento. Preferí cerrar el grupo y asegurarme que nadie quedaba decolgado. Creo que cumpli mi objetivo personal y que a todos les quedó ganas de repetir si las circunstancias se lo permiten en la próxima ocasión.
Creo que a lo largo del recorrido tuve palabras y momentos compartidos con cada uno de vosotros, de los más próximos como Mikel o Biri, o de recién conocidos como Antonio. Esos quedan para mi, para el recuerdo y me es imposible plasmarlos todos aquí. Así que nadie se sienta exento. Aunque no estéis aquí nombrados estais en mi mente y muchos en mi corazón.
Gracias Locos por hacerme caso, auqnue sea de vez en cuando.

19 de abril de 2013

De tesón y voluntad.

ANTE LA ADVERSIDAD

El destino insondable como
un hoyo negro dirige mis huellas
por caminos indeseables, permite
que el cieno humano me convierta
en cisne, entre un légamo oscuro.
La angustia, me ahoga, pero no quiero
desfallecer ante la adversidad del mundo.
Blasfemar, ante la caridad de Dios
y la naturaleza, sería un disparate
aun tengo ensueños y esperanzas
vivas en el alma y si es posible,
negociaré hasta con la muerte...
Llevo por bandera la sangre
de ganador, la del luchador
que nunca claudica, por eso, camino
y llevo la frente en alto, porque
nada puede doblegarme en la vida.
Las flores lloran a mi paso, el
Viento me saluda y el respetable
anciano húmedo y dueño de las
oscuras cuencas, el mar, me ama
y me ve pasar con su sonrisa
sempiterna, pero manchada por
la mano del hombre. Destino:
aplaca tu imperio en mi contra,
permíteme llevar la cerviz al frente
y deja que mi ultimo camino, melifique
mi vida entera, para morir en paz...


Augusto Silva Acevedo.

14 de abril de 2013

Los Locos del Cerro terminan la CUT

 Está claro que lo de Locos no nos viene regalado, buenos motivos hay para ser así llamados. En espera de las crónicas "serias" y los pensamientos que esta CUT nos ha regalado dejo aquí aquello que somos capaces de hacer después de terminar un Ultra... está claro que en próximas ediciones habrá que hacerlo más duro y difícil porque acabar así no es muy épico, jejeje.


7 de abril de 2013

La gran manada.

Si algo caracteriza a este grupo de amigos que formamos los Locos es su camadadería, el "buen rollo" reinante que nos acompaña y que trasciende más allá de las personas que formamos parte física del mismo.
Algo que día tras día me comentan aquellos que se van animando a acompañarnos en alguna salida compartiendo kilómetros y que visitan este espacio con alguna frecuencia.
Es importante comprobar que ellos mismos certifican que lo que aquí se percibe es real cuando se traslada a los caminos. Que realmente existe un espíritu de los Locos. Que podrá ser común a otros grupos pero que no obstante, es algo de lo que podemos sentirnos orgullosos.
Dentro de que somos un grupo hetereogeno hay que reconocer que nos amoldamos perfectamente los unos a los otros. Aquí caben los egos de todos. Todos tenemos nuestro momento y todos somos capaces de disfrutar del esfuerzo individual propio e igualmente del esfuerzo del conjunto.
Los más ligeros son capaces de adaptar puntualmente su zancada a la de los menos rápidos y, los menos rápidos son capaces de conceder la necesaria generosidad y autonomía a los más livianos. 
Finalmente algo fundamental, a todos nos importan las zancadas del otro. A pesar de llegar muertos al final de cualquier cortafuegos siempre hay interés por conocer las sensaciones del que llegó delante o detrás de nosotros. Todos hemos disfrutado tanto o más de la  meta de cualquier otro como de la nuestra propia y, probablemente muchos de los mejores momentos que recordemos en el mundo del correr los hayamos vivido como "teloneros" (animadores o acompañantes de nuestros compañeros y amigos).
Ahora es cierto, la manada crece y con ello la complejidad del grupo y la diversidad de personalidades. Personalmente creo que es bueno y enriquecedor. Con naturalidad cada cual irá encontrando su espacio propio y participando en la medida que considere apropiada. Y con la misma naturalidad se producirá la selección de aquellos que no encuentran lo que buscan o necesitan entre nosotros.
Así que, para aquellos que llevamos tiempo la llegada de nuevas caras debe ser un motivo de alegría y motivación. Y, para aquellos que comienzan a asomar entre nosotros o, nos siguen pero no se atreven a dar ese paso, asegurarles que son bienvenidos. Aquí cabemos todos. 


2 de abril de 2013

Opinión

Hoy en Desnivel.com me he encontrado con un artículo cuanto menos interesante sobre el que me gustaría que opináramos.

http://desnivel.com/carreras-y-raids/competiciones-no-a-cualquier-precio

y tú, ¿qué opinas?