30 de mayo de 2013

"Derrochando coraje y corazón"

A la espera de la crónica definitiva que dejaré en mi Blog no quiero dejar pasar más días sin hacer una reseña, aunque breve de lo acontecido en Zegama.
Primero: GRACIAS. Gracias por estar presentes en todo momento, por vuestros mensajes, por vuestros pensamientos, por vuestras intenciones de estar insitu.... Se os sintió.
Segundo: podéis estar orgullosos de la representación que de los Locos tuvo la suerte de estar allí.
Ambos sufrimos, disfrutamos, maldecimos, sonreimos y nos emocionamos al cruzar la meta sitiendo que alcánzabamos un final que en muchos momentos se desvanecía de nuestros pensamientos durante la prueba.
Derrochamos carácter, casta, coraje y corazón para alcanzar el final soñado. Por nosotros, por vosotros.
Personalmente descubrí que todo lo que estos últimos años he vivido en la ultradistancia me ayudó mucho y aún así continué aprendiendo. Siempre se aprende.
Cierro los ojos y recuerdo mi entrada en meta, el torrente de sentimientos que comenzó a desatarse al enfilar la calle detrás de la iglesia, el gentío vitoreando tras las vallas de la Kutxa, el giro a derechas  para encontrarme al Aizkorri de nuevo frente a mi, como unas horas atrás, primero desafiante, ahora como rindiendo pleitesía al esfuerzo de cada Korrikalari, esos puños apretados, mirada al cielo, al frente, a mi interior.... soy yo, soy Joséma, soy Prisi, un tirillas y hoy un titán.



27 de mayo de 2013

Un CUT inolvidable


Si digo que no afronté este año el CUT con miedo y con dudas mentiría porque llegado el momento las continuas molestias de pubis que llevo arrastrando desde noviembre unidas a las ya habituales de tendón de Aquiles me hacían temer lo peor. Si a ello añadimos lo mal que me encontré en la última carrera larga que hice, la Madrid-Segovia, desde luego confianza era lo que me faltaba. Y mucha.
Pero allí estaba en El Berrueco intentando no desentonar con mis penas entre una gente llena de ilusión y dispuesto a disfrutar del día como el resto. Nada más encender el Fore me doy cuenta de mi primer error, además, grave. No sé cómo ni por qué pero veo con estupor que de los dos recorridos que había seleccionado, el bueno no lo había cargado por lo que tendría que guiarme con el de Mayayo (distinto en algunas zonas) corrigiendo en los puntos donde hubiera variaciones. Ello suponía añadir al desconocimiento total de la zona, el tener que ir improvisando. Para mí fue un verdadero jarro de agua fría que me llenó de temores. El miedo a un fiasco me rondó los primeros kilómetros máxime cuando apenas un par de ellos más adelante tuvimos el primer fallo y nos salimos del camino. Ver tanta gente ilusionada pensando al mismo tiempo en un error grave de recorrido que les fastidiara el día hizo que para mí los primeros tramos fueran una pesada losa. Imposible disfrutarlos a pesar de que el día y los paisajes invitaban a ello.

El recorrido, muy bien señalizado, unido a la aparición de las primeras variantes bien marcadas fueron transmitiéndome la confianza necesaria para irme relajando y poder disfrutar de uno de los mejores días que recuerdo en este deporte. Buen tiempo, buena compañía, preciosos paisajes… Creo que el día salió perfecto.

Eso sí, las molestias me vinieron a los pocos kilómetros y no me dejaron en paz en todo el recorrido. Lo mejor de todo es que no era nada que no pudiera sobrellevar en silencio. Lo peor era iniciar la marcha tras los parones pero las malas sensaciones duraban poco. Llegué a pensar si la cabeza no me estaba jugando una mala pasada…

En dirección a Patones hicimos ya la primera parada ‘turística’ para visitar la atalaya del Berrueco, una maravillosa joya arquitectónica defensiva desde la que se podía divisar el recorrido que estábamos empezando a completar. El paisaje, apenas amanecido el día, fascinaba con esa fuerza primaveral que nos llena la vista y el corazón de sensaciones.
La bajada al pueblo de patones hacía que el paisaje abierto y adehesado previo comenzara  a hacerse más árido y estrecho. Nos íbamos acercando al barranco que desembocaba por una vereda estrecha y pedregosa en el pueblo de Patones de Arriba. Para los que conocimos esta aldea  abandonada y casi derruida es un motivo de alegría ver que las circunstancias la han recuperado a la manera de los preciosos pueblos de arquitectura negra típicos de la Sierra Norte de Madrid. Una verdadera suerte. Aquí veremos por vez primera a aquellos del grupo que tienen pensado unirse a nosotros más adelante. El ambiente y la camaradería son sin duda más espectaculares que el paisaje. Gracias a ellos uno de los problemas técnicos más serios (el avituallamiento) pasa casi inadvertido. Cargamos los bidones de agua (el calor promete), charlamos un rato, descansamos y disfrutamos de un precioso callejeo por esta pequeña joya de la sierra madrileña.
El recorrido, después de transcurrir por algún tiempo paralelo al de bajada pero por el lado contrario del arroyo, se separa definitivamente para iniciar el ascenso a la cota más alta de la ruta, el Cancho de la Cabeza. La subida es dura, por un paisaje de pinos y rocas. La hilera de los Locos, vista desde la cabeza de la marcha, es una bonita serpiente multicolor de amistad  y compañerismo. El ascenso es continuo y hace que la fila se dilate en paralelo a la altitud. Solo en una breve parada, tras un cortafuegos, nos unimos para separarnos de nuevo antes de contemplar desde el Cancho de la Cabeza un paisaje impresionante que incluye el grandioso pantano de El Atazar, las reservas más importantes de agua de la Comunidad de Madrid. Pocas veces al año transmitirá esta vista tanto esplendor, tanta vida. Lenguas de agua de un azul intenso entre pequeños montículos llenos de pinos con la Sierra como fondo. Y la sensación de estar viviendo una aventura. Creo que todos estamos emocionados. No esperábamos sorprendernos así en nuestra propia Comunidad. Dan ganas de quedarse allí media mañana…

Comenzamos la bajada al poblado de El Atazar, lugar donde residieron los trabajadores de la presa mientras ésta fue construida. El terreno es cómodo y pronto llegamos al poblado donde nuestros compis están preparando un avituallamiento ya más proteínico. Esta gente es especial.  Han madrugado para que nosotros podamos tener ya agua y un bocata de jamón digno del más exigente gourmet. No puedo evitar comerme uno… Parada técnica antes de afrontar el siguiente objetivo:  El Atazar, el pueblo que da nombre al pantano. Para ello primero tendremos que iniciar una bajada pronunciada hasta el río Lozoya y, una vez cruzado, acceder al pueblo tras una larga pendiente. El paisaje, el clima suave, la compañía hacen que los kilómetros se vayan acumulando casi sin sentirlos. Estamos pasando el ecuador de la marcha y nadie parece estar mal. Quizá lo más significativo y curioso es el paso del río a través de unos enormes bloques de granito. Otra agradable sorpresa que añadir al día.

Llegamos a El Atazar tras una última subida en pendiente. Allí nos espera el resto del grupo con todo preparado para reponer fuerzas. Aprovechamos para comer, beber, reponer agua e isotónicos, estirar y disfrutar de la agradable temperatura. A partir de aquí retomaremos la ruta todos juntos, esta vez sí el grupo al completo. La gente que circula por la zona no esconde su curiosidad al ver a un nutrido grupo de gente haciendo no se sabe qué.

El próximo objetivo es el pueblo de Robledillo de la Jara para lo cual tendremos que bajar al arroyo de Riato por una árida pista para luego subir a Matachines, un promontorio culminado por varias antenas de comunicaciones. La subida por un pinar se hace larga ayudada por un calor que empieza a ser excesivo.  Al final de la subida nos vamos dando cuenta de que el día no va a ser todo lo perfecto que hubiéramos deseado. Gontxu, algo tocado del gemelo, llega con serias molestias por lo que se ve obligado a dejarlo ahí. Por suerte unos forestales nos ayudan y se encargan de bajarlo al pueblo donde Arantxa lo recogerá para seguir en coche. Esta fue la guinda que nos faltó para que todo hubiera sido perfecto. Una lástima.

Nueva parada en Robledillo y nuevo avituallamiento. El ambiente es de lujo. Todos descansando, estirando y disfrutando de la compañía. ¡Qué relax! Nada parecido a una carrera. Esto sí que es Atletismo y Amistad al cien por cien. En Robledillo aparece Arantxa con nuestra amiga Conchi, que se une al grupo también. Ya lo hizo al principio mi amigo Antonio. Ambos viven en Somiedo y se integran en el grupo a la perfección. Da gusto ver cómo a los Locos se va incorporando la gente de la forma más natural. ¡Bravo por ellos!

El círculo va completándose poco a poco con un día cada vez más caluroso. Aparecen pistas muy cómodas para correr en grupo disfrutando de la charla, pero menos agradables que los caminos intrincados que hemos dejado atrás. Por eso, la llegada a la zona del embalse de El Villar es un verdadero lujo para los sentidos con el agua desbordando la presa. No resulta extraño ver los alrededores llenos de gente buscando su agradable compañía.

Ya sólo nos queda completar el recorrido que nos queda desde el Hospitalillo donde nos avituallamos por última vez. Nos espera una larga y sinuosa bajada paralela al lado  izquierdo del pantano. Este último tramo se prolonga un poco más de lo que quisiéramos porque la gente ya no va tan fresca y los kilómetros lentamente han ido sobrecargando las piernas. La mayor parte del tiempo andamos para no separarnos en exceso.
Uno de los mejores recuerdos de este año fue la entrada en el pueblo. El año pasado llegamos casi de noche y sólo pudimos disfrutar de los impagables ánimos de Luis y Alex que tuvieron la amabilidad de esperarnos con bebidas en una nevera a pesar de las circunstancias.

Este año ver a las familias y, sobre todo, a los niños orgullosos de sus padres viniendo a recibirlos, no tiene precio. Me puedo imaginar lo que sintieron ellos al ver a sus vástagos. ¡Qué envidia! ¡Qué placer percibir el brillo y la satisfacción en sus ojos!

Y tampoco olvidemos el Harlem Shake….

24 de mayo de 2013

Cuando los sueños se hacen realidad.

Después de una bonita CUT 2013 y con un final inesperado y triste para mí, me doy cuenta que cada día aprendo más en este mundo del trail.
Afronto el objetivo deportivo principal del año (Zegama-Aizkorri) con una buena y paciente recuperación y en poco tiempo estoy realizando entrenamientos específicos para la carrera. Aumento en progresión y hago muchos entrenamientos en solitario donde en algunos de ellos realmente me meto caña, noto que estando mimetizado con el entorno natural, concentrado en mis pasos, sonidos, mi respiración, saco casi siempre un buen entrenamiento con muy buenos resultados, como por ejemplo subir la cuesta de hormigón al depósito sin parar y continuar los dos cortafuegos sin pausa hasta el cerro (todo un éxito para mí).
Fruto de estos esfuerzos se notan en mi organismo y orino sandre en 2 entrenamientos, pero por suerte y después de unos análisis correspondientes "es algo normal" debido al sobresfuerzo y deshidratación. Nada grave.

La tirada larga pensaba hacerla con mas compañeros pero en esa ocasión sólo pude contar con el gran Nicki que me acompañó en un recorrido que había pensado bastante exigente (gracias de nuevo Nicki). Me gustó enseñarle la dura cuesta del TP60 (Camino Carril del Gallo) haciéndola de bajada y subida.
Al final la tirada larga salió bien y acabé bastante cansado pero mejor de lo que pensaba porque al día siguiente estaba trotando para soltar piernas y sin molestias.

Los entrenamientos por mi cercano y trillado Valdelatas, la Dehesa de C.Villalba y una ruta cañerita (esta vez con amigos) por Navalmedio+La Barranca completan los entrenamientos para la Zegama.
Al día siguiente noto una sobrecarga tremenda en el gemelo derecho, creo que por fruto de no llevar las plantillas en el último entrenamiento de Navalmedio+La Barranca. Me tomo reposo total, hasta hoy, que nuestro compañero y esteópata "Chorri" me ha "metido mano" para descargar el gemelo. Gracias Chorri.

Quedan 3 días para una de mis carreras preferidas, una carrera que siempre he querido correr y me ha apasionado, desde que supe que estaba preseleccionado para correrla los nervios han ido en aumento. No sé si estaré a la altura pero sé que soy capaz de hacerlo bien. Siento que el corazón me late fuerte simplemente de pensarlo.

Me da mucha energía saber que nuestro querido y maestro Prisillas estará corriéndola, hace que la carrera tenga plus de caché, estoy seguro que lo hará muy bien aunque no se vea muy motivado.
Super contento por ir con mi amigo Dioni porque sé que le hace tanto o más ilusión que a mi asistir a Zegama aunque sea de reportero gráfico, y que el gran Ppong estará purulando por allí.
Si llego a meta, mi primer abrazo será para alguno de ellos seguro.

Es momento de embarrarse, subir a Aizkorri, sufrir y encontrar unas horas que no sólo serán de actividad deportiva, serán unas de las horas donde espero disfrutar tanto como siempre he soñado que sería (espero no desilusionarme).


Pocos Locos del cerro estarán este año en Zegama, pero realmente TODOS y cada uno de ellos/as estarán corriéndola a nuestro lado.

Ametsik gabeko bizia, izarrik gabeko gaua.
(Una vida sin sueños, es como una noche sin estrellas).

Por todos mis compañeros... y por mi el primero.

Ya sabéis que a veces las historias se escriben con renglones torcidos.
Parece que este fin de semana ha de ser uno de ellos. Una cita esperada. La ilusión de muchos meses concentrada en un puñado de horas que, justamente unas horas antes se presenta repleta de incertidumbre.
A estas alturas no vamos a caer ni en el desánimo ni en la ingenuidad. Para tamaña empresa llegar en las mejores condiciones posibles es fundamental pero sabemos que a veces se puede burlar al destino cuando nos viene mal dado y con un poco de maña, un tanto de inteligencia y una pizca de suerte se puede alcanzar una meta no igual sino superior a la de nuestras expectativas al vencer a máyores contrarios que el tiempo.
Este domingo muchos correréis conmigo. Algunos incluso formareis parte de mi equipación en forma de mantras, palabras o gestos que nos han unido en todo este tiempo. Me hubiera encantado acometer el desafío con algunos de vosotros especialmente, pero ya que no estáis honraré vuestra amistad, llegue hasta donde llegue.
No os quepa duda de ello. 



23 de mayo de 2013


Hay carreras que son duras en sí mismas por sus propias características. La de Zegama es una de ellas. Afrontarlas mermado físicamente es cuando menos una garantía de sufrimiento. No es raro que la mente juegue malas pasadas sembrando de dudas y temores nuestros deseos. Maldecimos el cúmulo de vicisitudes que nos han traído este avatar porque nunca lo que pretendemos está tan lejos de lo que queremos. Y lo peor de todo es que nos sentimos solos con nuestro propio destino.

No sufras. No pienses. Ha llegado el momento de dejarse llevar, de minimizar daños, de tratar de salvarnos agarrados a una ridícula tabla en un mar proceloso. Lucha, recurre a tu experiencia y llega a meta pensando en que cerrarás probablemente un círculo que empezó en esas mismas tierras hace años y no merece un triste final.

ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE.

20 de mayo de 2013

Lebrel


Por fin se atisba al galgo en lontananza. Se dibuja su perfil escuálido, sin un ápice de grasa, marcando las costillas que acompasan el ritmo de la respiración.

El día está cerca y ahora el galgo sólo quiere descansar un poco, afinar mucho y repasar una y otra vez las enseñanzas que anteriores incursiones grabaron en su memoria. El objetivo es el mismo de siempre, batirse el cobre en incruenta batalla contra sí mismo y contra el tiempo. Evitar a la guadaña mal llamada escoba, que elimina la grasa sobrante del grupo de partida, incólume e inmisericorde, será su sino. Además, esta vez contará con la amarga suerte de ser guadaña amiga, por lo que la herida sería doble. Por eso lleva meses el galgo en sus galguerías, cerro arriba, cerro abajo. Y aunque en esta ocasión la madre tierra se está vistiendo de verde y blanco a ojos profanos, el galgo, experto en estas lides, la sabe marrón oleoso, embadurnada, hostil y poco solícita aunque aduladora. Pero esta vez no será igual, esta vez la batalla será muy distinta. Ya intuyo cómo el aliento le coreará, en cada metro el vaho rasgando el aire formará bruma mientras los resbalones no hollarán la firmeza de cada paso y el esfuerzo será recompensado. Por encima del dolor prevalecerá la tenacidad, tras cada resbalón un nuevo intento y si el cuerpo no acompaña la ilusión será la guía.

Y es que este galgo no es un galgo cualquiera, es un titán, es el maestro. ¡Que comience la faena, que este domingo tenemos caza, caza de sueños y anhelos!

5 de mayo de 2013

¡Qué casualidad!

Buscando el track para la ruta a Cueva Valiente me he topado por casualidad con una entrada en el blog que ya ni siquiera recordaba, entrada que quiero compartir con todos los locos, pues si bien hace poco se hablaba de los orígenes de alguno de vosotros, esta entrada refrenda parte de los míos, pues está en el contexto de la preparación de la que sería mi primera carrera de montaña seria y la que me inyectó el veneno en las venas. Nunca olvidaré ese maravilloso agosto que junto con Fernan, Mikel y el maestro Prisillas me hice un "hombre montañero" (también colaboraron lo suyo Ppong, AngelYMabel, Lluvio y algún cencerro más). Espero que la disfrutéis.

http://www.loslocosdelcerro.com/2009/08/mi-primera-realidad.html