La verdad es que, como tantas otras veces, no tenía pensado escribir la crónica de esta Madrid-Segovia, pero soy débil y no puedo evitar sentarme un ratillo y poner por escrito aquellas cosas que tanto me gusta releer con el paso del tiempo. Además, por otro lado, tal vez alguien lo lea y pueda servirle para, cuando se le ocurra hacer algo así, echarse para atrás a tiempo.
28 de diciembre de 2011
Madrid - Segovia - Gracias
La verdad es que, como tantas otras veces, no tenía pensado escribir la crónica de esta Madrid-Segovia, pero soy débil y no puedo evitar sentarme un ratillo y poner por escrito aquellas cosas que tanto me gusta releer con el paso del tiempo. Además, por otro lado, tal vez alguien lo lea y pueda servirle para, cuando se le ocurra hacer algo así, echarse para atrás a tiempo.
22 de diciembre de 2011
Vídeo de Presentación. CUT 2012
19 de diciembre de 2011
Ha nacido un nuevo loco.
Como cual zombi llego a la cocina, desayuno no muy fuerte porque en pocos minutos he quedado con Prisillas enfrente del Maxidía de Alpedrete. Mientras desayuno pienso la ruta de hoy, "se hablaba de ir para Collado Mediano o para la Sierra de Hoyo, uf, ¡hoy tiene pinta de hacer frío!", compruebo en internet la temperatura en Collado Mediano; -6ºC y no van a subir de 0ºC. Habrá que abrigarse.
Equipado salgo de casa y compruebo que el cielo empieza a clarear y el frío es intenso, pero el puro oxígeno de la mañana y el ánimo de una buena ruta me carga las pilas.
Empiezo a trotar hacia el Maxidía de Alpedrete pero llego 10 min antes, "mierda que frío, mejor voy a trotar hacia el encuentro de Prisi" y a trote chiquito de la calzada llego al encuentro de Prisillas que no se esperaba cruzarse conmigo y con cara sorprendida; "¡Coño, gonchu!". Tomamos el reformado paseo de Alpedrete hacia la Dehesa de Villalba charlando y a un trote mas rápido ("creo Prisi hoy tiene ganas de levantar flequillos, miedo me da").
Nos damos al encuentro de Fernan que aguarda siempre puntual con los brazos cruzados y con cara de frío y las rodillas en movimiento, "joder, ¡que frío hace!" y al poco llega corriendo Mikel con ojeras de recién levantado y con cara gélida "¡Buenos días!, siento tardar pero he saludado a Arancha y esperado un poco a Fernan a ver si aparecía". "Hoy parece que no viene Luis", vaya, lástima.
Después de charlar un rato decidimos comenzar la ruta por la ladera del Cerro.
Yo voy un poco mosca por el tema de los cazadores ya que los tiros y la caza por ésta época rompe la perfecta armonía del monte, pero confío en la amplia experiencia de mis compañeros. Pasamos por la primera cerca y pasamos el primer cortafuegos, cuesta gris y cruzándonos con dos cazadores con sus relucientes escopetas cargadas al hombro... (yo nos saludo, soy así de borde, lo siento).
Comenzamos la subida en dirección depósito del moral, aquí el desnivel aumenta por terreno irregular y empiezo descentrado, voy quedándome pero no me preocupa porque voy con mi ritmo de subida tranquilo ("estamos empezando"), veo que me voy distanciando pero voy a subir a mi ritmo ("estos están muy fuertes").
Casi 1 Km cuesta arriba esperan mis compañeros y me preguntan "¿cómo vas gonchu?", "bien bien, venga vamos que si me paro es peor" y retomamos la subida, y pronto me distancio otra vez pero Prisillas disminuye su ritmo para tirar un poco de mí y no dejarme sólo. Pienso "le estoy rompiendo el ritmo", "estoy pasando factura a la cena de empresa del Viernes", estoy descentrado...

Unos metros mas arriba esperan Fernan y Mikel en un pequeño mirador y les digo "vamos a hacernos una foto" y intento como puedo hacerla con mi móvil los cuatro, ¡clik!.
"vamos, venga seguimos que nos quedamos helados" y continuamos subiendo hacia el cruce del cortafuegos dónde empiezo a centrarme, "vamos muy bien".
Llegando al cortafuegos dudan por el de bajada al Moral, y planteo..."¿subimos al cerro?, yo voy bien, pero no paremos mucho" (pasa un ángel) creo que ésa era la chispa que faltaba para encender la mecha de las tres máquinas que me acompañan, "venga vamos" dice Mikel, prisillas comenta "vale vamos... ¡gonchu te vas a cagar!" y Fernan sube disparado, (uf en buena me he metido...).
El desnivel aumenta considerablemente, subimos por el lateral del cortafuegos hacia el cerro entre pinares, con el suelo repleto de secas hojas aciculares que forman una blanda alfombra marronácea que dá gusto pisar y que agradece el impulso de subida junto el apoyo con alguna roca que hace que parezca mas fácil el ascenso.
Algún tramo subo andando (sufro), pero intento correr, subo, sufro, vamos. He perdido de vista a éstos, no pasa nada, ¡¡vamos para arriba!! (voy centrado).
El repecho duro del cortafuegos empieza remitir pero sigue siendo subida, me incorporo al centro del cortafuegos por un terreno blando, irregular y con piedras sueltas, sigo centrado pero lento, no paro (se oyen dos tiros de algún cazador...), subo.
Al fin veo colores llamativos, si, son mis compañeros esperándome ("que máquinas, cómo suben") y me vuelven a preguntar "¿como vas gonchu?", les digo "bien, pero vamos no paremos", y continuamos ahora en descenso llegando a unas pistas con buen desnivel y preparadas para grandes saltos en MTB, pero Fernan y Prisillas no pierden comba y aumentan considerablemente el ritmo de bajada y yo sigo la rueda de Mikel que baja a un ritmo mas prudente ("no sé si le estoy cortando el ritmo a Mikel o me está esperando"), no obstante disfruto como un enano bajando aunque controlando porque el cuerpo se va, me ayudo equilibrándome con los brazos.
Llegamos a unos tramos mas suaves donde Mikel empieza a recortar la bajada atravesando entre pistas, le sigo, que pasada !parecemos Kilian's¡ Cuando el desnivel de bajada disminuye Mikel me comenta de un mirador que tiene un aprecio especial donde disfruta muchas veces de sus vistas y me recomienda su visita y le respondo "un día subiré con tiempo" (ya lo creo que lo haré).
Bajamos mas suaves pero veo que sigo quedándome porque el ritmo de estos es mayor que el mío, pero siempre hay alguien que espera, siempre hay un compañero que se preocupa. Como en esta ocasión de Fernan que por la senda de los cazadores me espera y charla conmigo "me encanta esta ruta, es de mis preferidas", y sin duda es bonita por su amplio ángulo de visión de Morazarzal.
El sol alumbra claro la reciente mañana y el frío disminuye, (casi los guantes sobran) y comenzamos una de las últimas bajadas fuertes y aumento mi ritmo con Fernan e incluso alcanzamos a Mikel con cometario incluído "!parecéis caballos!", pero fue un error acelerar... al girar una curva...la llamada "cuesta de la risa"... (creo que me he excedido bajando...), y efectivamente lo pago terminando la subida disminuyendo el ritmo y sufriéndolo hasta el final del entreno, uf, vaya cachondeo de cuesta.
Prisillas me grita "vamos gonchu!", me estoy quedando atrás aunque sea llano y volvemos por la ladera del cerro en dirección a la Dehesa, sigo mi ritmo pero mas lento de lo normal hasta llegar al cruce donde tiramos al punto limpio, aquí mis piernas me pesan. Fernan me comenta "a este ritmo que llevas al final de Madrid-Segovia adelantas a un montón de gente", como me anima que grande es, va tirando de mi, lo agradezco pero pronto se desmarca no le puedo seguir.
Atravesamos el asfalto de la M-601 y por su lateral en dirección rotonda del lobo cojo. Prisillas y yo nos despedimos de Mikel y Fernan ("¡nos vemos!") y tomamos ruta de vuelta a Alpedrete por Calle de la Chopera, se me hace duro porque me pesan las piernas bastante (me estoy acordándome de la cuesta de la risa) y se lo comento al paciente Prisillas que me regala unos cuantos buenos consejos. Charlamos y conseguimos llegar al parque de Santa Quiteria y casualmente aumento el ritmo unos metros para rematar (que masoca soy).
Ya enfrente de Maxidía me despido de Prisillas, y el último repecho de subida a casa flaqueo y llego sufriendo. ¡Bien!, ¡magnifico entreno¡ es lo que pienso dando un paseo andando para recuperarme. Estiro muy poco y subo a casa. Ahora toca uno de los mayores placeres de la vida, ¡la ducha!.
Muchos no se explican porque un Domingo me levanto pronto para sufrir, que pudiendo estar descansando en la cama salga a la fría sierra de Madrid a correr y que el resto del día tenga las piernas pesadas. Pero muchos no se explican que el disfrute es enorme al estar en contacto con la naturaleza, inigualable. Puedo narrar esta salida, y sólo algunos pueden entender estas sensaciones, como por ejemplo unos cuantos locos que se animan de hace años a correr por la montaña, ellos creo que comprenden, tienen mis mismas sensaciones, ellos disfrutan corriendo por la montaña.
Creo que hoy ha nacido un loco, un loco del cerro.
16 de diciembre de 2011
CUT 2012. TRAILER.
11 de diciembre de 2011
Crónica de una escapada anunciada...
Nueva imagen
9 de diciembre de 2011
C.U.T. experiencia 2012
6 de diciembre de 2011
Bailando con Locos.
En lo deportivo he disfrutado mucho de ese duro día por el embalse de Navacerrada donde terminamos empapados de agua por la lluvia. Me encantó subir contracorriente de los regueros por la senda camino del hospital de la Barranca y sentir el frio en los pies cada vez que pisaba un profundo charco bajando el carril del miedo. Aquel día además nos juntamos los 4 de la Goi lo que fue algo muy especial para mi. Sólo me falto cruzar corriendo ese crecido navalmedio que imaginaba.
Después he tenido ocasión de descubrir el vertice geogésico del ventorrillo una mañana fresquita, pisar nieve helada durante la ascensión al mirador de las canchas y disfrutar de ese magnífico camino Ortiz de bajada. O, como esta mañana adentrarme en el cerro del Castillo de Collado Mediano y regresar por la cañada hacia Alpedrete jugando con los toboganes.
Poco a poco, voy mejorando mi estado de forma. Aún, "manque me pese" no puedo aguantar el ritmo de subida a los galgos y tener que caminar cogiendo aire mientras ellos continúan trotando hace que me "hierva" la sangre. Pero me motiva para esforzarme cada entreno y esperar al siguiente para ver el alcance de mi evolución, deseando que llegue para comprobar si, por un lado estoy más cerquita de ellos y, por otro saber que durante la travesía siempre habrá momento para la emboscada cuando el espíritu guerrillero se despierta.

