Como casi todos sabéis o intuís, últimamente he estado especialmente desmotivado frente a la gran cita. Le he dado muchas vueltas para encontrar una razón lógica que mi mente analítica y estrictamente cuadriculada pudiera dar por válida. No la he encontrado. Miento. No he encontrado una razón concreta, aunque sí relación con algunas que pudieran ser "razones" para tal desidia. A saber:
1. Grado comparativo: Las comparaciones nunca son buenas y este caso no iba a ser una excepción. El año pasado fue excepcional en cuanto al G2H, demasiado bueno para ser superado. Esto hace que no lo compare en términos de "saber la que me espera", "sufrir mucho al final", sino en que "no será igual". Insuficiente, aún no sé lo que me espera, con lo que comparar no me ayudará mucho a situarme.
2. Me habré dejado llevar: El año pasado pese a ser una locura incalificable y a priori para mí inabordable, la sentía, me apetecía afrontarla, la preparé en mayor o menor medida (mi medida) con mimo. Cualquier paso iba acompañado de novedades, de descubrimientos, de sensaciones inexploradas, de superaciones. Siento como que el apuntarme esta vez fue inercia envuelta en papel de regalo.
3. ¿Supone realmente un giro de tuerca? ¿Tiene que suponerlo?: vuelvo inevitablemente al grado comparativo y de nuevo a priori sale perdiendo.
4. Otras cosas: luego hay más, no sé hasta que punto me apetece "sufrirla". Lo que a priori me era más necesario, que era encontrar más tiempo para entrenar, hacer una mejor preparación, llegar fuerte, me está resultando "contraproducente", encontrándome cansado en los entrenos, no pudiendo disfrutarlos y sentirlos sino mas bien todo lo contrario. Entrenos esquivos y desalentadores.
Realidad: "Lasai, amigo, lasai". No todo es tan negro, he podido salir días de entreno en que he disfrutado enormemente, estoy mucho más fuerte que el año pasado, los días que salgo más motivado y no me machaca la espalda he interiorizado perfectamente el sentido del correr, ese que no somos capaces de describir a los otros ni plasmar con palabras en el blog o en cualquier otro sitio. Mi postura es egoísta, como el correr. Hay muchos que están pendientes de una prueba que parece importarme menos que lo que a ellos les importa que me importe y eso es desagradecido. Ahora, a falta de 10 días y volviendo en el AVE intentaba cerrar un tema del curro y no podía, mi cabeza me estaba llevando continuamente al GTP. Veía los paisajes y me apetecía correr por ellos. Nada más eso, correr por los caminos que veía, por la carretera rural y solitaria que ascendía suavemente en la ladera de una montaña, entre los olivos, pisar la tierra, sentirla en los pies, deslizarme ligero y solo, la naturaleza y yo, todo y uno. Recordé cuando al poco de empezar la G2H comenzó a caer una suave lluvia que en ese momento me refrescó el rostro, veía las gotas en el reflejo del frontal, me empapaban poco a poco el pelo y los brazos y las disfrutaba, las sentia mías, me embriagaba esa sensación que hace ya casi un año me llenó y he empezado a buscar mi GTP. Me ha empezado a llamar el correrlo, he empezado a encontrar su sitio en mi cabeza y en mi interior. Ahora solo hace falta que esto perdure, que encuentre el sentido de nuevo, el porqué. Será la forma en que pueda terminarlo y que eso signifique algo. Sino podré terminarlo o no, pero aun siendo finisher es posible que no me fuera "gran cosa".
Hace un par de días, hablando con Mikel le comentaba que creo que voy a dejar un poco de lado tanta distancia y voy a intentar abordar distancias más cómodas de preparar, de entre 60-80 kms., que supongan un reto pero no un tiempo enorme de inversión. No lo sé, todo cambia mucho y quizá la siguiente vuelva a ser otro "rutón", pero espero que aún me queden muchos años y habrá tiempo para todo, siento que tengo que afianzar las distancias más "humildes" para después saborear las de "los mayores".
En 10 días se verá. Mientras tanto aprovecharé al máximo los ingredientes que me han tocado para cocinar este plato e intentaré ser el mejor Arzak. El descanso me vendrá bien y la motivación sé dónde buscarla. Los locos y el momento harán el resto. Yo espero hacer lo propio.
No pienses en el porqué, disfruta de lo que puedas y cuando ese disfrute se acabe, te lo piensas... ¿vale la pena sufrir un poco?... recuperar con tu éxito el tiempo robado a tus niñas es la mejor motivación y no dudo que lo conseguirás... ¡tú ya lo has demostrado!
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