14 de agosto de 2012

Mi TP 60K (Primera Parte).


Después de una noche donde descansé más de lo esperado y cuando apenas asomaba un rayo de luz por mi ventana me dirijo a la ducha para despertar los músculos del cuerpo, pienso "hoy va a ser un día grande". Comprobando una vez mas todos los bártulos que llevo para la carrera y asegurandome que no se me olvida nada me dirijo a la cocina donde desayuno normalmente recordando cómo orientar la carrera. Una vez vestido y con todo a cuestas, salgo en dirección al punto de encuentro donde Luis pasará a buscarme sobre las 07:20h en su “mini bus” donde se ha ofrecido amablemente a recogernos a todos (Gracias Luis). En el punto de encuentro está Riki esperándo, nos presentamos y nos conocemos charlando sobre la carrera. Cuando llega Luis, nos asomamos al interior del "mini bus" y veo grandes compañeros; Chema, CarlosLargos, Alex, Riki (un amigo de Alex) y la sorpresa de Mikel que ha venido a acompañarnos, ¡esto empieza bien!
De camino con un hilo musical “sorprendente” y el buen sentido del humor de Luis recibimos la inesperada llamada del Lluvio que nos dá a todos una alegría tremenda comentándonos que va dirección a Canto cochino mejor que el año pasado (nos miramos y alucinamos), y nos despedimos deseándole la mejor de las carreras. Sin darnos cuenta charlando llegamos rápidamente a Rascafría donde en el centro del pueblo se sitúa la salida del Trail de Peñalara 60K.
Alex, Riki, CarlosLargos, Chema y yo (Der. a Izq)
Al llegar y aparcar nos hacemos una foto con la enorme bandera azul de los locos del cerro y nos cargamos a la espalda lo que será por muchas horas nuestra fiel compañera de viaje “la mochila” y hoy con más peso de lo normal al inicio de la carrera. Comprobamos que en la plaza del ayuntamiento hay algunos corredores ultimando preparativos donde con lentos movimientos y algunas miradas perdidas se empieza a atisbar una pizca de nerviosismo. Ésta esencia inicial hace que sea único este tipo de retos y Chema me comenta que él sin estas primeras sensaciones de carrera no estaría metido en estos “verengenales”. Me alegra correr con él, estoy agusto y orgulloso de como es.
Nos despedimos de Luis y Mikel con los abrazos correspondientes y mejores deseos.

Desde ese momento en un banco de granito nos quedamos los 5 que emprenderemos los 60Km. Noto que ahora los nervios son más tangibles, y nos preguntamos a qué altura irán nuestros compañeros de la carrera paralela (110Km) donde avanzan Lluvio, Ppong y su compañera, desde la distancia les deseamos la mejor carrera y auguramos una excelente meta de Lluvio.

Nerviosismo en la Salida
Lentamente nos situamos en la salida donde nos fichan en el primer control chip + “revisión” de mochila. Con el arco/globo de salida unos metros de frente nuestra observo a mi alrededor viendo a los corredores, y pienso que esta será la única vez en la carrera estaremos todos juntos en este objetivo común. Quizás en cuanto avance la carrera tengamos la oportunidad de entablar una conversación e incluso compartir Kms con algunos de estos valientes.

Desde el balcón del ayuntamiento nos comentan que hay una carrera/paseo de caballos que casualmente pasan por parte de nuestro recorrido inicial y que se ve afectada en nuestra salida demorandose unos 15min (Pienso, “si salimos a las 09:15h, nos hará mas calor aún...”). Paciencia, desde el principio no nos precipitamos, de hecho estamos al final del grupo de salida y nos situamos en la escasa sombra de un pequeño árbol charlando con Chema.
De repente se oye la canción de Carros de fuego y se me pone la piel de gallina (como siempre con esta canción), desde el altavoz “cantan” la cuenta atrás y se unen al coro los corredores, y con el estruendo de un ¡YA! y entre gritos y silvidos el grupo empieza a moverse hasta pasar por debajo del arco de salida con la bandera de la comunidad de Madrid (activamos garmin, esta vez sin alerta de Kilometraje) y ¡comienza el reto!

Salida TP60k (2012)
Aunque en la plaza del ayuntamiento no había mucha gente animando, la salida fue memorable , los 5 salimos a un trote muy suave dejándonos adelantar, oigo un “tranquilo gonchu” de Chema, (sonrío). Bien... ¡allá vamos!.

La salida de Rascafría la hicimos muy tranquila, tanto que a veces echamos a andar, incluso mirando atrás compruebo que somos de los últimos del pelotón e intento no preocuparme, esta vez la estrategia de carrera la tengo bien memorizada y la vuelvo a repasar ahora que estoy fresco; “Salida con los compañeros hasta antes del ascenso a Peñalara, sin prisas, disfruta con ellos” y justo recuerdo una de mis películas preferidas “Océanos de Fuego (Hidalgo)” (si la habéis visto comprenderéis porque me acuerdo de ella en carreras largas en el momento de la salida) y se la recomiendo a Chema siguiendo con el charloteo.

Chema subiendo senda Robledal.
Al salir del pueblo comprobamos que el día es bastante soleado pero aún no aprieta y desde el comienzo es todo subida realizando el primer km por un seco y polvoriento camino que enlaza con el PR-10 donde el ascenso se hace mas pronunciado enlazando por una frondosa y cómoda senda del Robledal de los Horcajuelos, sin darme cuenta hablando con Chema nos desmarcamos del resto sin apenas correr, y llegando un cruce de pistas donde en unas piedras llamadas el Carro del Diablo esperamos a nuestros compañeros. Continuamos subiendo y de repente escuchamos unos gritos, levantamos la vista y de lejos parecen ser dos personas enloquecidas... ¡eran Mikel y Luis gritando y animando como posesos!, ¡que alegría! (“joder, o vamos demasiado relajados o ellos han subido rápido”) Nos esperan con botellas de agua fría que habían cogido arroyo abajo para nosotros (bonito detalle), terminamos de recargar y continuamos camino. En ese momento me hubiera gustado que Míkel y Luis hubieran continuado con nosotros y creo que ellos quedaron con ganas... pensé “ojalá estén esperando en meta”.

El ascenso por las zetas se hizo menos duro de lo que pensaba con Chema porque hablándo con él se pasan las horas volando, ¡incluso dió tiempo a crear un estribillo de la canción de Valdelatas! Nos desmarcamos sin darnos cuenta del resto del grupo, y en alguna curva de la zetas esperábamos de nuevo a reunirnos con el resto.

Con Chema en avituallamiento del Reventón
Empezaba a apretar un poco el calor y llegamos al puerto del Reventón donde se veía la carpa del primer avituallamiento+control chip. Muchos corredores continuaban su marcha sin pararse pero nosotros no teníamos prisa y Chema y yo comenzamos a comer naranjas y frutos secos esperando al resto (por cierto el personal voluntario encantador). Una vez llegó el resto le dije a Chema que iba a continuar y tuvo la amabilidad de acompañarme (creo que ya nuestro querido Prisillas le había pedido el favor que me “vigilase” el primer tramo del recorrido) y partimos quedándome con ganas de desearle suerte a CarlosLargos que aún no había llegado al avituallamiento.

Llegando Alto de Poyales
Partimos a un ritmo tranquilo en dirección Peñalara pasando por Cerro Morete, Alto de Poyales, los Neveros y por el tramo pedregoso de Cerro Claveles donde aumenté un poco el ritmo y comprobando que Chema me seguía sin problemas. A esta altura le dije a Chema que iba a acelerar un poco para subir Peñalara rápido ya que además de haberlo hecho varias veces, me sentía cómodo. Chema me regala unos buenos consejos para la carrera y me recuerda que ellos estarán detrás por si me pasa cualquier cosa y que mantenga la cabeza fría. Nos despedimos con un sincero abrazo deseándonos suerte.

Según reanudo el camino siento un vacío ya que sé que Chema podría haber continuado conmigo sin problemas pero sabía que él debía estar con su compañero de carrera Carlos y estaba convencido que acabarían la carrera con éxito.
Laguna de los pájaros
Poco a poco empecé a concentrarme y disfrutando de las vistas de Los llanos y divisando la bonita Laguna de los pájaros que me dieron ganas de acercarme para refrescarme la gorra, pero seguí mirando al alto de Peñalara y comencé el ascenso disfrutando de cada enorme piedra y siguiendo los banderines de la carrera hasta el Risco de los Pájaros. Una vez allí la carrera no cresteaba sino que iba un por terreno técnico “cómodo” excepto un tramo difícil sobre piedras. Iba a ritmo rápido y sin problemas y ya divisaba la última subida al Alto de Peñalara donde estaba muy frecuentado por excursionistas y boys scouts. Antes de llegar al punto geodésico pasamos el control chip y pedí que me tiraran una foto y aproveché para comer un poco.

En la Cima de Peñalara.
Después de beber un poco de agua y divisar claramente la Granja desde allí recordé una ocasión cuando ascendimos con el grupo y le preguntamos a Lluvio por donde se bajaba en el GTP y no recordaba exactamente, por lo que en esta ocasión empecé bajando intentando memorizar la ruta pero mi ritmo aumentó considerablemente como mi concentración en el terreno ya que asomaban discretas y a su vez peligrosas piedras en el blando suelo. Por ésta zona adelanté a un delgado y jóven chaval que competía con pantalones largos, botas de montaña, un palo de madera y una antigua y pequeña mochila de montaña. Éste chaval con gafas y con barba prominente me negó el saludo cuando le adelanté y pareció “picarse”, no hice mucho caso. Después de pasar un tramo de bastante inclinación que me sorprendió sobremanera por su dureza de bajada (una de las partes mas duras de la carrera para mí) llegué al llano cerca del Chozo de Arangüez donde de repente la temperatura ascendió considerablemente. La ruta encaminaba sin sombras y sin viento por sendero donde curiosamente sentí un pequeño bajón, y me eché a andar. Fue cuando noté que me adelantaba ahora el extraño chico barbudo que adelanté bajando Peñalara, su extraño ritmo era un paso entre corriendo y andando. Me fijé como punto de referencia éste chaval para ir a un ritmo bien e intentar no dejarle escapar muy lejos.
Cuando llegamos a la Majada Aranguez empezamos a entrar a un terreno mas sombreado y sobre todo por la zona de Las Carboneras y Raso del Pino donde volví a correr recuperado y adelanté al que cariñosamente llamaré “el barbudo” de ahora en adelante.
Entre Pinares (Las Carboneras)

Antes de llegar a Majalapeña mojé mi gorra en un arroyo y me dieron ganas de sentarme a disfrutar del paraje, pero el barbudo venía detrás "con el palo". Crucé el arroyo por el puente en vez de atravesarlo para evitar tempranas ampollas y continué corriendo en bajada hacia la Mesilla Baja donde empezaron a asomarse helechos y algún paseante que durante el camino serpenteaba y había que tener mucho ojo con las raíces que asomaban ocultándose con el color de la oscura tierra. En esta parte creo que me adelantó Aitor Leal donde no supe de primeras que era él, y cuando me pidió paso pude seguirle apenas casi 100m hassta donde acertadamente desistí ya que en ese momento no supe era la cabeza de carrera del GTP y eché a andar automáticamente comiendo un poco y relajándome (pensé en los consejos de Prisillas). Antes de llegar a El esquinazo de la Granja la bajada aumentó un poco de pendiente y decidí correr llegando a un llano donde el calor pegó de nuevo y pasando el muro de los jardines de la granja mis piernas empezaron a notar un poco los km y bajé el ritmo incluso anduve hasta que llegando al asfalto del Paseo de los Molinillos decidí correr hasta el avituallamiento de La Granja. Se me hizo bastante duro el asfalto, y ahora viene el primer despiste de la carrera cuando escribiendo por primera vez en el wassap debí pasarme el desvío a la altura de la plaza de toros y continué calle abajo donde perdí de vista la cinta, y dí un rodeo hasta encontrar la Plaza de los Dolores donde estaba el deseado avituallamiento y la meta del TP80k. Estaré muy agradecido a una niña que me acompañó corriendo hasta indicarme el camino correcto a la plaza.

Me senté en una silla de plástico bajo la sombreada carpa del avituallamiento y comí pasta, algo de ensalada y naranjas sin demasiadas ganas, pero sabría que luego me vendría muy bien. Pensé en cambiarme los calcetines pero no fue necesario en este punto de carrera y tampoco ponerme las pantorrilleras porque no iba muy cargado de gemelos.
Aquí pensé en mi mujer y mi hija, por donde irían mis compañeros de carrera o si les vería en este avituallamiento, y me hubiera gustado saber si Alex y Riki continuarían una vez llegasen a este punto. Esperé bastante tiempo y me dió tiempo a oxigenarme y decidí partir con los depósitos de agua a tope donde me dijeron que hasta la casa de la pesca no habría agua.

El calor ya era notable y al salir de la sombreada carpa el sol se hizo notar y también el grupo de charanga con camisetas amarillas en la puerta del bar de Luis Alonso celebrando su reciente victoria del TP80K donde al pasar me animaron cariñosamente con su música y gritos.
Desde aquí pasando por el Ayuntamiento y la calle de la Alameda llegué a la puerta de hierro que delimita el acceso al Real Sitio saliendo como del casco urbano y hablando con dos chicos viene el segundo despiste de la carrera; De repente hago un repaso mental de los puntos de control y de repente caigo, ¡¡¡Se me había olvidado fichar en el control chip de la plaza de los Dolores!!!...Casi me dá algo… y los chavales con los que iba charlando me recomendaron lógicamente que volviése a fichar porque sino me podrían descalificar, y decidí deshacer el camino despidiéndome de estos chicos y la corta conversación que pudimos mantener.
Emprendí la vuelta a la plaza corriendo y bastante cabreado. Para mayor inri me cruzé con el agradable “barbudo” que al verme volver a la plaza me miraba por primera vez con una amplia sonrisa en su poblada barba... (con cariño. Me tocó los cojones). Pensé, “como no corras bandido te cojo el bastón ese que llevas y verás...”
Al llegar a la plaza pasé el dichoso control chip "camuflado" en un poste de metal de la carpa y un señor de la organización que conocí hace pocos minutos se interesó por mi vuelta y le expliqué el embarazoso despiste.
Después de que la entrañable charanga me despidiése por segunda vez emprendí ahora sí, el camino hacia el siguiente objetivo, Casa de la pesca.

Al salir de la granja con un fuerte calor, continúo por un camino paralelo a la CL601 que me lleva a una pista de tierra donde por sus lindes hay huertos de judiones de la granja, y en poco llego a un puente de madera que cruza el río Eresma continuando por un camino empedrado llamado “Camino de las Pesquerías Reales”. Esta bonita zona continúa sombreada y algo fresca por el río Eresma, y sino llega ser por éste querido río creo que esta carrera sería el doble de dura.

Recuperando los pies
Llendo por el bonito camino empedrado (y aun así duro porque tenía un poco de pendiente) es cuando un pequeño bajón me ataca inesperadamente y luchado para que no me afectara demasiado observo delante mío a un corredor que llevaba un ritmo aproximado al mío, y le seguí como pude andando y trotando hasta el pueblo de Valsaín donde había unas pequeñas presas. En estas presas veo al corredor que estaba metiendo los pies en el agua y me grita “illo!! esto es la vida illo!! ¿te apetece meter los pies? Oh, de maravilla illo” Pensé, ¡por qué no coño, sin prisas! hay que disfrutar, además me va a venir bien a ver si me recupero de este bajón.

Al llegar nos presentamos y según parece es un corredor de ultra trails de Huelva. Rapado al cero, delgado y de patas fuertes, me voy dando cuenta que es un “cascador” nato y que se le entiende muy mal hablando por su acento sureño supercerrado, tanto era, que casi todas las veces tenía que preguntarle qué había dicho. Entre lo que voy entendiendo, me quito los zapatos y calcetines y decido meter los pies, y dios, ¡¡gélida!!  Mis pies lo agradecieron y aproveché a mojarme piernas y cabeza.
En la conversación que iba “traduciendo” con el chico, me explica sin pausa que colabora en la organización de una carrera trail por la sierra de Huelva (no recuerdo muy bien ahora su nombre) que me la repitió 1000 veces, y aprovecho para ponerme un compeed en una antigua ampolla que empezaba abrir y para cambiarme de calcetines.
Gonchu refrescandose en frías aguas.
Pocos corredores que pasaban se animaban a refrescarse (y no sería porque el andaluz no les animaba a meterse). Después de un rato de relajación retomamos la marcha juntos en dirección a el aŕea recreativa “el Parque” donde empecé a notar curiosamente de nuevo el bajón, ya no sé si esta vez sería porque el Onubense no paraba de hablar y no le entendía nada de nada...Llegó el momento que no quería hablar con nadie y no sabía como decírselo y me estaba agobiando, y opté por no hablar pero el tío ¡¡no paraba!!
Algo que tuve que superar también era que en la zona recreativa los Asientos y a lo largo del río Eresma muchas familias se bañaban en el río y tomaban cervezas y a mi me daban sinceras ganas de pararme allí a bañarme, pero había que seguir... También nos encontramos algunos corredores bañándose, y en alguna ocasión el corredor sureño amigablemente tiraba algunas unas fotos (suena un poco mal, pero casi echo a correr para deshacerme de él... ¡que pesado!).
Entre ilegibles conversaciones y sobreviviendo mentalmente de repente le entran las prisas a nuestro amigo sureño y aprovecho a decirle "Seguramente que baje el ritmo, no voy nada bien" (cosa bastante cierta), pero no se despega, hasta que un jóven corredor nos saluda y el sureño se acopla a él y decido andar mas despacio aún y cuando parece que me he desprendido de él compruebo que están perdidos porque no localizan la cinta. Anduvimos por los alrededores e incluso las personas que descansaban por la zona no les sonaba haber visto corredores, ostias que raro... Pasan los minutos y no pasa nadie y no vemos la cinta por ninguna parte.... Ostras, ¿nos habremos perdido?

Continuará....

5 comentarios:

  1. Me gusta, espero con ganas el desenlace.
    Espero que no tardes mucho...

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  2. Muy bien.
    Ahora no te detengas y aprovecha la carrerilla para llegar hasta el final. La cosa promete.
    Entonces, te evaluaremos jeje.

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  3. Pues ya te puedo ir comentando alguna cosa en la que me he fijado. Por supuesto si no te va ir con alguien, no vayas. La cabeza tiene que ir fresca y concentrada. Pon cualquier excusa o dilo claramente porque no es cuestión de sufrir por partida doble. Lo mismo te digo con el barbudo de marras. No pierdas concentración ni energías en alguien con el que te cruzas. Aumentar unos segundos por kilómetro por seguirlo o por dejarlo, te puede suponer un problema futuro.
    Me llama también la atención que no hables para nada de la comida ni de la bebida. Para mí sigue siendo lo más importante. No paso más de diez kilómetros sin comer algo y no me olvido de beber combinando siempre sales y agua en función del clima. Tampoco voy haciendo turismo: disfruto de los paisajes o los sufro pero me concentro exclusivanmente en el camino. Si puedo evitar dos metros, los evito; si puedo esquivar unas piedras o unas ramas lo hago; calculo dónde tendré que empezar a andar en la siguiente cuesta y dónde podré correr de nuevo.
    Esto te puede parecer un verdadero coñazo pero es lo que hago. Y si encuentro a alguien con el que voy bien lo exploto al máximo porque para mi cabeza el no pensar en kilómetros ni en lo que me queda es fundamental. ¡Es una inyección de moral llegar a un control y ver que han caído más kilómetros de los que llevabas en mente!
    Tendrás que ir buscando todo aquello que te beneficia y evitando lo que te cansa. Para ello, tienes que ser observador e ir concentrado. Y deberás no hacer mucho caso de lo que te digan...

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  4. Va bien la crónica, pero el bajón no tendría que ver con la comida?, pasta, ensalada y naranjas me parece un poco mucho, en mi caso procuro cada hora meter algo para el cuerpo, aunque en los avituallamientos aproveche algo de lo que hay.

    Lo que siempre evito son las "compañías no deseadas", soy capaz de ir kilómetros y kilómetros con mi gente y con otros pero siempre que sea una compañia mutuamente aceptada.

    Esperando la nueva entrega ...

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  5. - Fernan; No es que no me vaya ir con nadie, al revés, me gusta de vez en cuando conversar, pero yo soy un tío que se concentra bastante en carrera y si hay alguien que no conozco en momentos malos no para de hablar como el Onubense creo que no me beneficia, pero creo que soy un poco malo para "pegar cortes", quizás sea mi fallo.
    Si te fijas hay momentos que comento que aprovecho para comer, pero no voy diciendo todos porque son tantos bastantes, es mas, tengo un ritmo de comida que no sobrepasa de los 15min en carrera y "a mordisquitos" voy comiendo barras de plátano, de cereales ó si me noto muy flojo geles. Comentar que me vino de lujo una fina tableta de plátano concentrado, es muy pastosa pero me sentó de lujo.
    Por suerte el estómago reaccionó bien aunque al final de carrera acabas cansado de esta necesaria alimentación.

    - Prisillas, Chema; Intentaré subirlo en cuanto la acabe, espero que os guste.

    - Halfon; Me has hecho pensar en el avituallamiento de la Granja donde comí un plato de pasta con ensalada y naranjas (sin llegar a acabarme la ensalada) creo que no fue mucho pero no comí con mucho gusto porque el estómago estaba mas bien cerrado, y quizás el bajón fue producido por esta comida, no sé.
    Estoy de acuerdo contigo en lo de poder hacer muchos kilómetros con la que realmente es nuestra gente. :-)

    Se agradece vuestras opiniones y críticas constructivas.

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