9 de julio de 2015

La cita pendiente.

Es curioso, pero si cierro los ojos y pienso en una carrera, en un lugar especial en mi vida deportiva, inevitablemente me traslado a Beasain, al Txindoki y los alrededores de Etxegárate en el verano del 2010. A pesar de los muchos kms. De tantas y tantas carreras, de MMP curiositas en maratón, medias o diezmiles, a pesar de tantos maratones de montaña, del MAM, de machadas como el GTP del 2011 o ultras meritorias como el Desafío Somiedo del 2014, La G2H siempre ha estado ahí. En mi corazoncito.
Quizá sea como ese primer amor que nunca se olvida. Quizá es que nos atrae más aquello que se nos resiste. Como decía esa frase que tanto me gusta de  Ava Gadner: "con el tiempo lo bello permanece en la memoria, lo tormentoso en el alma". El caso es que siempre ha estado presente en mi vida desde entonces.
Próximamente volveré a estar allí. Y puedo decir que no se tratará de vencer o perder, de "correr o morir". Se trata de reencontrarnos, la carrera y yo. De volver a sentir las mariposas en el estómago. De recorrer aquellos caminos que ya pateé e intentar atravesar aquellos que se me negaron. De vivir de nuevo la aventura en la incertidumbre del resultado, de ese carrusel de sensaciones que tienen estas carreras. No podía dejar la ultradistancia sin volver a intentarlo. Al menos una vez más. 
Ya sabéis que es inevitable pensar que no se llega preparado. Que faltaron rodajes largos, salidas nocturnas, kilómetros. Que te encuentras cansado, que si el calor, que si el barro, el tobillo.... tranquilos, estar allí ya es  importante, emotivo y llego expectante. Como un novato a pesar de los años. Con los ojos muy abiertos para no perder detalle y con la mentalidad de arrancar y hacer camino. Quiero llenarme de nuevo de recuerdos para el futuro. Con humildad, sin otra pretensión que completar el desafío. Pasito a pasito, hasta donde el destino quiera llevarme. En modo paciencia.
Quiero que sepáis que os llevaré a todos en mi zurrón amigos. Todos me ayudaréis y serviréis con vuestros ánimos y palabras entregadas durante todo este tiempo que os conozco y especialmente mis mosqueteros, que hace cinco años se embarcaron a ciegas conmigo en la aventura y con quienes disfrute tanto, que son en gran parte artífices de llevarme nuevamente hasta aquí. Porque sin ellos aquella aventura no hubiera sido tan especial e inolvidable. Por que sin ellos seguramente el día 10 no estaría de nuevo allí.
Gracias a mi familia que tan generosamente me han permitido intentarlo de nuevo, a mis amigos de Zegama por su apoyo logísitco y a mi hermana, ejemplo de lucha en la ultra más difícil.
Ya si que no queda nada. ¡¡Va por ustedes Locos!!.

1 comentario:

  1. Estoy seguro que disfrutarás de nuevo, el simple hecho de intentarlo de nuevo e intentar sacar ésa espina clavada es algo que no lo olvidarás. Me alegro tanto por ti amigo porque de una manera o de otra lo disfrutarás.
    Correré contigo aunque no me veas y te animaré aunque no me oigas. Fuerza Prisi. AÚPA!!!!
    Gonchu.

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