24 de diciembre de 2010

Había una vieja costumbre...

Había una vieja costumbre en días como el de hoy en que varios amigos se calzaban las zapatillas, se ponían el gorro de papa Noel, agarraban un polvorón o un benjamín de cava y subían al depósito de Moral corriendo juntos para cantar un villancico compuesto para la ocaasión, zamparse las viandas y después de un sincero y fuerte abrazo retornar a casa.
Hoy he de reconocer que la vida y sus circunstancias han castrado aquel hábito.
Añoro aquella costumbre y siempre guardaré un emotivo recuerdo.
Hoy, aúnque en solitario intentaré reeditar parte de aquella costumbre y, no dudeis que os tendré muy presentes.

1 comentario:

  1. Las circunstancias mandan y no siempre podemos hacer lo que queremos... Algo parecido hacía yo pero yendo al monte y también perdimos la costumbre. Sigue siendo un grato recuerdo, éste sí, imposible de 'castrar'...

    ResponderEliminar