10 de julio de 2012

GTP 2012, Segunda parte (Food Out)


Salgo de la Granja muy ilusionado, pienso que saliendo de aquí está todo hecho y más aun encontrándome “tan bien”, ya que he pasado las horas centrales del día y empieza a refrescar.
Corro durante 2 kilómetros hasta que cojo el camino que me llevará a Valsain, empiezo a sentir un gran bochorno y noto que apenas he comido, el estomago empieza a hacer ruidos propios y no sé que está pasando pero me pongo a alternar caminar con correr, pero cada vez se vuelve más habitual andar. El estomago me da pinchazos muy fuertes y necesito evacuar por todos los orificios de mi cuerpo, pero hay mucha gente caminando por este camino como para ponerme a hacer aguas mayores, por lo que me paro a hacer pis, cuando sin darme cuenta vomito todo lo que acabo de comer en la Granja…. Pienso… “que iluso soy. Pensé que sería fácil…”.
Analizo el perfil de tiempos que llevo y calculo que me quedan como 2 kilómetros hasta Valsain, donde recuerdo que hay un bar para poder evacuar tranquilamente. Aguanto como puedo esta distancia y por fin llega. Me paro unos 15 minutos y me quedo como nuevo. Salgo del bar dando las gracias y me pongo de nuevo a trotar tranquilamente. Me quedan unos 6 kilómetros hasta la Casa de la Pesca y se me van a hacer duros, respiro hondo y me lo tomo con mucha tranquilidad.
Esta parte no la conozco, pero nunca pensé que se me haría tan dura. Es un lugar donde se puede correr todo el rato, pero debido a los dolores que llevo, se me hace imposible correr más de 100 metros, por lo que voy alternando siempre que puedo. Analizo cada piedra, cada subida, cada árbol, intento tener la mente ocupada disfrutando del paisaje tan idílico donde me encuentro y que nunca antes había visto. Pero cada zancada me recuerda que estoy sufriendo más de lo esperado hace 1 hora y que esto se me va a hacer largo y duro. Por otro lado, me siento fuerte de mente, en ningún momento me planteo retirarme y aunque suene raro… quiero disfrutar de este dolor tan sufrido. Necesito encontrar la esencia del Ultra en todas sus tonalidades.
Tras ver como corredores que había pasado hace muchos kilómetros me adelantan dándome ánimos y adelantar a otros corredores que están exahustos y prestarles un poco de agua y unas palabras de aliento, llego al tan buscado avituallamiento. Me siento e intento relajar lo más posible todo mi cuerpo, bebo cocacola y como naranja, no me entra ni un mísero bocado de nada, llegan corredores y se van, pero yo sigo descansando, se ha hecho duro y no quiero tener que rendirme. Pasan unos 15 minutos y decido continuar, con lo que se, que será la última parte dura de la carrera. Soy consciente que son 4 kilómetros de buena subida, por lo que me lo tomo con tranquilidad, paso a paso voy avanzando, pero cada minuto que pasa estoy más cansado. Noto el estomago vacio tras haber vomitado unas 3 veces, intento llevarme una barrita a la boca, pero no consigo ni masticarla cuando la tengo que escupir. Las cuestas se suceden y no encuentro la tan buscada Fuenfría, cuando de pronto…. Miro al final de una de las últimas cuestas, cuando me encuento bajando al Gran Prisi, mi mentor, mi modelo a seguir, mi padre en este lugar… (¡¡¡te diría tantas cosas!!!). No esperaba su visita tan pronto, nos damos un gran abrazo, el cual hace me emocione y me dé fuerzas para poder terminar, también hace que acelere ligeramente mis pasos y en un momento llego a la Fuenfria que tan lejos está… (por lo menos así se me hizo).



Son las 22 y esperaba llegar sobre las 21…. He perdido todo el tiempo que había ganado y encima he perdido una hora, pero esto no me preocupa lo más mínimo, ahora solo me preocupa llegar y poder abrazar a la gente, que me consta, me está esperando. Me pongo el frontal, ya que empieza a desaparece la luz que tanto me ha calentado hoy, doy un último trago y parto con la compañía de mi amigo.




Descanso y meditación


Del Smith solo decir… que fue estupendo compartirlo con Prisi, pero se me hizo durísimo. Solo veía cuestas arriba. Sin apenas trotar, el dolor de todo mi estomago hace que solo pueda caminar, pero sigo sin pensar en dejarlo y abandonar, lo cual, me hace ser fuerte psicológicamente. Durante este recorrido, mi amigo me va informando del partido de España, pero la verdad es que en estos momentos no me importa mucho. Creo recordar, que fue aquí cuando el Gran Gonchu terminó su carrera y ello me motivo a continuar con mas fuerzas, pero voy un poco preocupados por Carlos y Chema que no conseguimos saber nada de ellos.
Con total oscuridad, llegamos al final del Smith donde de nuevo me espera Rafa (que gran amigo!!!), continuo sin parar… de andar, jeje. Hasta el avituallamiento. Estoy muy cansado y tengo mucho sueño. Me siento en una silla me animan los voluntarios, bebo un poco de agua y …. A vomitar de nuevo y esta vez, mucha cantidad. Me siento un poco apartado para despejarme, pero tengo el cuerpo vacio y no puedo comer nada de nada. Me dan acuarius y me pongo el cortavientos, ya que empieza a refrescar. Tras un rato de reflexiones internas, y armarme de valor, cojo aire y me despido dando las gracias a todos los voluntarios.
Cuál es mi sorpresa, que Rafa dice que baja conmigo hasta el final!!! La verdad es que se agradece muchísimos ir con alguien cuando vas tan tocado (aunque legalmente no se puede). Entro en terreno conocido, por lo que sigo con paciencia y hablando a ratitos con mi amigo. Llegamos a las Cabrillas antes de lo que esperaba, pero tengo que parar, sentarme y cerrar los ojos y pienso “Que sueño!!!”, pero me levanto enseguida y continuamos tubería abajo.
Creo recordar que fue por estos momentos cuando Rafa me hace saber que los compis, Carlos y Chema han llegado. Me llevo una gran alegría al saber esto, y me da otro golpe de fuerza para poder terminar.


El camino es pino y con piedras, no puedo trotar y andar se hace complicado por este terreno, nos pasan corredores hasta por debajo de las piedras y yo solo puedo pensar en sentarme y cerrar los ojos, cada poco tiempo. Voy como sonámbulo y Rafa preocupado, ya que voy de lado a lado del camino. Así, llegamos a la fuente del Mingo, me tumbo en las piedras intento hacerme un resumen del dia con lo positivo y me pongo como siguiente punto la barrera de la Barranca, me pongo en pie y me echo a correr, ya que el camino lo exige, pero de nuevo el dolor agudo y vuelvo a alternar correr con caminar. La temperatura es ideal y la compañía más. Pero empiezo a desear con todas mis fuerzas terminar este suplicio.
Llegamos a la barrera pico el control y seguimos por la pista. Voy haciendo eses por todo el ancho de la pista y sigo con la filosofía del “Caco”, sé que esto está llegando a su fin y me emociono por momentos. Se me ponen los pelos como escarpias de saber, que voy a terminar con la gente que más quiero animándome. No puedo ni respirar de la emoción que me invade cuando…. Aparecen los tres mosqueteros (Luis, Mikel y Prisi) con la bandera de los locos, como si de uno de mis mejores sueños se tratara.
Desde este momento no recuerdo dolor, solo emoción y alegría. Fueron los tres últimos kilómetros los más felices y los que más disfrute de toda la carrera. Tras tantas horas en solitario, ahora quiero saborear cada metro acompañado de mi gente. Les comento lo mal que lo he pasado en las últimas horas y no quiero correr, ahora no. Quiero disfrutar de cada paso.
Pasamos por la plaza y toda la gente de los bares aplaude a mi paso.
Dejo que se vayan corriendo para que me puedan recibir en meta y cuando no les llego a ver…. Corro veloz y sin molestias a buscar el fin de la que será: “La carrera más feliz que he podido disfrutar y disputar”.

El resto lo conocéis de primera mano. Mi Gran Amor esperándome en meta fue una de las imágenes que tendré guardada para el resto de mis días. Los abrazos se suceden y mi emoción salta en forma de lágrimas de felicidad.
Esta carrera a finalizado y habrá más… muchas más, os lo aseguro. En algunas seré yo el que corra, pero en otras seréis vosotros quien sufra y yo el que os intente hacer sentir lo que sentí este dia. De nuevo ¡GRACIAS! a todos y cada uno de los que hacéis que mis sueños, se hagan realidad.

11 comentarios:

  1. Vaya sorpresa que me he llevado al ver tu crónica después de mucho tiempo sin meterme en internet. Nunca pensé que sufriste tanto. No he tenido tiempo de hablar con nadie. Eso demuestra que no es fácil terminar una carrera de este tipo. Muy bonita la crónica y una suerte poder llevar ya siempre contigo tantas sensaciones. Al final las malas se olvidan y van quedando los buenos recuerdos de la carrera.
    Enhorabuena crack. A ver si lo pasamos bien en la Madrid-Segovia.

    ResponderEliminar
  2. Eso espero Fernan!! Hay que desquitarse en M-S, pero hay que tener mucha cabeza.
    El sufrimiento ya lo he olvidado y me quedo con lo vivido.
    Por cierto, no he tenido tiempo de releer la crónica, por lo que puede haber muchas faltas.....

    ResponderEliminar
  3. Si señor, gran crónica. Mejor carrera y sobre todo... GRANDE Alberto.
    Sabes que me alegró mucho tu éxito. De mayor quiero ser como tú.

    Y a ver si te estiras mas a menudo a escribir que tambien lo haces bien

    ResponderEliminar
  4. Si señor, gran crónica. Mejor carrera y sobre todo... GRANDE Alberto.
    Sabes que me alegró mucho tu éxito. De mayor quiero ser como tú.

    Y a ver si te estiras mas a menudo a escribir que tambien lo haces bien

    ResponderEliminar
  5. Que bien se entiende lo que es una ultra en esta continuación. Por lo que se lee y por lo que se intuye e imagina.
    Te aseguro que me consumia la impaciencia esperando el momento en que aparecieras. El encuentro en un duro tramo de cuesta. La Fuenfría y ese smichd a oscuras acompañándote me llenaron de orgullo.
    Yo no vi en ningún momento el abismo del abandono en tus ojos. Sólo el cansancio acumulado de tantas horas unido a esas molestias. Esa cara "chupada" mostraba como te habías ido consumiendo.
    Luego la apoteosis del final. Digna de ti.
    Te lo mereces.
    Eres un gran tio.

    ResponderEliminar
  6. Qué gran crónica! me ha emocionado mucho. Sin duda será un recuerdo que te acompañará siempre y me alegra que hayas sabido disfrutar de los momentos buenos y de los menos buenos. Sueño con participar el año que viene en el GTP, espero hacerlo la mitad de bien que tú

    ResponderEliminar
  7. Hay veces que las palabras sobran. No son necesarias. Los sentimientos hablan por sí mismos y la mirada vidriosa los ratifica. Llegue un nuevo y fuerte abrazo hasta tí que, aunque no nos sabrá como el que nos dimos aquella noche, servirá para recordar de nuevo esa fantástica noche que nos hiciste vivir. Alberto, muchas gracias por terminar. Ahora, algún día, nos tocará al resto.

    ResponderEliminar
  8. Estaré esperando en la meta para tu próxima "locura".
    Gracias por todo lo que eres Luisito!!!

    ResponderEliminar
  9. estas loco.... tanto correr tanto correr.... ahora eso sí, escribes mejor que lo que corres.. emocionao me has dejado. Hugo

    ResponderEliminar
  10. Me siento orgulloso de que un compañero haya acabado con tanto valor y esfuerzo un durísimo GTP. Puedo intuir una milésima de lo que sufriste y creo que te mereces mi mas sincera felicitación. Enhorabuena. :-)
    ¡¡Un abrazo gigante!!

    ResponderEliminar
  11. Ese sufrimiento que ya has olvidado no hace más que dar el valor que merece una gesta así. !Enhorabuena!
    Fue un placer y una alegría recibirte en meta.

    ResponderEliminar