18 de marzo de 2013

La marquesa que servía cafés

La marquesa que servía cafés pinceló un bonito momento de alguna de nuestras vidas. Su pincelada sirvió de comienzo a otra infinidad de pinceladas en un fin de semana que cambió mi forma de ver y plantearme la vida.

Parece mentira lo que nos puede llegar a influir una afición como la nuestra, donde una y otra vez llevamos una rutina, el correr, más allá de un hecho físico tocando sentimientos tan puros y sólidos como la amistad y el hermanamiento. Sé que la montaña y las condiciones a las que nos exponemos ayudan mucho a ese acercamiento especial del que tienes al lado. Cualquier montañero sabe esto.

Ejemplo de ello ha sido este fin de semana durante el cual se ha celebrado una prueba deportiva más, salvo por el hecho de que un puñado de nuestros queridos locos participaban en ella y de alguna u otra manera el resto estábamos allí. Ellos han disfrutado de un fin de semana que difícilmente olvidarán, compartiendo risas, sueños, sufrimiento, agotamiento y ansiedad. El resto mirábamos con mirada de envidia, añorábamos estar allí y, desde la distancia, compartíamos risas, sueños, sufrimiento, agotamiento y ansiedad.

Este viernes retransmitían en La 2 "Pura vida" y en él se reflejaba muy claramente lo que intento transmitir, más a lo bestia, mucho más claro y extremo pero igual de puro y real. En él se puede ver cómo, en un intento desesperado y agónico, un puñado de gente con vidas muy diferentes, culturas distintas, objetivos y necesidades en la vida dispares aúnan esfuerzos jugándose el tipo por rescatar a un compañero, a un amigo en la montaña atrapado en el Campo V del Annapurna con un edema pulmonar que le llegaría a costar la vida. Poco más puedo describir sobre un documental que te deja literalmente sin palabras. Este mismo domingo lo hablaba con Mikel y opinaba lo mismo, cuando termina no sabes qué decir y si tuvieras que participar en un debate sobre el mismo el silencio sería la única respuesta de los participantes en él. El documental está repleto de pinceladas, de mínimos gestos, de frases que lo hacen excepcionalmente expresivo en sí mismo y sin dejar indiferente a nadie te hace reflexionar sobre cómo alguien puede llegar a hacer "semejante tontería".

Como decía anteriormente, no es comparable en términos absolutos la historia de Iñaki frente a las nuestras pero sí que es cierto que el sentimiento es tal cual. En el Himalaya o en nuestro querido cerro, sufriendo el síndrome de "Peter Pan", huyendo de lo que el resto llaman "realidad" llenamos nuestra vida de pinceladas para volver una y otra vez a nuestro País de Nunca Jamás. La marquesa que servía cafés me sirvió uno regalándome una de esas pinceladas en el fin de semana que conocí el País de Nunca Jamás, país al que vuelvo en alma siempre que puedo y al que algún día volveré con los únicos con los que podré volver.

Además de éste último párrafo, que en concepto he tomado de Iñaki, aquí os dejo unas palabras de él mismo y un link al documental, para que aquél que aún no lo haya visto o el que quiera disfrutarlo/sufrirlo de nuevo pueda hacerlo.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/documental-pura-vida-vida-inaki/1722450/

"¿Por qué hacéis esto? Es sin duda la pregunta más repetida en charlas y conferencias. (Aunque curiosamente es una pregunta que sólo formulan los adultos, nunca los niños) Hay gente que no entiende que abandonemos nuestro confort, seguridad y dinero, para venir a hacer algo tan inútil como escalar el K2. La verdad es que aunque pudiera dar una respuesta medio coherente, ellos nunca lo entenderían. Sólo sé que no estamos locos, y que allá arriba es la vida precisamente lo que buscamos."
Iñaki Ochoa de Olza

4 comentarios:

  1. Bonito reportaje con el que cualquiera puede sentirse identificado aunque no haya subido en su vida una montaña. Una lástima que la gente muera aunque sea haciendo lo que más les gusta...
    Y bonita entrada.

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  2. Yo siempre he sido un montañero de mentira, de esos a los que la Sierra de Guadarrama en invierno ya les queda grande. Mi sueño en el Everest no sería subirlo sino hacer el trekking largo de aproximación al campo base. Sin embargo creo que soy capaz de entender el porqué, un porqué que va dentro, que no se puede explicar, pero que llena la vida de todo aquel que arriesga su vida por algo así.

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  3. Yo pienso que la gente cuando práctica no piensa realmente en el peligro aunque sea consciente de ello, de todas las formas donde no hay peligro???en todos los sitios nos creemos que estamos seguros???yo soy de los que pienso que de algo hay que morir aunque sea de la cornada de un burro, hay que vivir esta vida todo lo que se pueda siempre con precaución, algo de riesgo siempre viene bien también ....

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  4. Estar "ahí arriba" debe ser impresionante. Personalmente soy de la opinión de que cima es cada logro que uno alcanza y pelea. Y en este caso del montañismo, los metros son una dificultad añadida pero no necesariamente requeridos para vivir la intensidad de observar el horizonte ante nosotros.
    Buena entrada.

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