7 de abril de 2011

Efecto imán.

Ayer se pudo sentir de nuevo en nuestra querida Dehesa el rugido de las Trabuco.
Nuestro amigo Fernan pudo por fin disfrutar de unos km de carrera que tanto y tanto estaba deseando. La llegada del nuevo horario, el clima, todo invitaba a disfrutar del deporte al aire libre y él no podía. Ayer sí, ya sí y, espero que de forma pausada pero definitiva.
Es curioso, yo llevo prácticamente un mes entrenando "casi" en soledad. Desde su parón entre horarios y circunstancias me ha tocado entrenar sin compañero/s, salvo contadas excepciones y, aunque sobre todo últimamente, he intentado coincidir con el personal me había sido imposible.
Ayer como digo, nuestro amigo volvió y con él atraidos como por imán aparecieron multitud de compañeros que parece quisieran acompañarle en su regreso. Gente que hacía semanas no veía.
Por algo será y desde luego merecido.

3 comentarios:

  1. Parece ser además que la recuperación ha sido buena y el viernes se repetirá salida. Son muy buenas noticias para todos nosotros.

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  2. Pues la verdad es que después de más de un mes sufriendo en 'silencio' (pobre Arantxa), lo del viernes fue un lujo. ¡Cómo estaba la dehesa! ¡Qué placer ver a tanta gente! ¡Qué maravilla de compañía! Ayer tuve las piernas cargadas y notaba cansancio por el par de vueltas a la dehesa pero me da igual. A ver si puedo seguir saliendo aunque sea a esos cinco minutos el kilómetro. También es verdad que no todo fueron buenas noticias pero espero que terminen siendo sólo un problema duro pero pasajero.

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  3. Curioso que cuando saco un rato para leer el blog me encuentre con esta entrada el mismo día que por la mañana Fernan nos comunicaba el resultado de la resonancia. Lo único que cabe esperar es que nuestro amigo imantado no tarde mucho en atraernos a todos a su lado, pero en lo alto de nuestras cumbres. Ánimo Fernan, pues un samurai sabe que hay veces que basta con esperar y confiar.

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