2 de octubre de 2009

Potes, Potes,...

Hace años practicaba con asiduidad el ciclismo de carretera e incluso formaba parte de un club de Villalba. Se me hacía muy duro la vuelta a la actividad despues del parón del otoño y primavera por la falta de luz para entrenar. La verdad es que sentía un cierto cansancio unido a una cada vez mayor preocupación por lo peligrosas que habían llegado a ser las carreteras.
Fue por esa misma época en que me reuní con gente dentro de una de las quedadas habituales por la sierra: era en la montaña palentina y, aprovechando el viaje, quedamos con una pareja del grupo en San Vicente de la Barquera, desde donde bajaríamos a la provincia castellana.
Dormimos en Potes y por la mañana Arantxa y yo bajamos a darnos un paseo madrugador a la espera de que nuestros amigos estuvieran preparados. Y aquí viene el meollo de la historia: en plena caminata matinal nos encontramos con Pedro (del Club el Castillo y con el que íbamos al monte) que iba a darse su carrera matinal aprovechando que ese día no íbamos a hacer montaña.
Reconozco que fue una especie de revelación: me acordé de mis 20 años cuando corría habitualmente y lo mucho que me gustaba. Me seducía mucho lo poco que necesitaba en tiempo y dinero para practicarlo por lo que decidí que la semana siguiente probaría a darme una vuelta a la dehesa para ver mi estado de forma. Aquí estamos y creo que puedo decir que fue una de las ideas más acertadas que he tenido. Nunca me he arrepentido de tomar la decisión que tomé y nunca he echado de menos la bicicleta.

4 comentarios:

  1. Es curioso comprobar como casi todos, después de un tiempo alejados de esto, hemos vuelto a correr dando una vuelta a la dehesa... una primera vuelta que ha sido principio de muchas cosas buenas.

    ResponderEliminar
  2. ¡Caramba! No sabía de tus orígenes ciclistas. Yo también fui ciclista, pero de eso hace algunos años... yo tenía 15-18 años y vivía en Zamora. Después me vine a estudiar a Madrid y me atrapó aquí el trabajo.

    Ahora tampoco echo de menos la bici.

    ResponderEliminar
  3. Miedo me da leer esta entrada, porque como bien sabes, yo también practico el noble arte del pedal. Pero hace ya algunos meses que no toco bici. ¿Será ésto también el principio del fin? Todo se verá. Por lo que a mí me toca de tu decisión, me alegra muchísimo que la tomaras, porqué así y ahora podemos compartir muchos momentos y experiencias. Aunque lo realmente importante es hacer lo que a uno le gusta y en ese momento siente con más intensidad.

    ResponderEliminar
  4. No me extraña que dejaras la bici. La razón, yo la tengo muy clara:

    ¡VAS COMO UNA MOTO!

    ResponderEliminar