24 de septiembre de 2010

Locos, del Cerro.

Anoche recibí una sorpresa maravillosa. Algo que hace apenas un par de años no hubiera imaginado.
Parece mentira que, desde aquel primer momento en que coincidí con la gente del Club Castillo de Collado Villalba haya llegado hasta aquí.
A los primeros trotes enseguida le siguió las primeras escaramuzas por las faldas del cerro con mi gran amigo Fernando. Recuerdo perfectamente como en los giros continuos a la dehesa le iba hablando de los terrenos y caminos que se escondían en esa elevación coronada por un Telégrafo que preside nuestra dehesa. Y como, iba despertando en él el interés y las ganas de conocerlos.
A esos primeros tanteos se unió enseguida Alberto, siempre dispuesto a los desafios. Y así entre primeros cortafuegos, relatos de antiguos MAM, de preciosos hayedos en Zegama, fue naciendo el espíritu de aquellos locos.
A estos locos le siguieron más, Mikel (a quien debemos la materialización de este espacio), Luis Angel... pero es que la progresión no ha cesado y hoy Chema, Carlos, David y Miguel, Javi, Rafa y algunos más han disfrutado y padecido su hechizo.
Anoche digo, el mejor regalo, el que me llegó de veras dentro, fue ver como esa pequeña semilla de entusiasmo, de cariño, de pasión por el Cerro, por el monte y la aventura, por el camino inóspito alcanzaba a tantos. Como había germinado.
Algo que jamás pude imaginar y de lo que humildemente, no puedo evitar sentirme emocionado, feliz y de alguna forma orgulloso.
Gracias Locos del Cerro.

4 comentarios:

  1. Lo verdaderamente importante no es que haya calado en todos el interés por el cerro, el gusto por los desafíos, la pasión por estos retos; lo que me parece grandioso es como nos ha impregnado a todos el espíritu de tu doble A, esa doble A de la que eres precursor es la clave de este grupo.

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  2. Como dicen los budistas: uno más uno es uno. Todo depende de la actitud...

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  3. Me temo que "sólamente" se trata de la recolección del fruto de alguna semilla que debiste plantar hace un par de años. Disfrutemos esta otra cara del deporte, la cara humana que por suerte hemos podido encontrar.

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  4. A ti tenemos que darte las gracias porque nos has abierto las puertas del Cerro, nos has hecho ver que los cortafuegos están para subirlos y las trialeras para triscarlas...

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