16 de noviembre de 2010

El inicio de una historia.

Estoy convencido de que dentro de muchos años se seguirán comentando las correrias de un grupo de locos por esos montes de Dios y particularmente por nuestro querido Cerro del Telégrafo.
Como en todo hubo un inicio. Una agrupación de personas y, alguién un día tuvo la feliz idea de plasmarlo materialmente, en este caso en una preciosa camiseta de la que os dejo unas imagenes (en meta tras mi primera participación en Zegama y el 9º MAM con meta en el Puerto).

Hoy, con la perspectiva del tiempo no puedo dejar de constatar que aquello fue el embrión de la DobleA que me acompaña. Apenas hace unas semanas, aunque en distinto color, sorprendentemente ese mismo espíritu, volvió a materializarse en textil. Y no puedo ignorarlo, por encima de cualquier avatar.
Por cierto, la camiseta ya no la conservo, hoy es un recuerdo en manos de un gran amigo de aquellas tierras vascas.

3 comentarios:

  1. Ya sabía yo que ahora ya no tenías esa camiseta ... ¡eso es lo que tú crees!

    ResponderEliminar
  2. Por si todavía no ha quedado claro quiero seguir diciendo siempre que pueda y mientras la soberbia no me nuble la razón, lo mucho que le debo a la doble A. Eso es algo que ya nada ni nadie me puede quitar. Es más, cada vez que lo recuerdo me sigue proporcionando una buena fuente de placer. El hombre simple es así, disfruta con las pequeñas cosas...

    ResponderEliminar
  3. Dicen que la historia se repite pero con otras personas. Espero que esto dure, como diría Buzz Light Year, hasta el infinito y más allá. Si además de practicar el deporte que a uno le gusta se tiene la suerte de contar con gente como tu lo que obtiene es un negocio redondo. Estoy absolutamente seguro que sin los locos yo no estaría donde estoy ni habría hecho lo que he hecho y los locos son algo gracias a ti. Además, ahora esa doble A te está suponiendo el doble de esfuerzo, por lo que sólo deseo que el año que viene la vida sea justo y te devuelva el doble como recompensa.

    ResponderEliminar