ANTE LA ADVERSIDAD
El destino insondable como
un hoyo negro dirige mis huellas
por caminos indeseables, permite
que el cieno humano me convierta
en cisne, entre un légamo oscuro.
La angustia, me ahoga, pero no quiero
desfallecer ante la adversidad del mundo.
Blasfemar, ante la caridad de Dios
y la naturaleza, sería un disparate
aun tengo ensueños y esperanzas
vivas en el alma y si es posible,
negociaré hasta con la muerte...
Llevo por bandera la sangre
de ganador, la del luchador
que nunca claudica, por eso, camino
y llevo la frente en alto, porque
nada puede doblegarme en la vida.
Las flores lloran a mi paso, el
Viento me saluda y el respetable
anciano húmedo y dueño de las
oscuras cuencas, el mar, me ama
y me ve pasar con su sonrisa
sempiterna, pero manchada por
la mano del hombre. Destino:
aplaca tu imperio en mi contra,
permíteme llevar la cerviz al frente
y deja que mi ultimo camino, melifique
mi vida entera, para morir en paz...
Augusto Silva Acevedo.
Susurra el árbol, la razón entiende:
ResponderEliminarnada es el norte o el sur sino aquello que
el corazón elige, ni el objeto
es el amor sino el amor
todo en sí mismo, porque viejo o joven
hermoso es el tiempo de la luz,
como natural es el paisaje
o por libre la voluntad es fuero.
Francisco Gálvez
El deporte, como todo en esta vida, siempre tiene sus luces y sus sombras. Habrá que seguir adelante aunque las cosas no vengan como esperamos. Siempre adelante.
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