13 de noviembre de 2009

Las mil caras del Cerro

 La inoportuna lesión de Prisi nos ha evitado una paliza de las buenas, estaba yo temiendo un maratón de viernes con curro posterior, pero no ha habido suerte, esa cadera precisa descanso y había que dárselo. No obstante, siempre hay un plan B, y aunque no nos caractericemos precisamente por nuestra decisión, ha sido duro y complicado decidir dónde ir, al final hemos aprovechado bien la mañana.

 Y que mejor que hacerlo en nuestro querido Cerro, caminando con ritmo vivo y buscando nuevos caminos, sendas y campos que atravesar durante nuestras correrías.

 Al final, entre otras, dos conclusiones a destacar, la primera, que el Cerro es mucho más que lo que conocemos, por doquier surgen nuevos rincones que conocer y trotar, y la segunda, una gran perogrullada, es que no corremos por llegar antes, sino por llegar más lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario