23 de noviembre de 2009

Un buen puñado de ilusiones.

Las que veo en vuestros rostros y adivino en mi pensamiento en días como el de ayer. Cuando saboreamos el resultado de nuestro esfuerzo.
Momentos como esos me llenan de satisfación y de esperanza.
La satisfación obvia por ser testigo de vuestros logros y compartir la alegría que despiertan en cada uno de vosotros.
La esperanza al confirmarse algo que hace tiempo ya sabía. Se puede correr con las piernas de otro. Igual que se puede vivir las aventuras que alguien describe en un libro, o las hazañas de quien uno ve en una pantalla.
Cuando las zancadas ya no me alcancen donde quisiera quedará el legado de los que continuen la senda. Como ley que es de vida.
Y no se trata sólo de alcanzar metas, también de abrir caminos y descubrir senderos.
Yo os he visto llegar más rápido de lo que soñarais y más lejos de lo que jamás pensasteis. Pero todavía queda terreno por explorar.
Podemos llegar más lejos, rápido y juntos. Alargemos la distancia, administremos la velocidad, fortalezcamos la unidad ante ese desafío nuevo e inquietante. ¿Quien quiere unirse a la aventura?.
Verdaderamente para mi es una tremenda ilusión que aglutina todas las vuestras.

4 comentarios:

  1. Pues suma uno al carro de la aventura. El billete ya lo he adquirido y en tus manos me he puesto. Seremos grupo e individualidad. Todos seremos uno.

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  2. Ya sabéis que yo estoy apuntado desde el pasado 21 de junio. A eso de las 11 de la mañana, empezando a bajar de Peñalara me apunté al MAM 2010.

    Cuantos más seamos, mucho mejor.

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  3. Es que Pepe-despacio madruga hasta para apuntarse a las carreras, no hay quien le gane. Creo que también podéis contar conmigo.

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  4. Pues para que la maldición del cuatro no se cumpla y porque me apetece mucho, me apunto también aunque nunca pensé que lo haría...

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