22 de noviembre de 2009

Los locos bajan de nuevo al llano

Después de unos meses de ausencia y unas piernas acostumbradas a los rudos y abruptos caminos serranos, de nuevo pisan la ciudad 'Los locos del Cerro' y lo hacen en pleno centro: Madrid corre por Madrid. Desacostumbrados como están al terreno asfaltado y al trote rápido, deben demostrar ahora que se saben desenvolver por las calles con la misma soltura que entre las piedras y la tierra. Lejos quedan los días salvajes entre matojos, arroyos y fauna silvestre con esos cambios de velocidad vertiginosos y esas subidas a sangre y fuego donde el ritmo es una fábula. Ahora hay que afinar el compás a una velocidad constante. Ser más sutiles, aquilatar los esfuerzos, someterlos a monótona cadencia.
Creo que no se pueden quejar de sus resultados. Y es que maese prisillas, alma mater de este grupo, ha sabido preparar a conciencia esta difícil transición. A golpe de entrenamientos, de cambios de ritmo y de series, ha dotado a estos jabatos de piernas gráciles y rápidas, muy distintas a aquellas que triscan por la sierra. Ya no son esas columnas pétreas difíciles de mover pero fuertes y seguras en las subidas y, sobre todo, en las bajadas. Ahora han adquirido la finura ideal para rozar apenas el alquitrán uniendo un paso con el otro como una máquina perfecta.
Pienso que se puede sentir satisfecho de la tarea: ha logrado que sus cachorros muestren su solvencia en terreno ajeno. Por eso ellos, estoy seguro, en el ritmo vertiginoso del asfalto tienen tiempo de recordar que algo le deben y que algo suyo siempre los acompaña.

4 comentarios:

  1. No se pueden añadir más palabras a tan clara y concisa descripción de los hechos. Sólo añadiría:

    Una felicidad más que suma y sigue. Pero volveremos.

    Preciosa forma de ver lo ¿cotidiano?. Gracias Fernan por tu buen hacer con las palabras.

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  2. ¡¡Otia!! Fernan lo tuyo si que es "pluma fácil" jeje...
    Vaya dominio del lenguaje para describir emotiva y versadamente los entrenos de estos últimos dos meses.
    Eso si, las piernas y el corazón lo poneis vosotros. Yo sólo condimento un pelín la receta porque, la materia prima es toda vuestra.
    ¡Bien por esos cachorros!. Día llegarán que dejen la camada.

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  3. Los ritmos y el terreno son desconocidos, quien diría que íbamos a encontrar una aventura en el centro de Madrid. Fue un placer compartirla con vosotros.

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  4. "Ahora hay que afinar el compás a una velocidad constante. Ser más sutiles, aquilatar los esfuerzos, someterlos a monótona cadencia."

    Bien descrito.

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