16 de junio de 2010

A la tercera va la vencida

Llegó el día del MAM, tan esperado, 13 de Junio de 2010, un gran día. Me asomo a la ventana y amenaza lluvia, hace viento y en las cumbres puede hacer frío. Primera decisión del día: como mínimo hay que llevar cortavientos, gorra, buff y guantes. A lo mejor no me sobran dos camisetas.

Este va a ser mi tercer asalto al MAM. El primer asalto se truncó hace tres años, un mes antes de la carrera por una caída cruzando el Navalmedio. Desde luego este año no me caeré allí, ya sé por donde hay que pasar. El segundo asalto se truncó el año pasado por el esguince al empezar a bajar de Peñalara. Este año estoy menos entrenado, pero voy a terminar. Estoy decidido.

Desayuno muy generoso, ducha, vaselina, elegir ropa para antes, para mientras y para después. Continua el ritual. A las 7:00 en la urbanización del maestro Prisillas, que va a por su decimocuarto MAM, es unos de los siete megasupervivientes que quedan. Llegadas al polideportivo de Cercedilla, muy bien acompañado de los Locos del Cerro, al final estamos los siete, algunos medio convalecientes todavía: Ppong, Prisillas, Fernan, Míkel, el HermanodeAlex, Lluvio y el que suscribe. Saludos, ropero, últimos preparativos y al control de dorsales.

Entre conocidos, compañeros de club, foreros medio conocidos, amigos de algún amigo, gente con la que he compartido algún entrenamiento, etc. conozco de algo a aproximadamente un tercio de los que estamos por allí, menos conocidos que el año pasado. A los demás no los conozco y curiosamente, entre éstos predomina una estética absoluta de corredor de montaña: caras afiladas, tatuajes, algunos piercing, piel más curtida, barba de tres días, en definitiva me faltan todas esas cosas y me sobran unos veinte años para parecerme a ellos.

Tras algún homenaje y la confirmación de que no se acorta el recorrido, se da la salida. Nos avisan de 0º en las cumbres y 50 m de visibilidad, estamos a 1200 m y ahora no hay otra cosa que hacer que subir y subir y subir.

A los 4 km de empezar a correr, me adelanté un poco al grupo para hacer un pis, me adelantaron todos y ya no abandoné la última posición hasta después de meta. Al principio iba el último, pero juntos, luego nos agrupábamos en los avituallamientos y después del primer paso por el puerto de Cotos me quedé definitivamente solo, siguiendo a mi amigo Prisillas que decidió dedicar el día a cuidar de mi.

Hasta el alto de Guarramillas fuimos más o menos en lo previsto, algo más lento que el año pasado, pero bien. Arriba hacía frío. La bajada por la Loma del Noruego fue más lenta de lo que a mí me hubiera gustado, pero no iba mal y llegué al puerto de Cotos como nuevo.

Subida a Peñalara. Se me hizo muy pesada, mucho más que el año pasado. Con la niebla, no veía el final y nunca llegaba. Arriba, 3h11’, más lento que el año pasado en 10’. Bajado prudentísima por Dos Hermanas, creo que demasiado despacio y por tanto retener empezaron a montarse los cuadriceps. Demasiado pronto, sólo llevábamos 22 km. Así llegamos al segundo paso por Cotos y me encuentro realmente cansado después de 3h40’, tengo que aprender a hacer esta bajada sin cansarme tanto. Prisillas no para de darme ánimos y busca la compañía de algún cómplice más que le ayude en la subida más dura del día.

La subida a Cabezas es dura sí o sí. Prisillas se empezaba a aburrir de mi ritmo, pero aguanta como un campeón, sube, me espera, da ánimos al personal, no para. Yo sigo a mi paso, me adelantan cuatro o cinco personas y adelanto a otros cuatro o cinco. Creo que no hice una mala subida, peeeero, al llegar arriba, ALARMA, me encuentro vacío. No soy capaz de correr ni cuesta abajo. Como, bebo, descanso en una piedra y voy andando con la esperanza de que el gel y el agua hagan efecto. Prisillas se pone pesadísimo con que no me pare, pero no sabéis qué pesado (muchas gracias, amigo). Cuando se asegura de que voy a terminar, se marcha a por Luis y Míkel que van a lo lejos.

Al poco rato llego a Bola por segunda vez. Me empiezo a encontrar más fuerte, pero aún me duelen las piernas al trotar. Y de repente, SORPRESA, cuando más empinada se pone la cuesta y la gente tiene que ir andando para no rodar, yo recupero las fuerzas y bajo trotando. En el Puerto de Navacerrada me encuentro con Pablo, Uge y Chema que me dicen que Prisillas, Míkel y Luis han pasado por allí hace tres minutos. Bebo algo y relanzo a por ellos, voy adelantando a gente, pero ni les pillo ni le veo, hasta que llegando a Cercedilla se vuelven a montar los cuadriceps.

Unos metros andando, salgo del Camino del Calvario y oigo la megafonía a lo lejos. Estoy terminando, recompongo la figura, brazos en alto, aplausos. Después de 7h08’ soy un superviviente. He tardado, pero lo he conseguido.

Y me están esperando los otros seis supervivientes, locos del cerro. ¡Qué buen final de etapa!

5 comentarios:

  1. Me alegra un montón el que por fin hayas terminado un MAM, lo merecías más que nadie... y por cierto, de acuerdo en que te faltan pendientes, tatuajes y tal... pero para nada en que te sobran 20 años.

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  2. Para mi Pepe sabes que es una alegría y un motivo de satisfación personal el que hayas conseguido finalizar esta prueba.
    Realmente llegó un momento en que ví que te estaba agobiando un poco apremiandote. Por eso al ver a los dos pipiolos me fui a por ellos, para ver como iban y para darte un poco de aire.
    La suerte es que todo terminara bien. Me hubiera sentido muy mal si no lo hubieras conseguido.

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  3. Pepe, para serte sincero, me siento muy egoísta por no haber sido tu Prisi del día, ya que era el que peor preparado estaba y el que por coherencia y moral debiera haber compartido los pasos contigo. Me dio miedo ir a un ritmo distinto al que me pedía el cuerpo, ni demasiado rápido y sucumbir o forzar mucho, ni demasiado despacio y sobrecargar de más el gemelo. Cuando llegué y después del primer minuto en que todo sucedía rapidísimo, estaba deseando que llegaras para que el día fuera completo. Estoy totalmente de acuerdo con Mikel en que eres el que más te merecías terminar el MAM y sobre todo en que para nada te sobran 20 años. ¡Ojala dentro de 20 años yo esté como tu!

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  4. Pepe lo has conseguido y, después de los percances, te ha tenido que saber a Gloria. Me alegro de que josema se sacrificase y te apoyase porque todos sabemos que aunque resulte agobiante en algún momento, te ayuda mucho a no pensar en tirar la toalla. Mi primera idea fue acompañarte a ti o Luís pero, ya lo diré en la crónica, tuve que corregir mis intenciones enseguida.
    Lo dicho, un alegrón.

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  5. Un fenómeno Pepe, si señor, enhorabuena!!!

    Al resto también, pero como solo conozco personalmente a Pepe, pues me disculparéis que personalice las "enhorabuenas" en él.

    Ahora a descansar, que te lo mereces.
    Q.

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