Entrenando...

Oigo el reloj… tic, tac, tic, tac… los kilómetros se suceden uno tras otro, no sé si estoy subiendo o bajando, con una cadencia más o menos regular, un paso tras otro, me voy acercando al fin de un entrenamiento más. Dentro de muy pocos días me enfrentaré a mi segundo MAM, las sensaciones no son buenas, al igual que con el MAPOMA, la preparación no está siendo óptima, tengo la mirada más allá, perdida en los montes del Goierri…

Pendiente de hacer muchos kilómetros he descuidado el caminar, el subir cuestas imposibles, el trepar por los riscos y dar un paso alante y dos atrás… sé que esta vez  sufriré en “los tubos”, me falta fuerza…

Sigo haciendo kilómetros ¿cuántos van ya?... sin darme cuenta vuelvo a pensar en las verdes praderas que encontraremos en el mes de julio… me veo trotando, despacio y con cuidado de no resbalar en los prados de Etxegarate, intuyo el Txindoki entre las sombras, oigo las risas de mis compañeros, los juramentos tras un inoportuno tropezón, siento la rabia de no poder pasar por allí siendo de día…

Otra vez lo he olvidado… el MAM me espera y no quiero faltar a la cita, quiero volver a triunfar, quedan dos semanas… ¿será suficiente?

Me acerco al final, intento apretar en los últimos metros… me espera la ducha…