4 de mayo de 2012

Los dos Pepes

Despacito, pero llegando, no os creáis que me había olvidado de vosotros, que también os guardo unas pocas letras de las que me llenan y enloquecen. Pepe Despacio y Pepe Ppong, queridos amigos de la montaña nevada, la hierba fresca, los riachuelos ruidosos y la tierra seca o mojada, os deseo uno y mil años más de hermosa y eterna felicidad.

A Pepe Despacio:

Madrugada

Has recorrido
en madrugada insomne
cada uno de tus infiernos.

Callas. Vociferas
y callas
en tres tiempos
que son uno
en trinidad
de absoluto silencio.

Te desdices
y te acabas
lentamente y lentamente.

Eres pasto
de un Dios ciego
que te roe
en seco sabor de hueso.

Margarita Carrera

A Pepe Ppong:

Noria de noches

Otros sufren de hambre o padecen prisión 
o viven con vergüenza o con humillación 
o rumian una culpa o aguardan un perdón.

Yo llevo este secreto que va en mi corazón.

Otros están enfermos y se sienten morir 
o elaboran de noche la manera de huir 
o fatigan las calles sin saber dónde ir.

Yo guardo mi secreto y no puedo dormir.

Otros en la miseria callan con estupor 
o en la tortura aprietan los dientes y el honor 
o solitarios llenan las calles de dolor.

Yo me entro en el silencio con la palabra amor. 

Felix Grande

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