29 de mayo de 2012

Mi CUT 2012. ¡Vivan los sueños!. (Versión ladrillaco).

No voy a repetirme remontando al inicio de esta aventura, pero sí dire que soñar merece la pena y que contar con quien compartir esos sueños es algo que, no tiene precio.
Emoción, satisfación, orgullo. Pueden ser las palabras que resuman mejor lo que he sentido al finalizar esta maravillosa aventura. La que no pude contener en el puente anegándome de sentimientos. La de sentí cuando pude dar por finalizado todo el esfuerzo. El que sentí al contemplar a todos mis amigos presentes y recordar a los que no pudieron estar fisicamente por circunstancias pero que se hicieron sentir durante todo el día (gracias Gonchu).
El viaje comenzó con un ligero retraso por cuestiones de tráfico. Como dirían algunos el coche 1 tomo la iniciativa y puso rumbo a la A6 dando el pistoletazo de salida. Entre chascarrillos y nervios fueron pasando los km, eso sí, sin la menor duda de que la "fiesta" estaba en el coche 2 donde el agitador oficial de los Locos pisaba el acelerador para contarnos sus chistes lo antes posible. Ya en La Bañeza pudimos juntarnos todos y comenzar realmente la aventura en equipo. Eso sí, con Rafita incapaz de tomar ni siquiera un vaso de agua. Aquí en la Bañeza aparecieron las deseadas camisetas y con buen ánimo tomamos camino hacia Bembibre donde dejaríamos la autopista.
Ya, ya sé que el viaje se hizo largo chicos pero, elegí esa ruta porque tenía especial interés en que vierais algo la zona y, sobre todo, por señalar a los que se iban a unir a mitad de camino el desvio por el que tendrían que esperarnos. Si hubieramos ganado esa hora prevista hubieramos tenido luz al pasar el puerto y esa niebla espesa que nos envolvió bajando hacia Cangas hubiera sido menos pesada. Reconozco que me encogió un poco el corazón pensar que apenas unas horas más tardes podríamos encontrarnos la misma situación. Pero llegamos, nos acomodamos y nos despedimos para vernos pocas horas después.
La noche anterior había descansado poco, una tos que empezó el día antes me dejo la garganta tocada, tuve que cuidar mucho no abusar del aire acondicionado en el coche. Así que en cuanto me atacó a las 3 am la dichosa tosecilla y los nervios, ya dormir fue complicado. A las 5 me levanto, lo primero que veo y escucho es el sonido de las gotas de agua resbalar y caer por los tejadillos. Abro la ventana de la cocina mientras se hace el cafe y al menos veo que la fuerza de la lluvia no es tanta, incluso al rato cesa. Desayuno tranquilo, me preparo y parto a la búsqueda de mis compañeros de viaje.
Llego en hora al aparcamiento del hotel. Aparecen al poco perfectamente preparados y muy animados. Nos vamos a la busca de Biri que ya me ha llamado al móvil. Aparcamos a las orillas del rio tal y como hablé con mi cuñado el día antes y nos vamos al puente romano. Pasan las 6 de la mañana, merece la pena dejarse unos minutos en algunas fotos, ajustes de mochilas y últimos comentarios. ¡Sobre las 6:15 la Cut comienza!. 
Voy poco participativo, la tensión de la responsabilidad y la afonía no me permiten participar demasiado de las chanzas y bromas. Será así durante todo el trayecto. En el Ayuntamiento, cuando no les veo al mirar atrás, me entero que al final nuestros 3 "logisticos" no se animan a correr un rato con nosotros. Correteamos por las calles de Cangas, algunos paseantes ¿? ya andan tan tempano. Nos adelantan nuestros amigos en el coche y antes de que nos puedan hacer una foto les damos esquinazo comenzando la subida. ¡¡Por fin!!. El trayecto tantas veces pensado, imaginado, recorrido, cobra forma y realidad y disfruto, disfruto de vivir ese momento único e irrepetible de poder hacerlo junto a ellos, mis amigos. Este verano, dentro de unas semanas, cuando repita esos km que llegan hasta el Acebo los rumiaré una y mil veces. Las viñas, la huerta, los tramos entre praos y pinos, así hasta el alto del Acebo. Donde podemos disfrutar de las primeras vistas recogidas por los móviles. Jirones de nubes dispersas entre un reguero de valles y cimas.
Para mi ahí comenzaba la verdadera CUT, lo anterior es como el patio de mi casa. Nos dejamos caer correteando alegres un breve tramo de asfalto mojado de unos 3km para adentrarnos definitivamente en el GR 203. Mi emoción iba en aumento al sentir viva la aventura aunque por desgracia mi garganta no me permitiera ya no jalear a mis compañeros, sino apenas cambiar impresiones con ellos. Pequeña duda al llegar al manantial donde di la vuelta en mi primera incursión en la zona, años atrás, aquella que me encandiló y comenzó a labrar mi sueño. Tramo de ramas de brezo y cañizo rosado que húmedas nos enfrían primero las piernas y luego nos atizan a modo de látigos implacables. Así llegamos a la zona más épica El Rabo del Asno por su altitud y por la ventisca que nos castigó durante unos minutos que nos hizo temernos algo peor. Antes de hacer cumbre dos maravillosas salamandras se movían lentamente por el frio remontando por el camino. Curiosamente algunas de nuestras zapatillas utilizan sus mismos colores y resultaron unas fotos más que curiosas.
Desde ese punto hasta Leitariegos todo era novedoso para mi, al igual que para el resto de mis compañeros. Afortunadamente Fernando nos guio perfectamente con mapa y los tracks (gracias José Piélago) que se cargó en el garmin. Apenas tuvimos un par de dudas que no nos desviaron más de 10 metros a lo sumo. Ago extremadamente importante en una zona desconocida y rodeados como estábamos de niebla. De niebla y de cañizo rosado que cuando abrían las nubes nos mostraban laderas esplendorosas. Rodeamos todo el circo que tiene a Genestoso a sus pies, algo que supusimos ya que por desgracia esta parte del trayecto las nubes no nos dejaron contemplar nada por debajo de nuestra cota. Ya que, el recorrido discurría en una cota más o menos constante durante un puñado de km que nos permitió correr bastante y ganar tiempo. Aparecieron robledales hasta que después de un leve ascenso acabamos en una zona de lagunas y neveros preciosa. Tuvimos que atravesar varios tramos de nieve con prudencia y cuando Alberto y yo nos disponíamos a tirarnos por una chimenea preciosa de bajada el camino nos llevaba de nuevo a las cumbres.
Un terreno algo deprimente por encontrarse quemado, algo que nos encontramos en varios tramos y que debe ser habitual para la obtención de pastos para el ganado. Por contra nos llevo a la zona más montañera del recorrido y la que personalmente más me gusto. Pequeños lagos, neveros y un cresterio con algunos cortados bonitos que en parte me recordo al tramo del Aitxuri en Zegama . A partir de ese momento el cielo fue abriendo y se fue mostrando en toda su inmensidad los valles y montes que nos rodeaban, igual que algunos rebecos veloces que escaparon a nuestra presencia. Tras una zona en que atravesamos vegetación alta y monte través, sin senda aparente encontramos de nuevo el GR y pasamos a disfrutar de verdes valles anegados del agua que el deshielo había dejado a nuestros pies. Precioso este tramo donde fuimos alternando carrera a la orilla de los regueros de agua con duras subidas verticales para coronar y volver de nuevo a descender un nuevo valle. Para cuando quisimos darnos cuenta estábamos llegando a las inmediaciones del puerto que aunque no se veía en ningún momento se adivinaba por el cambio de paisaje. Ya sólo quedaba dejarse caer y encontrarse con nuestros queridos compañeros.
La llegada al puerto fue apoteósica, por el encuentro con los amigos, por lo que significaba: la mitad del camino hecho y, por uno de los mejors avituallamientos que han disfrutado nuestros estómagos. ¡Gracias tios!. Cocacola fresquita y reparadora (fundamental para mi en las ultras desde el GTP), bocatas de jamón y tomate, palmeras de chocolate... 30' de relajación, cambio de calcetines, de zapas y de nuevo a la brecha en la búsqueda definitiva de nuestros amigos. Esta vez para vestidos de corto vivir el camino junto a nosotros.
Esta vez sí pudimos evitar a los mastines en brañas. Vamos, más que evitarlos nosotros, nos evitaron ellos al ser más numeroso el grupo, pero labrar e incordiar lo hicieron nuevamente. Aunque fueran de "peluche". Risas con Fernando y cogemos el camino bueno por fin. Todo este tramo resultó bastante corrible ya que la tendencia era a perder altura ya que discurre por la ladera del valle, paralelo al rio Naviego, además la sucesión de pequeñas poblaciones se sucede lo que hace que no termináramos de encontrar un lugar amplio y abierto donde descansar, tipo fuente o manantial por ejemplo. Algo que probablemente y como ha comentado Mikel mermara las fuerzas de algunos de nosotros. Eso, y el saber que nuestros otros 3 amigos nos esperaban hizo que ya sólo pensaramos en llegar al puente sobre el rio. Punto donde nos juntaríamos los 9, finalizaría la bajada y comenzaría una dura ascensión de unos 700 mts de desnivel en 3.5 km aproximadamente.
El tiempo que llevaban ellos esperando (casi una hora) y verles encogidos por el frio provocó que la parada fuera mínima. Un pequeño bocado, un buen trago de agua, desplegar los bastones para ayudarme en la subida y partimos. Chema se puso de inicio a marcar el ritmo y creo que ya no dejo de hacerlo hasta la braña. Los demás comenzamos más tranquilos, afrontando esas primeras y duras rampas con prudencia para calibrar en que estado se encontraban nuestras piernas y nuestras fuerzas después de 11 horas desde que comenzamos. Esas zetas fueron poniendo a cada uno en su sitio. Algunos frescos tiraron para arriba con solvencia. Otros contemporizamos para minimizar las pérdidas. Otros, por desgracias pagaron un peaje sorpresivo y demasiado elevado que resquebrajó la más ferrea voluntad de un bendito cabezón. 20 km desconocidos y una ristra de minutos por delante o los poco más de 3 que regresaban al vehículo.
Momentos así no son nada agradables de vivir. La imagen de Luis sentado con la cara entre las manos, al descubierto en una piedra bajo los copos que nos volvían a castigar y que nos tenían a todos pegados a la pared de un cobertizo para el ganado. La sensación de impotencia, de rabia y el propio instinto de supervivencia, el sentido común y el sin sentido en lucha.... Todo lo que apenas 60' antes era un panorama prometedor y feliz se tornaba en un hecho lamentable que nos sumiría en unos minutos de honda tristeza y que lastraría el ánimo en el resto del camino a parte de la expedición.
No podía ser de otra manera que Alex una vez más, sin un atisbo de duda, ni un rictus de contratiempo en su semblante fuera el que se ofreciera para acompañar a Luis de regreso al coche. Pero Luis sacrificó su tozudez que le hubiera llevado a Cangas en aras del grupo. Estoy convencido, aunque puedo equivocarme, de que en otras circunstancias hubiera pedido tiempo, hubiera recuperado la verborrea, las fuerzas, y hubiera continuado.
Una cómoda bajada salpicada de charcos nos dejó en la Magdalena a las 19:30 de la tarde, es decir, con todavía 2 horas y media de luz por delante. En esas circunstancias realmente ya saboreaba la finalización del reto. Una ancha pista que ascendía levemente en algún tramo y que llaneaba en otros nos permitía alternar la carrera con el paso rápido. Y los kilómetros se fueron sucendiendo hasta que coronamos el último vértice geódesico primero y despúes las casetas y antenas de un pequeño repetidor. Durante ese tramo disfruté de la compañía alterna de cada uno de los compañeros que me rodeaban. Ahora abriendo cabeza, ahora cerrando el pelotón. A partir de ese repetidor bajada sin descanso. Leve parada en la ermita de San Gervasio para tomar unas pasas que me aportaron la energía y azucar necesario para mis músculos ¡¡y a corretear!! con un Chema pletórico al que pocas veces le he visto bajar con semejante soltura y confianza. Mikel se quedaba sospechosamente atrás, me diría poco después que por unas leves molestías que llevaba en las piernas aunque el dolor principal lo llevaba en el alma desde el abandono de Luis y Alex.
Carlos disfrutó mucho de todo este tramo a su ritmo, cogiendo moral de cara a lo que le espera en julio. Y Rafa no para un momento de preguntar, exclamar, fotogracíar, adelantarse, retrasarse, como un niño juguetón que no quiere perder detalle y que no se agota nunca.
La pendiente se hace mayor y es inevitable correr más que caminar. La noche se nos aproxima y queda nada, 3, dos un kilómetro apenas. Las luces de Cangas empiezan a mostrarse entre los castaños y alisos. Llegamos al momento cumbre, se acaba la pista, comienza el hormigón, las primeras casas, los ladridos de los perros, el barrio del Cascarín asombrado nos recibe. Sujetamos el paso, una, dos, mil veces. Queremos entrar juntos, queremos disfrutar lo que queda, queremos saborear esos metros finales. Finaliza el hormigón. Aparecen las piedras del adoquinado romano, el puente a 30, 20 metros y dos Grandes personas cámara en mano con una pancarta y la nevera llena de cervezas y refrescos fresquitos... nos miramos unos a otros, ¡hemos llegado!. Toco el punto álgido del puente, a modo de vértice. El que separa una vertiente de la otra, el que limita el sueño de la realidad conseguida. Nos abrazamos, algunos se sientan, otros llaman inmediatamente a sus seres queridos, oigo palabras, adivino lágrimas. Mi vista se nubla y se pierde aguas arriba remontando todo aquello que acabo de vivir. Buscando su nacimiento. montaña arriba, tiempo atrás.
La CUT 2012 ha finalizado... ¡¡Viva la CUT 2013!!.

Fotos cortesía de mis fabulosos amigos.

8 comentarios:

  1. Muchas gracias por estas preciosas y sabias palabras Prisi. Muchas gracias de nuevo, una y mil veces por permitirnos ser partícipes de esa metamorfosis de sueño en realidad.

    Al resto, no sigáis que no me van a quedar lágrimas cojones!!!!

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  2. Sabes que gran parte de mi ilusión por la CUT quedó bajo la nieve, junto a una caseta... pero no lo digas. El dolor de piernas suena mejor. Jeje.
    Gran crónica a la que le falta alguna foto...
    Lo mejor es que todavía faltan 7.

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  3. Gracias a todos chicos.
    Lo de las fotos Mikel es que no tengo casi ninguna en el móvil. Tampoco quería que pasara mucho más sin publicar la crónica. Ya buscaré alguna o tomaré alguna prestada vuestra si no os importa y la apaño mejor.
    Un abrazo.

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  4. Para mí ya sabes que siempre ha sido un placer compartir kilómetros y vivencias contigo. Lo que fue una lástima es que el peso de la responsabilidad por que todo saliera bien te pesara en algunos tramos. Hubieras disfrutado tanto o más que el resto de una jornada ya marcada con tinta indeleble en nuestras 'locas' cabezas. Muchas gracias.

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  5. Mikel, si hay algo que me hiere enormemente y que me ofrece algún atisbo de arrepentimiento frente a mi dura decisión es precisamente eso, el hecho de no terminar sí con todos, pero especialmente contigo, del que me he convertido en fiel escudero inseparable. Cada día que salimos me siento más unido y cercano a tí, pero sé que todos entendisteis la decisión y tanto tu como Prisi la habéis plasmado muy certeramente, hay ocasiones en que los intereses del grupo están por encima de los propios y no podía permitirme el lujo de provocar una mala situación. Si con la distancia veo que de haber continuado probablemente hubiera terminado, el coste de que así no hubiera sido era demasiado alto para someter al grupo a ese riesgo. Lo importante es que de todo se aprende y esta vez hemos vuelto ha aprender y si miramos el lado positivo, hemos dejado una puerta abierta para una nueva oportunidad en la que los cuatro jinetes como mínimo completemos por fin una gesta de este calibre.

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  6. Luis mucha envidia sana me da esos lazos que habéis tejido Mikel y tú. Dos personas, sensibles, humildes y buena gente. Dos grandes amigos. No dejéis de compartirlo.

    Y aprovecho para recordar al resto.... ¡que aún faltan crónicas! jejeje.

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  7. Biri, amigo. Ya ha llegado un momento en que somos casi uno. Ritmos, rutas, objetivos, filosofía... compartidos durante tantos años. Anticipo de todo lo que aún nos espera.

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  8. He disfrutado de cada línea y casi me he sentido atravesando la niebla y escuchando los pasos en esas bonitas tierras asturianas. Como repito una y mil veces me quedo con infinitas ganas de haber compartido este CUT con vosotros.
    Creo que este CUT ha sido todo un éxito para todos ya que habéis compartido un sueño y mil ilusiones de un gran compañero y amigo.

    Felicidades a todos/as por hacer realidad este sueño y colaborar para que salga adelante, me siento orgulloso de cada uno de vosotros.

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