Ayer me decidí a volver al monte, subidas y bajadas con terreno más o menos técnico. Tengo el truco para que la rodilla no duela, zancada corta y ritmo lento, y sobre todo, bajar igual que subir. Eso hace que los kilómetros pasen despacio, y cuanto más despacio, más se piensa.
Sobre todo cuando te das cuenta de que llevas corridos un par de kilómetros y estás destrozado. Es una sierra complicada, con desniveles importantes y terreno técnico, pero... no es normal. Te das cuenta de repente de que no es un lugar habitual de entrenamiento, te das cuenta de que a todo corremontes le parece durísima, te das cuenta de que, a pesar de conocer el terreno jamás te ha salido un entrenamiento redondo. Y como sigues yendo despacio, sigues pensando, recordando aquella vez en la que pensabas hacer veintitantos kilómetros para preparar la Goi y acabaste a los catorce, la otra en la que la torcedura de un tobillo te hizo volver andando y sufriendo hasta casa, rememoras la cuesta de la foto, larga y tendida, en la que siempre te arrastras a pesar de ser una de esas cuestas que tanto te gustan y en las que habitualmente demuestras tu fuerza. Piensas en las dos últimas salidas en grupo, cuando Prisillas se marcó el muslo para siempre con una piedra traicionera y cuando, justo antes de la CUT, recortamos el recorrido al menos en diez kilómetros porque Luisito no daba para más... (y reconozco que también yo iba muy cansado).
Puede ser casualidad pero... no lo creo. Terminé la salida, fueron menos de diez kilómetros que parecieron cincuenta. Hemos leído en muchos libros que hay lugares especiales donde la energía fluye... ¿habrá también lugares donde desaparezca? ¿por qué una de sus cumbres se llama "la silla del diablo"?
Yo tambien ando un poco jodido de la rodilla, llevo dos dias que no me puedo quejar pero sigue ahi aunque sea ligero, mi cabeza y mi cuerpo se llenan de energia la cual no puedo liberar del todo gracias a la rodilla, se lo que se siente y se pasa fatal, un saludo Mikel y que te recuperes tan pronto como puedas y yo tambien jejejeje cuidate un saludo para todos los Locos del Cerro...
ResponderEliminarMucho. Me ha gustado mucho esta entrada Mikel. Por su forma y por su fondo.
ResponderEliminarY creo que tienes razón. Del terreno que tenemos próximo, esta Sierra de Hoyo. Por ese terreno quebrado, árido la mayor parte del año, descompuesto... es de lo más duro física y mentalmente que afrontamos.
Meterse 3 horitas de entreno por sus veredas es algo digno de mérito.
Todos conocemos algún loco habitual que frecuenta estos parajes.
¿Se la presentarías al resto de los corremontes un día de estos?.
Mikel has dado en el clavo. La diferencia entre el Cerro y la Sierra de Hoyos es abismal. A mí me carga las piernas una barbaridad y debo reconocer que cada vez que vamos allí ya sé que voy a sufrir. Creo que nunca me he acercado a sus faldas 'motu proprio'.
ResponderEliminarÁnimo y cuida esa rodilla.
Mikel,
ResponderEliminarEste post era necesario. Estoy de acuerdo contigo, la sierra de hoyo tiene un algo "especial" que la hace enormemente dura. Dentro de sus secos caminos, tierra gruesa y grandes rocas, para mi es uno de los lugares mas "extraños" por donde he corrido por montaña.
Sinceramente he de reconocer que corriendo sólo me da un poco de miedo, y no es porque una vez después de muchos Kms me ví de noche con frío y sin fuerzas, sino porque creo que hay un algo que hace que se pare el tiempo, donde como dice Míkel "la energía desaparece".
La última vez que pasé por "la silla del diablo" me dieron escalofríos, salí corriendo de allí.
Míkel, me gustaría correr contigo por esa sierra y me muestres su dureza, me gustaría "trillarla", vencerla e incluso, llegar a disfrutarla.
Gracias por el post, me ha encantado.
Tengo ganas de conocerla, pero por lo que cuentas...no se yo.
ResponderEliminarAhora en serio, tienes que preparar una salidita apta para todos los publicos y nos la presentas un día.
Grande MIKEL, me ha gustado mucho la entrada.