24 de junio de 2012

Razón aquí.


¿Lo oyes? Se tiene que oír, seguro. Es mi corazón, que se acelera. Tan sólo con el recuerdo aumenta la frecuencia y soy capaz de oírlo como si hubiera pegado mi oreja contra tu pecho anoche cuando entrabas en el polideportivo. Fue especial, ¿Verdad?. Fue extraordinario. Tantas veces lo habías soñado, tantas deseado con tanta fuerza que en ese momento te parecía mentira. Hacía unas pocas horas lo veías muy lejos, ¿Te acuerdas? Tan lejos que incluso te parecía imposible y sin embargo en ese momento eras tú el que cruzaba el arco de meta. ¿Me dejas que te diga una cosa? A mí me hicíste feliz, aunque no lo supieras en ese momento, me estabas haciendo muy feliz y muy especial. Seguro que cuando te abracé lo notaste, no me pude contener, ¡estaba tan emocionado! Parece mentira, pero es la única verdad. Este deporte es tan especial. Logra hacer que el éxito de uno sea el éxito de todos y cuando uno sufre, sufre el resto. Vamos a rebobinar un poquito, permíteme que volvamos al comienzo de la historia, estoy seguro de que va a merecer la pena:

"El sol cae a plomo sobre tu cabeza. Es implacable. El aire apenas da un respiro de vez en cuando haciendo acto de presencia. Comienzas a estar fatigado y sediento. Los músculos hace rato que se hicieron notar y en cada tensión comprometen tu estabilidad. Alguna duda se intenta abrir paso en tu cabeza pero aún no es el momento, ahora eres el rey del mundo y te encuentras con éste a tus pies puesto que es Peñalara la que te sufre y sin embargo acompaña, es la cota desde la que puedes divisar el paraíso y ese momento lo haces tuyo para siempre...

Han pasado un buen puñado de horas desde que tenías el mundo a tus pies y ahora la historia ha cambiado, el cansancio hace mella y estás debilitado. La cabeza ya no es tan fuerte y dudas. A ratos tienes claro que vas a seguir y a ratos lo que está claro es que abandonarás, aunque no lo llamarás así, tendrá otros nombres como 'he llegado al límite', 'no tiene sentido seguir si no voy a llegar', 'ya no puedo más, ya no puedo más, ya no puedo más,…' te lo repites tantas veces que incluso lo llegas a creer. Este es el momento que marca la diferencia, es justo aquí donde según lo que decidas habrás acertado o no y un error de cálculo puede traer consigo dificultades, porque claro, lo que no te he dicho aún aunque ya lo sabes es que no siempre es un acierto seguir, igual que no siempre lo es parar. Eso dependerá de muchos factores y en cada caso será difícil encontrar el límite entre el acierto o el yerro"


Pero vamos al grano, que me lío y no llegamos a donde quiero llevarte. Al igual que tú, todos tienen con mayor o menor intensidad ese momento de incertidumbre (la culpa es de Heisemberg, que nos la descubrió) y al igual que tú yo también la tuve la semana pasada. Aquí es donde yo quería llevarte porque aquí es donde se explican muchas cosas. ¿sabes porqué cuándo te abracé me estremecí y callé por no balbucear? ¿sabes porqué tiritaba y te apretaba contra mí con fuerza mientras se me empañaba la mirada? ¿sabes porqué estaba ahí y lo hice durar tanto y fue tan intenso? porque tú, sin que lo supieras hasta ahora fuiste el culpable de que mi momento de duda el domingo pasado fuera efímero. Tú sin que lo supieras el domingo pasado me diste alas para volar cuando las piernas no querían continuar, me diste aire cuando los pulmones me pedían un respiro, me diste fuerzas de flaqueza cuando ya ni la flaqueza quedaba en mi escurrido cuerpo, fuiste alivio en el dolor y necesidad en la ignominiosa soledad. Tú, sin saberlo, entre algunas otras cosas, fuiste la razón de mi triunfo y gracias a ti volví a disfrutar de cada paso, aunque doliera, porque cada paso era un disfrute y lo disfrutaba en parte gracias a tí. Por esta sencilla razón ayer tenía que recompensarte y la única forma que se me ocurría era fundiéndome en un abrazo contigo, porque sabía que sólo tu y unos pocos más sabrían entenderlo."

Escucha, ¿lo oyes de nuevo?. se me vuelve a acelerar el corazón, pero tengo que terminar. Espero que te gustara mi abrazo, era mi forma de darte las gracias. Muchas gracias amigo y muchas felicidades, eres un verdadero finisher pero lo que es más importante, al menos para mí, gracias a ti hace una semana volví a sentir y a disfrutar sin igual y eso, amigo mío, eso no tiene precio.

Recibe otro fuerte abrazo y escucha, aun late con fuerza mi corazón.

2 comentarios:

  1. Haber si sale....Luis muy bonito lo que escribes y sientes.
    Yo por mi parte también me lleve a Alberto al MAN incluso en los momentos que no estaba compartiendo zancada.
    Gracias Luis por compartir,enseñar......,

    ResponderEliminar