4 de julio de 2009

El cerro por un castro

Aprovechando que estoy por Galicia os voy a pasar una pequeña pero sustanciosa ruta que me gusta mucho porque lo mezcla todo: monte, playa, río, cultura,...
La ruta comienza al borde del mar frente a la playa de La Barra en Cabana de Bergantiños, muy cerca de Laxe. El primer kilómetro y medio transcurre pegado al paseo marítimo con pequeños repechos hasta llegar a la llamada 'ruta de los molinos'. Ahora vamos a correr otro par de kilómetros pegados a un pequeño pero vivo torrente que se va adentrando en el bosque. Para facilitar el paso lo haremos sobre una cuidada plataforma de madera que serpentea al ritmo que lo hace el agua. Comienza aquí una prolongada subida que se va haciendo más fuerte hasta llegar al castro de que corona la ruta.

En esta zona, llena de pequeñas cascadas, abundaban los pequeños molinos que aprovechaban los desniveles del terreno para hacer la molienda.

Es entre las ruinas de ellos, al menos pasamos cerca de cinco, por donde vamos a afrontar la parte más dura de esta ruta dejando una zona de alisos, fresnos e incluso algunas hayas y abedules para entrar en otra más abierta donde el bosque pasa a serlo de pinos y eucaliptos. Son ya cinco kilómetros los que llevamos y sólo nos falta atravesar una carretera que nos llevará en unos cientos de metros al 'Castro da Cidade' un lugar que sigue conservando entre sus muros algo misterioso y ancestral. No es posible permanecer ajeno a tan singular paraje sabiendo que fue el elegido hace muchos años para establecerse por los celtas, cuando vivir era el único objetivo que tenía los hombres. Merece la pena un pequeño descanso y un trago de agua entre pinos, robles y castaños para intentar imaginar cómo sería la vida de estas poblaciones...

Tras la breve pausa sólo nos queda la parte más dulce del recorrido, con una bajada tendida y por carretera (también podríamos volver por el mismo sitio por el que hemos subido) que nos llevará a ritmo frenético a la misma población desde la que iniciamos la marcha. Son once kilómetros de recorrido a los que sólo les falta la buena e imprescindible compañía de algún 'loco del cerro' con el que compartir carrera y experiencia.

2 comentarios:

  1. Precioso lugar, ¡no descansas nunca!. La verdad es que tengo ganas de empezar también mis vacaciones para poder correr por sitios nuevos...

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  2. Fernan ¡¡que bonito!!.
    La verdad es que en esas condiciones sí que da ganas de ponerse las zapas y correr.
    Así que sigue a modo de reportero gráfico mostrándonos esos recorridos que haces y que nos permitan evadirnos un tanto de este calorcito.
    Un abrazo.

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