Pues ha llegado la hora de volver a los madriles a pasar calor...
Hoy no tenía el cuerpo con ganas de 'jota' pero aprovechando que llovía he decidido salir por última vez antes de mi vuelta a Madrid.
Como además tampoco conozco lo suficiente la zona como para buscar una nueva ruta, lo que he decidido ha sido combinar la que os puse hace días con una pequeña variante más dura. Os paso los datos para que os hagáis a la idea de la diferencia.
Se trata de alargar más la subida y el recorrido incluyendo una preciosa atalaya y una larga vuelta por un frondoso bosque.
Es una de las cimas más elevadas de la zona (si no la mayor) y el nombre me trae a la memoria mis noches locas por algún barrio de Madrid: 'mirador da Fernandiña'. Impresionante la recta que culminaba en el mirador. Me permito añadírosla porque era un verdadero tobogán.
Una vez llegado aquí, el recorrido da una enorme vuelta por un bosque de eucaliptus y pinos, hasta llegar al castro que os comenté el otro día, desde donde he bajado por el camino 'dos muiños' finalizando en el paseo marítimo. Aunque la temperatura era muy buena y lloviznaba, he pasado mucho calor; tanto que después de ir empapado la mayor parte del tiempo y, a pesar de beberme toda el agua que llevaba, he notado síntomas de deshidratación. Eso sí, ha merecido la pena porque la ruta ha resultado ser una maravilla.
¡Vuelvo al cerro, compañeros!
A pesar de los problemas con la humedad, tiene que ser un auténtico lujo correr por sitios así... me gusta el tobogán de la última foto, de esos en los que según te vas acercando vas pensando, no, no, no... pero tampoco te puedes dar la vuelta.
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