22 de enero de 2013

I Quemapolvorones Villalbina


 El pasado domingo, en la “I Quemapolvorones Villalbina”, volví a vivir de cerca aquello que hace años me enganchó al mundo de las carreras populares. Ver desde fuera el sufrimiento y la ilusión con la que el novato se enfrenta a unos larguísimos diez kilómetros me hizo retroceder a una mañana lluviosa en Ávila, mi primera carrera (con la excepción de las tres leguas villalbinas que corrí en el pleistoceno). Una media maratón, para qué empezar con menos, en la que no sabía si sería capaz de terminar, recuerdo todavía la alegría que sentí al atravesar la línea de meta sin haberme echado a andar, ni siquiera en la “bonita” cuesta final.

 Con el tiempo, hacer un diez mil, una media maratón o incluso un maratón, dejaron de ser aventuras atrayentes. Tal vez por eso mis pasos me hayan llevado a la montaña y al mundo ultra… no encuentro motivación en los tiempos y tampoco en repetir objetivos ya sobrepasados. Aquí cada carrera es diferente, cada distancia un mundo. Acabar un reto.

 Pero dejémonos de filosofías y vayamos al grano. Me gustó la carrera, el recorrido era variado y rápido, bien marcado con la excepción de la zona del recinto ferial, donde cada uno trazaba por donde más le convenía. El paso por el interior de la Dehesa es un auténtico lujo y los voluntarios que por allí andaban de lo mejor que he visto, ¿por qué será?. Avituallamiento sencillo y suficiente. En lo negativo el hecho de que cerraran el acceso al parking muy temprano, de forma que hubo que buscarse la vida para aparcar por las calles adyacentes. Supongo que habrá algún motivo que no logro entender.

Mientras el "Cuñao" sufre el "Loco" va dando brincos...
Foto de José Luis Sanz Mendez


 Mi carrera fue “tranquila”, llevar un ritmo y hacer una distancia mucho menor a lo habitual en un entrenamiento de domingo me hizo pensar en no haber hecho nada, pero la experiencia ha sido bonita. Me gusta ejercer de “liebre” y ayudar a alguien a lograr su objetivo, ha sido positivo y divertido. Tanto que si nada lo impide, este año intentaré de nuevo llevar algún globo en “La Tragamillas”.

5 comentarios:

  1. Grande Mikel, hace dos años tuve la suerte de hacer la misma labor en la Pedestre de Guadarrama y disfrute mucho al ver cumplido el objetivo.

    No descarto hacerlo mas veces, lo malo es que todo al que acompaño en sus inicios con el tiempo acaba corriendo mas rápido que yo...gg

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  2. Es un verdadero placer iniciar a alguien en esto del correr y que mejor ocasión que hacerlo en una carrera. Este año me gustaría poder acompañar a alguien en alguna. Aunque me gusta ver dónde tengo el límite en cualquier prueba, reconozco que es durísimo hacerlo y se sufre mucho. Por eso me gusta ese dejarse llevar de las pruebas largas. Con llegar basta.
    No me extraña que disfrutaras como un niño.

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  3. Mola esa labor de "apoyo" en carreras hacia un amigo. Bien marcando el ritmo, bien animando.
    Yo he tenido oportunidad de realizarla en muchas ocasiones y desde luego deja un gran sabor de boca.
    Muy recomendable.

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  4. Buen gesto por tu parte. No sólo disfrutas de grandes objetivos sino que te permites ayudar/compartir con otros a cumplir sus retos (menos mal que queda todo en familia ;-)

    Lo mejor: la foto y sobre todo la descripción de ella.

    Sinceramente disfruté viéndote pasar con tu cuñado en los últimos metros, bravo Míkel.

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  5. Mikel, en esta foto se puede ver claramente lo que has conseguido: se te ve fino, fino. Esas piernecitas que se te han quedado y esos músculos marcados van ha hacer que me plantee que la próxima vez seas tu mi compañero de habitación ;·)

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