13 de agosto de 2009

Cruda realidad

Voy a sufrir como un bellaco. Esa es la cruda realidad. Pero con muchísima ilusión, empeño y esperanza. Esto también es realidad, aunque no tan cruda.

Después de la primera toma de contacto de ayer y las consecuentes y obligadas reflexiones concluyo que:
  1. El objetivo planteado es infinítamente más duro de lo imaginado.
  2. Hay poco tiempo para su preparación.
  3. Me falta mucha experiencia.
  4. Cuento con una ventaja: mi objetivo no es el tiempo, es terminar la carrera
  5. Cuento con otra ventaja: tengo grandes expertos que me aconsejan y entrenan
  6. Cuento con una ventaja más: estoy muy ilusionado con la carrera y esa ilusión no la he perdido. Mi empeño y dedicación son plenos.
  7. Cuento con otra ventaja más aún: suelo crecerme frente a las adversidades
  8. Cuento con mejores ventajas todavía: Prisillas, Fernan, Ppong, Despacio, Lluvio, Mavegam, Uge y todo su apoyo y dedicación.
En conclusión:
Vendrán tiempos aciagos y la batalla promete ser inclemente, pero tengo muchas variables que juegan a mi favor. Nadie dijo que esto fuera a ser fácil, pero si no fuera así la recompensa no sería la misma. La realidad de ayer ha puesto mis pies sobre la tierra y ha desvanecido los pájaros que tenía en la cabeza. Mejor, porque esa tierra es tierra de montaña, de una montaña con la que me fundiré el próximo día 6. Ahora sólo queda trabajar duro.

2 comentarios:

  1. elhermanodalex lo bueno de 'pisar tierra' es que no te esperarán desagradables sorpresas el día de la prueba.
    En lo que se refiere al entrenamiento, haz caso de lo que te diga prisi y seguro que el día 6 disfrutas, como el resto, de una maravillosa jornada por el monte.

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  2. Dicen que los gitanos no quieren comienzos fáciles para sus hijos.
    Aunque en tu cabeza tras la salida de ayer el desnivel a salvar se haya acrecentado por dos yo te digo que tus pasos no sólo son los lógicos, sino los aconsejables.
    Como bien dices esta semana te servirá para poner los pies en la tierra. Tiene una gran ventaja, de algo efímero e ilusorio pasará a ser tangible y real.
    Sentirás cada canto en la suela de tus zapas, cada repecho en el latir de tu corazón y, te sentirás henchido de orgullo y felicidad al final de cada salida. Quizá magullado, pero satisfecho.
    Con eso, la ilusión y lo poquito que te podamos aportar, cada zancada te acercará más a la consecución de ese sueño.
    Un abrazo.

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