1 de octubre de 2010

Y llegó el día

Porque todo lo que tiene que llegar, tarde o temprano, acaba llegando. Esta perogrullada hay veces que nos es complicado entenderla, ya que nuestra dura cabezota insiste una y otra vez en ocultarnos la realidad, aunque ésta esté ahí. Pero el caso que nos ocupa es bien distinto, puesto que lo que estaba por llegar era temido y ansiado por partes iguales.

Pues bien, dejadme la enorme y esperpéntica osadía de atreverme a deciros que no hay que temer nada, porque como bien os decía al principio, todo lo que tiene que llegar acaba llegando. Esto no significa ni más ni menos que mañana, poquito a poco (Lasai) irán aconteciendo las cosas que están por pasar y lo único que tendréis que hacer es ir fluyendo a través de ellas. Asimiladlas, admitidlas, quedaos con las que os llenen y de las demás, simplemente pasad. Obviad las negativas y así, poquito a poco (Lasai) el camino a Segovia se irá haciendo cada vez más corto, porque cada paso cuenta, incluso cuando es para atrás.

Sé que lo que hoy corresponde aquí es una de esas retóricas épicas que nos hacen creer Alejandro Magno o Atila, pero esa se la dejo al bueno de Prisi, que es el que tiene el don de la letra. Yo sólo, humíldemente y desde este pequeño espacio os muestro mi más sincera admiración y respeto, porque lo que mañana vais a afrontar es lo que se merece, el respeto y la admiración de los que desde aquí os seguiremos cada paso. Sois locos, no lo olvidéis, locos del cerro que disfrutan con algo que muy pocos entienden. Si mañana se da la situación y lográis entenderlo, vosotros también disfrutaréis de lo que os corresponde, pero tendréis que ser pacientes, todo tiene un precio.

Gracias por ilusionarme con esta VUESTRA hazaña y nos vemos en el camino.

¡AUPA LOS LOCOS DEL CERRO Y SU SANA LOCURA!

1 comentario:

  1. Tu ilusión hace más fácil mi camino. Gracias. Y en los momentos malos, cancioncilla y... Oso ondo, lasai.

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