28 de septiembre de 2009

Desilusión

Siempre he hablado de que lo importante es el día a día, de que la carrera es solo el final de un proceso repleto de sacrificios y alegrías, y que es de este proceso del que debemos disfrutar. Pero es la segunda vez este año que me pierdo una carrera importante para mí, primero fue el MAPOMA, meta de juventud que tuve que ver desde la cama, y ahora la Panes-Potes, carrera a la que tengo gran cariño y que además me iba a dar una idea de mi evolución, ya que sería la primera carrera que repito desde que empecé a correr. Y tengo que reconocer que esta vez me ha dejado tocado, uno empieza a preguntarse cosas que hasta ahora ni siquiera se había planteado y se responde con grandes tonterías o grandilocuencias sin sentido. Como todo, sé que esta situación va a pasar y que en cuanto recupere algo de fuerza volveré a los caminos, pero…

Por otro lado, tengo que felicitar a Don Fernando, al cual dejé tirado en un desfiladero, perdóname amigo, porque ha destrozado mi "record" de la carrera, como me hubiera gustado acompañarte. Luisete me da menos pena, creo que no le dolió demasiado quedarse en casa ¡hay que trabajar menos!

Por cierto, os pongo una foto del culpable:

Photobucket

4 comentarios:

  1. Mikel, mucho ánimo. Hay más carreras que longanizas.
    En cualquier caso, te comprendo y además es cierto que la salud te ha fallado en ese par de momentos "claves" que mencionas. Pero es la vida y siempre hay que mirar hacia delante.
    Para personas como nosotros en que la condición física influye tanto en nuestros hábitos, en nuestro día a día, el más leve costipado trastoca nuestros planes.
    Pero disfrutamos tanto con lo que hacemos, nos esperan tantos momentos por vivir, tantos paisajes por alcanzar que los sinsabores quedan pronto en el baúl de los recuerdos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. mikel ya me hubiera gustado hacer contigo la carrera porque hubiéramos ido juntos hasta el final y se me hubieran pasado los kilómetros volando. La verdad es que se me hicieron un poco largos los últimos seis y decepcionantes los tres finales. Estuve a la espera reservando para lucirme en la llegada a Potes y no fui capaz de mantener un ritmo 'solvente' entre las calles . Es más hubo momentos en que me daba la sensación de que la meta no llegaría nunca.
    No te preocupes por lo del trancazo porque siempre vienen cuando menos nos gustan. A mí me hubiera gustado bajar de 1,30 en la deFuencarral y me quedé sin carrera. También me asaltaron muchas dudas por lo fuerte del catarro y lo tocado que me dejó pero... todo pasa... Ánimo

    ResponderEliminar
  3. Miguelón:
    Hace dos o tres años, tenía todo preparado para ir a una carrera en la isla de Guadalupe: billetes, inscripción, etc.

    En mi familia ocurrió un contratiempo grave unos días antes.Por supuesto que no fui. ¿Me cabreé? Claro que sí. Es normal. ¿Que maldije?, pues también. Pero tengo muy claro que hice lo que tuve que hacer.

    Corolario:
    Si algo externo a ti, de carácter grave o prioritario, te imposibilita ir a una carrera, no lo dudes, no vayas. Ya en frío podrás comprobar que, las consecuencias, serán totalmente peores y tendrás la convicción de haber cometido un estupidez.

    Tu caso es equiparable, Miguel. Te jode, pero son los imponderables. Una enfermedad, la avería del coche, trabajo, por decir cosas veniales, son circunstancias a las que uno siempre está expuesto.

    Otra cosa es "otra" cosa. Y este tema lo dejo para nuestras reuniones de hombres...

    ResponderEliminar
  4. Has tenido mala suerte, nada más. Pero ahora eso ya pasó y no me gusta leer eso de "desilusión", ahora toca ir a por la siguiente, da igual cual sea, no hace falta que sea una carrera, puede ser cualquier cosa, pero hay que mantener la ilusión por salir a correr al día siguiente.

    ResponderEliminar