14 de septiembre de 2009

Más vale tarde, que nunca

Pues como dice el dicho: "Más vale tarde que nunca". He decidido hacer una rápida referencia a la carrera de Las Dehesas que para mí fue la confirmación de que en este tipo de rutas por el monte, a pesar de su dureza y de lo que sufro, es donde mejor me encuentro.
Antes de empezar no me encontraba nervioso como me pasa en muchas carreras aunque para mí no dejaba de ser un test importante para ver mis posibilidades. Comencé muy tranquilo dejando que las pulsaciones subieran lo más lentamente posible y yendo a ritmo lo más cómodo posible para mí. Pasado el primer tramo de calzada y cruzada la carretera que sube hacia el Mirador de la Reina, comienzo a encontrarme bien por lo que sigo al mismo ritmo hasta casi el puerto de la Fuenfría donde decido andar unos doscientos metros para relajar piernas. Durante toda esta subida, la siguiente del Cerro Minguete y la última de Montón de Trigo no hago más que pasar lentamente corredores. Me ayuda mucho conocer perfectamente el recorrido y haberlo subido muchas veces. Al principio de Montón me encuentro con un animado Arturo que me da muchos ánimos y me comenta que voy muy bien posicionado. Es a partir de aquí cuando decido empezar a tomarme en serio la carrera porque me encuentro muy bien y veo que la mayor parte de la gente está relativamente cerca.
Cumbreo sin pena ni gloria y empiezo a bajar hacia Tirobarra con ciertas molestias de estómago (algo de flato por haber bebido en exceso) que no me abandonarán del todo hasta el final. Primera sorpresa, estos titubeos me han hecho perder de vista a toda la gente que iba por delante con lo que me doy cuenta de que todavía tengo mucho que mejorar con respecto a las bajadas. No me desanimo y bajo todo lo rápido que puedo sin pensar en los demás.
Llegando ya a la carretera que da a las Siete Revueltas, me pasa Beatriz a la que decido seguir para que me sirva de referencia y, en efecto, lo hará varios kilómetros hasta que las fuerzas me fallen. Es entonces cuando me doy cuenta de una segunda mejora que tengo que entrenar: no me quedo en las cuestas empinadas, donde sigo andando a ritmo aunque más cansado, sino en las zonas que pican un poco hacia arriba donde sólo las inestimables palabras de aliento de un incombustible Arturo, me permiten ponerme a trotar a pesar de las ganas de seguir andando. Así afronto toda la segunda tendida y larga subida sin ver a nadie detrás y perdiendo poco a poco a Beatriz. De nuevo en el puerto paso a un derrumbado corredor y veo que las piernas me responden mejor de lo que pensaba. Como buen reservón que soy no hago mucho caso de Arturo que me pide más marcha porque sé que queda pista suficiente para desfondarse y sólo empiezo a aumentar el ritmo cuando 'huelo' cerca el Collado de Marichiva donde empiezo a bajar a tumba abierta: el revolcón que me pego y el paso de un corredor mientras me reponía me dan las fuerzas y la rabia suficiente para recuperar el terreno perdido y pasarlo sin piedad procurando dejar la suficiente distancia entre los dos como para poder disfrutar de una entrada tranquila en meta. La vista de dos corredores muy hundidos y a los que recorto con facilidad terreno, no me permite relajarme aunque no consigo cogerlos por unos poquitos metros antes de entrar en meta. Ha merecido la pena todo el esfuerzo de este verano y el de la pasada primavera por estos montes. La preparación de prisillas me ha dado una fuerza que ni yo mismo esperaba.

5 comentarios:

  1. Ya estamos con las adivinanzas... A ver, a ver, alguna pista más, que por ahora hay dos posibilidades:

    1.- ¿Qué has dedidido hacer, que tendrías que haber hecho hace tiempo?

    2.- ¿Qué es lo que, por fin, has conseguido?

    Hay más posibilidades, pero más remotas. Venga, venga, más pistas

    ResponderEliminar
  2. despacio es más simple: le he dado antes de tiempo donde no debía...

    ResponderEliminar
  3. Querido Fernandito. Que me queda ya por decirte tio.
    Que me alegra leer que disfrutas tanto o más como yo he disfrutado de esas carreras.
    Que a pesar de tu edad, ese inicio tardío te otorga todavía margen de progresión.
    Que estoy convencido de verte y aplaudirte en un futuro muy cercano en los finales de muchas de estas pruebas. Dos añitos te quedan.
    Eso sí, siempre saldrá un Santero. Pero eso no hace sino dar honor y lustre a nuestra batalla.

    ResponderEliminar
  4. ¿Qué empezaste tranquilo? :-O

    Has encontrado tu sitio, no solo en el que disfrutar, sino también en el que hacer grandes cosas... aunque tengas que sufrir un poco, pero eso te gusta ¿verdad?

    ResponderEliminar
  5. prisillas a mí me sigue haciendo más ilusión que recuperes tu forma y podamos ir dándonos caña en las carreras pero también apoyándonos. Estoy seguro de que recuperarás sensaciones.
    mavegam tienes razón en que el sufrimiento es parte de la recompensa... Somos morbosos.

    ResponderEliminar