El Equipo A

 Tenía pensado hablar del Kilómetro Vertical de La Barranca, pero viendo por donde van los derroteros del blog, me apetece también dar mi opinión con respecto a estos últimos post. Como en casi todas las cosas en esta vida, la virtud suele estar en el término medio, el MAM es una carrera muy larga en la que multitud de factores pueden influir, por lo que no se puede asegurar en ningún momento lo que va a pasar, por ello no puedo jugar ante la Biblia que no me voy separar de vosotros, pero es cierto que mis deseos es que pasemos juntos el mayor tiempo posible.

 

 Y es que es difícil encontrar ese término medio, teóricamente soy una de las partes débiles del grupo, no tengo ni la experiencia de Prisillas y Pepe ni la fuerza de Alberto, pero el día de la carrera muchas cosas pueden ir bien, y muchas otras pueden fallar. Por ello para mí es muy importante el poder ir acompañado el mayor tiempo posible, saber que ante un mal momento voy a recibir un buen consejo o un arreón de fuerza me da mucha tranquilidad ante la carrera. Por otro lado, está el miedo a ser un lastre para mis compañeros, aunque la carrera del domingo me quitó unas cuantas dudas con respecto a ello y me enseñó un par de cosas que os voy a detallar a continuación para ver que os parecen.

 

1. En las subidas más duras el ritmo es muy importante, encontrar un ritmo cómodo es primordial para poder llegar arriba en condiciones, es estos momentos será en los que el grupo se separe, ya que tan malo va a ser forzarlo como ir por debajo de él. Serán los ratos heroicos, en los que nos enfrentemos en solitario a las rocas, la pendiente y el calor, los ratos que solo estarán en nuestra memoria, en los que el sufrimiento y la alegría serán individuales.

 

2. A pesar de estar un punto por debajo de Prisillas y Alberto (con Pepe no he tenido todavía la suerte de compartir camino), la diferencia no es brutal, y además me encuentro en un estado de forma más que bueno, con ello me refiero a que la recuperación tras un gran esfuerzo es muy buena, con lo que tal vez pueda compensar los minutos (espero que no muchos) perdidos durante las zonas más duras con un avituallamiento-descanso más corto que el de mis compañeros.

 

3. No tengo metas con respecto al tiempo, me vale con llegar dentro del límite, lo cual creo que si no hay problemas mayores va a ser relativamente sencillo, a partir de esa premisa, cuanto más tarde mejor, así el año que viene será más fácil mejorar mi marca. ;-).

 

4. Mi experiencia de carrera “en equipo” es muy buena, en Badajoz fue muy positivo correr con Jesús,  me ayudó y aprendí mucho de lo que es correr un maratón. Al final, la diferencia entre los dos fue de ocho segundos…

 

No obstante, a pesar de todo lo dicho y de mi intención de que terminemos todos juntos, espero también de vosotros que si en algún momento os digo “¡tira pa’lante!, o alguna palabra clave que elijamos mientras nos tomamos la cervecita pre-MAM, hacedme caso y disfrutad… que yo ya llegaré.