22 de mayo de 2009

Descanso, vuelta al curro y.... pajarón.

Esta es la crónica de muchos días, tras la última paliza y por diversas circunstancias, uno decide que es el momento de descansar un poco. La mejor escusa es el viaje de cinco días que hacía complicado el salir de forma regular, pero la real es el haberme levantado un par de días sin ganas de ponerme las zapatillas... La verdad es que te hace recapacitar, solo de pensar en la "obligación" que supone salir a correr te hace plantearte muchas cosas, entre ellas, si de verdad vale la pena hacer algo que no te apetece... en aquel momento, hace ya casi dos semanas, la respuesta fue NO. Así que sin ningún remordimiento, aparté las zapas de correr y me dispuse a pasar unos días alejado de los caminos.

Como imaginé en su momento, creo que el descanso ha sido positivo, esta semana he retomado los "entrenamientos" con ganas y he vuelto a desear que llegue la hora de salir a trotar; pero físicamente ha sido bastante más complicado de lo que creía... el bajón de forma ha sido bastante grande, manteniendo ritmos pero con unas pulsaciones bastante por encima de lo habitual últimamente, lo que aumenta el cansancio y potencia el sufrimiento. La salida del miércoles, a pesar de ser solo doce kilómetros por zonas muy conocidas, se hizo eterna, y la del jueves, de trece, tampoco se puede calificar como buena, a pesar de que ya me sentí algo mejor.

Pero lo mejor comenzaba hoy, las fiestas de Santa Quiteria permiten a Prisillas tener la mañana libre, por lo que planeó una "salidita" por el Cerro en la cual descubrir nuevos caminos, mejor dicho, nuevos "cortafuegos"... y allí me presenté, con toda mi inconsciencia y muchas ganas.

La mañana se presentaba complicada, la temperatura era alta, la humedad también, como en días anteriores, las pulsaciones subieron a 160 en menos de tres kilómetros, no obstante, me veía con fuerzas, disfrutando de la conversación, intentando aprender todo lo posible aprovechandome de la experiencia de mi compañero. ¡Y vaya si he aprendido!

Luego pondré perfil y foto del recorrido, para que os hagais una idea y en grandes rasgos: cañada hasta Moral, subida por cortafuegos hasta cima, bajada por pista y pinar hasta Becerril y nueva subida por otro cortafuegos, repletito de tierra y piedras, grandes y pequeñas, nuevamente hasta la cima, de allí bajada hasta Alpedrete y vuelta al tanatorio, punto de partida.

Y que decir, que el camino al Moral bien, que el primer cortafuegos bien, que la bajada bien, que el segundo cortafuegos, duro y bonito, con espectaculares vistas, bien, que la llegada a la cima bien, que el comienzo de la bajada bien, perooooo, ¡zas!, llegando a la cantera conocí en persona al "Tío del Mazo", al "muro", al "pajarón", a ese que, me da igual como querais llamarle, me ha dejado con cara de tonto y cierta preocupación.

Porque es increible, todavía no entiendo como no podía correr ¡bajando!, el sudor se tornó frío, el pensamiento no fluía con facilidad, incluso llegué a sentir un pequeño mareo, una hipoglucemia en toda regla que hizo que el último kilometro durase casi 10 minutos a pesar de ir cuesta abajo.

De todo hay que sacar conclusiones, y soy de los que aprendo más fácil de lo malo que de lo bueno, así que habrá que aplicarse las tres excelentes lecciones que han caido hoy:

1. La experiencia es prácticamente imprescindible, a la gente que sabe y quiere ayudar hay que hacerle caso, siempre. Si te dicen que bebas, bebes, si te dicen que comas, come... si te dicen que te tires sin miedo por un cortafuegos.... (bueno, tampoco en todo, jeje)

2. Andar no es la opción a seguir para cuando no puedas correr, es una opción más a tener en cuenta en todo momento dependiendo de multiples factores, y no solo del grado de cansancio o fuerza... andar NO es un fracaso.

3. Hay que comer, dos horas en montaña no equivalen a dos horas de ruta, no se pueden medir en kilómetros, en ritmos ni en tiempo, solo en esfuerzo y fatiga; geles, barritas, plátanos o chuletones...

Y muchas cosas más, del MAM, del Cerro, del correr, de la vida... a pesar del pajarón, ha sido una mañana inolvidable, una mañana provechosa, y el domingo... ¡más!

1 comentario:

  1. Nunca es un placer conocer al Tío del Mazo pero cuando viene nos enseña a tener siempre un puntito en la reserva por lo que pueda venir...
    Lo de considerar un fracaso el andar pues habrá gente que lo piense pero creo que nosotros no vivimos de esto y podemos permitirnos lo que nos plazca: andar, colgar dos semanas las zapatillas, alternar las carreras con otros deportes,...

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