29 de mayo de 2009

Una buena semana

 En espera del Kilómetro Vertical de la Barranca, seguramente la única carrera preparatoria que haga antes del MAM, ya que Tres Refugios va a ser complicado de correr, la semana ha resultado de lo más completa y entretenida.
 
 El lunes, acompañado por Prisillas descubrí "las tuberías", que no son los Tubos de Cabezas en pequeño, aparcando en el Ventorrillo, por la pista forestal hasta el Mirador, en subida continua y a ritmo más fuerte de lo que en principio debía llevar, por lo que tuve que andar en algunos tramos, a partir de allí una preciosa senda que nos llevó hasta el Collado de las Cabrillas para bajar después al Puerto de Navacerrada y, por el camino del Calvario, volver al Ventorrillo.
 
 Sensaciones encontradas, vuelvo a darme cuenta de que no estoy al mismo nivel que mis compañeros y que las subidas constantes a desniveles medios pueden conmigo, llevo mejor Los Tubos que las subidas por pista… ya veremos como evoluciona. Por otro lado, me voy encontrando mejor según pasan los kilómetros, y la "paliza del domingo" no causó demasiados estragos durante los catorce kilómetros que duró el "paseo".
 
 Martes y Miércoles de descanso, necesario, me ha venido bien.
 
 El jueves visité mi terreno, la Sierra de Hoyo, injustamente olvidada por muchos, para mí es como correr en casa, eso de salir por la puerta y entrar en ella no tiene precio, recorrido clásico, buscando el Pico de Águila, 6 kilómetros de constante subida por pistas al principio y por sendas bastante técnicas en algunos momentos, duro, muy duro, pero divertido, controlando el ritmo en todo momento, más despacio de lo que las piernas y el corazón pedían, sabiendo que la subida de vuelta se hace terriblemente complicada. Como curiosidad, en la bajada, difícil, por una senda que en época de lluvias es un arroyo, volví a torcerme de nuevo el tobillo izquierdo, otra vez sin consecuencias más allá de un dolor durante unos metros… tengo que extremar las precauciones porque en una de estás me quedo sin MAM. Al final, 17 kilómetros y pico, bien.
 
 Y hoy viernes termino los entrenamientos, como no, con un "paseo por el Cerro", intentando entrenar esas pistas de medias pendientes que tanto me cuestan, así que esta vez he dejado de lado los cortafuegos y he subido directamente desde Moralzarzal por la pista del depósito hasta la cima para quitarme los 3 kilómetros de aproximación ida y vuelta y poder dedicar más tiempo a esas "maravillosas" cuestas. Una vez arriba, bajada por las zetas hasta el pilón, un poco de agua, media barrita y vuelta para arriba, no puedo negar que con dificultades, bajada posterior por la pista, subiendo después medio cortafuegos hasta la senda que lleva al depósito y bajando desde el depósito directamente por el camino que tiene los tramos de hormigón, muy técnico y con las piernas cansadas, buscando sensaciones que pueda encontrarme en algunos tramos del MAM.
 
 Casi 17 kilómetros, a ritmo majo gracias a las bajadas por pista, que aún haciéndolas reservando fuerzas, vienen muy bien para maquillar la lentitud de las subidas. De sensaciones genial, pensando no solo en lo que me espera el día 21, sino también en como convencer a la familia de que hacer en un futuro un poco de ultra no es una locura.
 

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